El Atl¨¦tico hace bueno el factor Vistalegre y derrota al Bar?a

El muerto est¨¢ vivo. A la cuarta, el Atl¨¦tico de Madrid le gana un partido al Barcelona esta temporada, o mejor, media parte; por cinco goles, que es la ventaja con la que jugar¨¢ el choque de vuelta en el Palau. Pero ese 25-20 en las circunstancias actuales refleja m¨¢s que una victoria, porque es una inyecci¨®n de moral en vena pocas veces vista, y con una comuni¨®n absoluta con una grada de 11.300 espectadores, que vibr¨® como pocas veces. Hombrados, por lo que representa, fue el hombre del partido (detuvo dos penaltis), pero no el ¨²nico: Balic, Ca?ellas, Kallman y Parrondo, no le fueron a la zaga ante el que se tiene por el mejor equipo de Europa de este momento.

La realidad es que fue un espect¨¢culo. Un partido enorme de dos defensas entregadas, y con demasiada tensi¨®n y ansiedad, m¨¢s en el Barcelona, que perdi¨® balones como si fuese un equipo juvenil, cuando nos tiene acostumbrados a que domina el juego y la combinaci¨®n. Pero la intensidad atl¨¦tica impuso un ritmo trepidante en uno de esos choques en los que disfruta Balic, porque el croata est¨¢ fichado para eso, para las grandes tardes. Sus pases los guarda para cuando tiene que dictar lecciones, como este d¨ªa. Otro que disfruta en estos envites es Rutenka, que se enreda en peleas personales, pero los rojiblancos, Ca?ellas y Parrondo, no le siguieron la treta, y el bielorruso estuvo, pero a ese nivel genial al que tambi¨¦n puede brillar.

Igualadas las porter¨ªas, y con la defensa recompuesta del Atl¨¦tico de Madrid gracias al sacrificio del polivalente Kallman, y con Aguinagalde sin descanso, los rojiblancos fueron tan intensos como los barcelonistas, y aunque a ellos les cuesta m¨¢s encontrar el gol, lo cierto es que tuvieron paciencia para encontrar la manera de sumar, de tener ventajas, de no rendirse cuando parec¨ªa que el Bar?a encontraba su ritmo.

Es m¨¢s, el triunfo rojiblanco tambi¨¦n fue sufrido y con lesiones: se rompi¨® Kallman, ayer magn¨ªfico, y a poco para el final, cuando Parrondo pod¨ªa disparar al Atl¨¦tico a siete goles, el extremo se rompi¨® cuando iba a un mano a mano con Sterbik. Cinco goles no son definitivos para la vuelta pero s¨ª sirven para que el Barcelona tenga sus dudas, y el Atl¨¦tico sus certezas de que tiene opciones de pasar a la Final Four.