UNA HISTORIA DE ATENTADOS EN EL DEPORTE
Una bomba ya sacudi¨® a EEUU en los Juegos de Atlanta 1996
Murieron dos personas. A¨²n se recuerda la masacre de M¨²nich'72. Togo sufri¨® un ataque en la Copa de ?frica 2010. En Espa?a hubo un coche bomba antes del Cl¨¢sico de 2002.

Varios atentados terroristas han castigado al deporte a lo largo de la historia. Lamentablemente, la tragedia de Boston en plena Marat¨®n no ha sido el ¨²nico caso que ha conmocionado al mundo en general y a EEUU en particular. El 27 de julio de 1996, en plenos Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta, dos personas murieron y una centena result¨® herida por una bomba que estall¨® de madrugada en los aleda?os del Parque Ol¨ªmpico del Centenario. Una tragedia que sembr¨® el p¨¢nico, como en esta ocasi¨®n, y que fue censurada por todos los gobiernos, pero que, sin embargo, no impidi¨® que la cita deportiva se desarrollase con normalidad. Ni siquiera ese mismo d¨ªa se suspendieron pruebas de forma intencionada, como respuesta del COI a los que intentaron quebrantar el orden.
Una de las v¨ªctimas fue un c¨¢mara de la televisi¨®n turca, Melih Uzunyol, que sufri¨® un ataque al coraz¨®n tras el incidente. La otra fallecida fue Alice S. Hawthorne. Quedaban ocho d¨ªas para la clausura de los Juegos. Pero ya nada fue igual. Richard Jewell fue quien alert¨® a la polic¨ªa. El acusado del atentado, Eric Robert Rudolph, tambi¨¦n considerado responsable de ataques con bomba contra una discoteca gay y dos cl¨ªnicas en las que se practicaban abortos, fue arrestado en Carolina del Norte en mayo de 2003.
No era la primera vez que la sinraz¨®n interrump¨ªa unos Juegos Ol¨ªmpicos. En 1972, en M¨²nich, un ataque terrorista de ocho miembros del grupo palestino ¡®Septiembre Negro¡¯ sembr¨® el p¨¢nico para demandar la liberaci¨®n de 234 prisioneros alojados en c¨¢rceles israel¨ªes, as¨ª como tambi¨¦n que soltaran a los fundadores de la Facci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo, que estaban presos en Alemania. Los terroristas atacaron la residencia israel¨ª en la Villa Ol¨ªmpica de los Juegos, matando a dos deportistas (tambi¨¦n muri¨® un guerrillero en el asalto) y tomando a nueve rehenes, a quienes llevaron a un aeropuerto desde donde negociaron. Despu¨¦s, un asalto fallido de la polic¨ªa alemana acab¨® con quince muertos m¨¢s: nueve israel¨ªes, cuatro palestinos m¨¢s, un polic¨ªa y un piloto de los helic¨®pteros que hab¨ªa pedido los terroristas para escapar. Fueron 18 en total. Tres de los secuestradores sobrevivieron y fueron arrestados, pero m¨¢s tarde fueron liberados tras el secuestro de un avi¨®n.?
En el nuevo siglo, la sangr¨ªa ha continuado. El 3 de marzo de 2009 hubo un asalto terrorista al equipo de cr¨ªquet de Sri Lanka, en Lahore, donde iban a disputar un partido ante Pakist¨¢n. Hubo siete muertos, por lo que el partido se suspendi¨®. El f¨²tbol, tan masacrado por otras tragedias que nada han tenido que ver con el terrorismo y s¨ª con la invasi¨®n y el descontrol (Heysel, Hillsborough¡), tambi¨¦n ha vivido recientemente atentados terroristas. De los ¨²ltimos, el 8 de enero de 2010, cuando miembros de la guerrilla independentista Frente de Liberaci¨®n del Enclave de Cabinda asaltaron el autob¨²s que transportaba a la selecci¨®n de Togo a la Copa de ?frica. Murieron tres personas y hubo siete heridos, entre ellos cinco futbolistas. Togo se retir¨® de la competici¨®n aunque el campeonato sigui¨® su curso. ¡°Nos ametrallaron como a perros¡±, dijo el exdelantero del Nantes Thomas Dossevi.
En Espa?a tambi¨¦n ha habido situaciones de terror en estadios de f¨²tbol por otros atentados. El mi¨¦rcoles 1 de mayo de 2002, horas antes de las semifinales de Champions entre el Madrid y el Bar?a en el Santiago Bernab¨¦u, la polic¨ªa desactiv¨® un coche bomba de ETA junto a Torre Europa. Todo empez¨® a las 16:55. A esa hora un Renault 19 cargado con 20 kilos de cloratita explosionaba a 120 metros del estadio en la intersecci¨®n de la calle General Per¨®n con el Paseo de la Castellana. Hubo 16 heridos leves. Y multitud de da?os materiales. Media hora antes, una llamada de la banda terrorista al diario Gara, alert¨® de la colocaci¨®n del explosivo. Despu¨¦s, hubo una segunda explosi¨®n. En la Glorieta de Embajadores. Sin da?os personales. El coche que vol¨® era con el que se hab¨ªan dado a la fuga los terroristas. En una reuni¨®n de urgencia en el Bernab¨¦u a las siete de la tarde se decidi¨® que se jugase el partido.
El Bernab¨¦u tambi¨¦n vivi¨® otro susto el 12 de diciembre de 2004. Esa noche, a seis minutos para que finalizase un Real Madrid-Real Sociedad, un aviso de bomba oblig¨® a desalojar el estadio entre la angustia de la afici¨®n. Al final, fue una falsa alarma. Lo que quedaba de partido se disput¨® casi un mes despu¨¦s, el 5 de enero de 2005. La noche en la que el Real Madrid fue capaz de deshacer el empate de penalti en esos minutos que restaban.
Los ¨²ltimos atentados contra el deporte, antes de este en Boston, se dieron en Somalia y L¨ªbano. El primero iba dirigido contra las autoridades deportivas de Somalia. Fue el pasado 5 de abril de 2012. Murieron 10 personas por la bomba que explosion¨® en el Teatro Nacional de Mogadiscio. Said Mohamed Mur, presidente de la Federaci¨®n de F¨²tbol de Somalia, y Adam Haji Yabarow, m¨¢xima autoridad del Comit¨¦ Ol¨ªmpico. El segundo fue el 18 de enero pasado contra el ministro de deportes de L¨ªbano, Faisal Karami. Varios terroristas asaltaron su convoy. ?l sali¨® ileso pero dej¨® varios heridos.