RUGBY | SEIS NACIONES | ITALIA 6 - GALES 26
Halfpenny vale su peso en oro
Dirigi車 la victoria en el Ol赤mpico, ante una Italia impotente, con seguridad y un pie quir迆rgico. Gales se frota las manos ante un hipot谷tico partido final ante Inglaterra.
Si Gales hab赤a conquistado Par赤s hace quince d赤as, ayer tom車 Roma. En t谷rminos hist車ricos, la victoria en Italia podr赤a considerarse apenas una obligaci車n cumplida para el equipo de Robert Howley, pero hay que cerrar la perspectiva un poco m芍s, en lo que se refiere al estado competitivo de esta Italia de hoy y, sobre todo, abrirla para mirar el 迆ltimo a?o de Gales.
Tras su pobre comienzo en Irlanda, que dio la impresi車n de prolongar un largo episodio de extrav赤o, Gales sum車 el segundo triunfo consecutivo lejos de Cardiff . Y confirm車 algunos aspectos apreciables de su juego: puede no haber recuperado todo el brillo, pero s赤 la compostura y la capacidad, f赤sica y t芍ctica, para dominar partidos cerrados, ponerlos de su lado con ensayos como el de Cuthbert y, por supuesto, cerrarlos a cualquier intemperancia con la proverbial seguridad en todos los 芍mbitos de su zaguero: se llama Halfpenny, pero no vale medio penique. Su rugby es oro puro.
El Drag車n rebas車 con un ejercicio muy consistente a una Italia hu谷rfana de Parisse y de juego, alejada de la agresividad del primer d赤a contra Francia. A迆n no es el mejor Gales, pero es un equipo basado en competencias y fundamentos incontestables. Lo dem芍s lo hace su calidad. No fue un partido vistoso. El Seis Naciones, fuera del furibundo Gales-Irlanda, ha evolucionado hacia un rugby para iniciados, sin grandes alegr赤as est谷ticas para el espectador medio.
El primer tiempo de ayer en Roma, jugado bajo una lluvia agotadora, tuvo mucho que ver en esa impresi車n. Pasadas las primeras patadas a palos, los aciertos de Halfpenny y Burton que mantuvieron en movimiento el marcador, el partido se dirigi車 hacia una de esos largos pasajes de juego a谷reo que tanto preocupan a los abogados del rugby como espect芍culo visual.
La m迆sica del juego se hizo mon車tona. Antes de lanzarse al abierto, todo el mundo se miraba los pies y se tentaba la ropa. Volaban los balones verticales a la b迆squeda de la equivocaci車n contraria, cruzaban el campo pelotazos especulativos a los que les importaba mucho m芍s el territorio que la posesi車n, y la 迆nica tensi車n consist赤a en saber si el receptor domesticar赤a la pastilla de jab車n en medio de la tempestad, o ir赤an todos a una de esas mel谷s fastidiosas que vienen precedidas del lamento por un bal車n adelantado.
Lo hicieron muy a menudo. Gales hab赤a comenzado esas jugadas con una superioridad llamativa frente a un equipo como el italiano, y de ellas extrajo tres golpes capitalizados por Halfpenny. Italia no levant車 demasiado juego, m芍s all芍 del par de golpes que pas車 Burton y algunas intentonas raciales de Venditti. Brunel hab赤a introducido a Gori y al sudafricano de apertura: ambos tuvieron una tarde m芍s bien p芍lida, de decisiones y ejecuciones muy discutibles. Respecto al sustituto de Parisse, el fijiano Vosawai, qued車 sentada la distancia entre uno y otro.
Algo que cualquiera sab赤a de antemano. Cuando Italia pudo pisar la 22 y enlazar algunas fases de juego, ya en desventaja, Gales presion車 bien los alrededores de los agrupamientos y no permiti車 espacios que explotar. Burton acab車 el 迆nico avance sustancial de La Nazionale con un drop desviado. En cuanto el reloj entr車 en los 40 minutos, alguien pate車 la pelota a la tribuna y todos se retiraron contentos al calor amigable del vestuario.
La Italia que sali車 del t迆nel tra赤a otra idea. El intercambio de golpes no le interesaba, porque cuando se trata de patear a palos Halfpenny, como dice Shane Williams, es mister reliable. O sea, un se?or fiable. As赤 que al primer minuto los italianos tocaron arrebato en la persecuci車n de una patada campo abajo. S車lo sacaron una mel谷 perdida a cinco metros de la l赤nea de marca, pero Venditti hab赤a olisqueado el ensayo y se pusieron codiciosos. Gori se anim車 a subir el ritmo de reciclaje y el partido dio la impresi車n de querer despertarse, aunque las frecuentes patadas de Burton, algunas sin gran sustancia, rebajaron la presi車n de Gales.
Por desgracia para Italia, la indeterminaci車n de su juego deriv車 hacia la imprudencia. Con gran sencillez, Gales dio el primer golpe en la mesa. Fue apenas un avance m芍s hasta los alrededores de la 22 contraria. Ah赤, Phillips avanz車 con una patadita a la caja que parec赤a m芍s bien inocua, pero que se les envenen車 en el bote a Masi y Burton. La equivocaci車n compartida de ambos la aprovech車 Jonathan Davies, que hab赤a seguido el toque de su medio mel谷, para meterse solito en ensayo.
Con 6-16, el resultado con el que Gales hab赤a ganado en Par赤s, la tarde se les hab赤a cruzado del todo a los italianos. Italia trat車 de rehacer el tejido de su rugby, jugando posesiones m芍s largas para tratar de construir. Gan車 una touche arriba en ataque y provoc車 un golpe en la bajada de Minto que cobr車 Burton. Iba a ser el 迆ltimo estertor del conjunto de Brunel. Llegada la hora de juego, una amarilla a Castrogiovanni puso a Italia contra la pared.
Sin Castro ni Parisse, ?qu谷 ser赤a de Italia? Apenas dos minutos m芍s tarde, Cuthbert acab車 el partido con una jugada arrancada plena de fuerza y empuje (el avance poderoso de Phillips y un par de rucks), de estrategia (la pelota transmitida hacia Jamie Roberts, el amago de carrera de Davies y el pase a Cuthbert, que cort車 cruzando el intervalo abierto por Canale) y la excelente finalizaci車n del ala gal谷s, que aprovech車 la lluvia para deslizar su cuerpo hasta la victoria
Halfpenny anot車 la conversi車n, bien esquinada: qu谷 importa el 芍ngulo si el tee de pateo se lo suele entregar nada menos que Neil Jenkins. Es decir, que viene bendecido por uno de los genios m芍s acabados que tuvo Gales en su historia reciente. Halfpenny, inmenso bajo la lluvia y los up and under italianos, implacable a pelota parada, hab赤a sido el domador del partido y su ejecutor. El Drag車n administr車 los veinte minutos restantes sin mayor apretura y en Cardiff la gente festej車 el regreso de los suyos.
Los m芍s atrevidos pidieron otra pinta y les dio por pensar si, despu谷s de todo, no acabar芍 ocurriendo que el equipo de Howley se juegue el torneo contra Inglaterra, nada menos, el 迆ltimo d赤a en el Millennium.