Liga Asobal
El Atleti no evita que el Bar?a ya roce la temporada perfecta
Con las bajas de Kallman y Aguinagalde por los rojiblancos, y sin Rutenka, el s¨¦ptimo choque entre ambos equipos no tuvo la tensi¨®n habitual

Sin Rutenka, que siempre eleva la tensi¨®n en estos duelos porque es su car¨¢cter de jugar como si le fuese la vida en cada partido, el voltaje del ¨²ltimo Barcelona-Atl¨¦tico de Madrid se qued¨® en los l¨ªmites de partido de h¨¢bitos versallecos; sin Julen Aguinagalde y sin Kallman, dos den los b¨¢sicos de Dujsebaev, el cuadro colchonero no opuso resistencia para meterle oposici¨®n al campe¨®n de Liga, y adem¨¢s fue incapaz de entrar en el encuentro hasta mediado el primer tiempo, cuando ya perd¨ªa por 10 goles (16-6).
En realidad, barcelonistas y atl¨¦ticos pintaron este s¨¦ptimo enfrentamiento de la temporada, de nula trascendencia para la clasificaci¨®n, de perfil bajo. De hecho, los rojiblancos dejaron en el banco a Ca?ellas y a Hombrados. Mientras que Pascual, sin grandes ausencias en su plantel (ayer tampoco jug¨® Juan¨ªn Garc¨ªa) opt¨® por meterle el miedo a los atacantes rojiblancos con Saric en la porter¨ªa en el primer tiempo (45 por ciento de paradas).
Como Ra¨²l Entrerr¨ªos se exhibi¨® en la direcci¨®n del juego, como el Barcelona apenas perdi¨® balones, como el Atl¨¦tico andaba aturullado, pronto se decidi¨® un choque, el cuarto entre ambos rivales en 21 d¨ªas. Cuando aquello pintaba aplastamiento general, porque en los visitantes s¨®lo sumaba Lazarov, un parcial de 1-5 rebaj¨® las diferencias al descanso (17-11), que incluso bajaron algo m¨¢s, a los cinco goles.
Pero una vez m¨¢s el Atl¨¦tico se dej¨® tantos desde los siete metros. Y cuando parec¨ªa que entraba en el choque de verdad para plantar cara, error en ataque y bofetada azulgrana al contragole. De lo que que podr¨ªa ser presionat al Bar?a, otra vez a los seis goles. La circunstancia se repiti¨® varias veces, hasta que al final los azulgranas destrozaron la tendencia con los goles al contragolpe de Rocas que dispar¨® a su equipo por encima de los 10 tantos.
No hubo caso. Ni partido de alto riesgo. Ni jugadores con espuma en la boca. Ni enrabietamientos. Ni chispas, ni rayos, ni centellas. Ni tormenta con truenos. Quiz¨¢ porque el Atl¨¦tico evit¨® desde el inicio el cuerpo a cuerpo, y porque el Barcelona tampoco ten¨ªa a su mayor agitador. Primaron las buenas formas en este ep¨ªlogo de regalo entre los dos mejores equipos de Espa?a, que de esta manera le permite al Bar?a cumplir una temporada perfecta: le quedan dos partidos para lograrlo, porque ha vencido en los 28 que ya ha disputado.