"Quer¨ªamos revitalizar el balonmano y lo logramos"
Apenas una semana despu¨¦s de que Espa?a se proclamara campeona del mundo de balonmano, el presidente de la Federaci¨®n acudi¨® al Foro Espacio 2014-AS.

Cuando Jos¨¦ Antonio Camacho estuvo con las tropas espa?olas desplazadas en el L¨ªbano, los soldados se cuadraban en su presencia y le saludaban militarmente. El mismo impulso provoca Juan de Dios Rom¨¢n, figura imponente del deporte espa?ol. Describir su vinculaci¨®n con el balonmano es una tarea ¨ªmproba e innecesaria, porque despu¨¦s de 50 a?os dedicados a la tarea, Juan de Dios es el balonmano mismo, tan reconocible como el bal¨®n manchado o la porter¨ªa sufriente. Ni el apellido le hace falta para distinguirse de otros Juanes y de otros bigotes. Juan de Dios, alma del balonmano espa?ol, entrenador de siete metros, profesor y presidente, estuvo ayer en el Foro Espacio 2014-AS para hablar del Mundial victorioso y para recordar que se marcha, aunque no muy lejos.
Al igual que Pedro Ferr¨¢ndiz, inspiraci¨®n de cada Foro desde su retiro de Alicante, Juan de Dios parece haber llegado a un pacto con el diablo o con los antioxidantes, de manera que ni le asoman las canas ni se le aprecian los achaques. Hasta Cecilio Alonso y Lorenzo Rico, mitos presentes en la sala, dejan intuir alguna gotera es sus gloriosas osamentas. Juan de Dios, sin embargo, es el de siempre. El pelo hacia atr¨¢s y el cuerpo hacia delante. Persuasivo, vehemente, apasionado.
Jos¨¦ Luis S¨¢ez, presidente del baloncesto espa?ol y anfitri¨®n del Foro (su Mundial llegar¨¢ en 2014), present¨® as¨ª al invitado: "Juan de Dios Rom¨¢n es un referente. Extreme?o como yo, me ha ense?ado much¨ªsimas cosas: traslado de conocimientos, al que nunca podr¨¦ llegar, y traslado de pasi¨®n, a la que intento acercarme. Hace una semana, el balonmano nos llen¨® de alegr¨ªa y debo decir que me satisfizo especialmente. Mi primer deporte, en los Maristas de Badajoz, fue el balonmano, aunque ellos fueron m¨¢s listos y se deshicieron de m¨ª".
Batalla. Juan de Dios correspondi¨® a los elogios. "Quiero agradecer a todos la invitaci¨®n, tambi¨¦n a Pedro Ferr¨¢ndiz, impulsor de la Fundaci¨®n. En alguna ocasi¨®n ya tuve la ocasi¨®n de estar en esta mesa. Mi voz est¨¢ atacada por la tremenda batalla que hemos tenido que vivir durante los ¨²ltimos dos a?os y en particular, los ¨²ltimos tres meses. Cuando me pidieron venir al Foro, el tema parec¨ªa imposible de evitar, el Mundial o la organizaci¨®n del Mundial. Por otro lado, tambi¨¦n se hablaba de lo que supon¨ªa mi anunciado adi¨®s a la Federaci¨®n Espa?ola. Adem¨¢s, quer¨ªan que hablara de la evoluci¨®n. Lo har¨¦, y tomar¨¦ como ejemplo a la federaci¨®n de baloncesto, capaz de desarrollarse con una gesti¨®n moderna, no hay m¨¢s que ver esta sede".
A continuaci¨®n, Juan de Dios se?al¨® algunas fechas decisivas en su trayectoria personal y en la historia del balonmano, tan ligadas ambas. "En 1964 comenc¨¦ a entrenar a ni?os en el Colegio Recuerdo. Aquel primer partido como entrenador, en el que perdimos 36-2 contra el SA-FA, fue el inicio de siete a?os de trabajo que terminaron con mi fichaje por el Atl¨¦tico. As¨ª es: el concepto victoria y derrota se abrazan ¨ªntimamente. Cu¨¢ntas veces los t¨¦cnicos tardamos en darnos cuenta de los errores que cometemos. Evitarlos deber¨ªa ser lo m¨¢s importante".
"Algunos a?os despu¨¦s, en 1972, recuperamos el balonmano para los Juegos (ausente desde Berl¨ªn 1936). En M¨²nich, Espa?a fue 15? sobre 16, pero fue clave estar all¨ª. Nuestro deporte vivi¨® de la ense?anza de los pa¨ªses del Este y que nadie crea que fue f¨¢cil acceder al Instituto de los Deportes de Leipzig o Bucarest. En 1991 se cre¨® la Federaci¨®n Europea. Signific¨® entrar en la senda del semiprofesionalismo y esto a¨²n nos tiene en vilo, porque seguimos igual, ni vino tinto ni vino blanco, con la mayor¨ªa de clubes de la Asobal, con la excepci¨®n del Bar?a y el Atl¨¦tico, incapaces de cumplir sus presupuestos".
<l>Despacho.</l>
"Cuando acab¨¦ como entrenador en el Ciudad Real surgi¨® esta aventura de dirigir la Federaci¨®n. En diciembre de 2008 tom¨¦ posesi¨®n y del anterior equipo s¨®lo recib¨ª las llaves. Nombr¨¦ entrenador a Valero Rivera y terminamos el Mundial en el puesto 13?. La experiencia me confirma que la continuidad de los entrenadores es imprescindible en los ciclos federativos".
"En la Federaci¨®n nos encontramos con un d¨¦ficit de medio mill¨®n de euros y decidimos presentar la candidatura al Mundial 2013 para revitalizar la base del balonmano, los practicantes, el p¨²blico y la audiencia. A partir de ese momento tuvimos 25 meses para organizar el torneo dentro de una situaci¨®n cambiante en lo institucional y marcada por la crisis. El criterio fue la m¨¢xima eficiencia econ¨®mica. Barajamos tres presupuestos, del optimismo a la austeridad absoluta: 17, 15 y 11 millones de euros. Finalmente nos gastamos 8,5. El objetivo era que no costase un euro al presupuesto ordinario y poder cubrir el d¨¦ficit heredado. Y lo hemos conseguido".
"Para hacerlo a¨²n m¨¢s dif¨ªcil, no hemos trabajado a gusto con la Federaci¨®n Internacional. Ellos me dec¨ªan: 'Juan, no te olvides de que un Mundial es un negocio'. Pero yo no estoy de acuerdo, especialmente si no es un negocio para el balonmano espa?ol. Tampoco he avanzado en mi lucha con la IHF por racionalizar los calendarios (se disputan Europeos los a?os pares y Mundiales los impares), pese a lo sucedido esta temporada: en trece meses hemos jugado Europeo, Preol¨ªmpico, Juegos y Mundial".
"Al margen de la gesti¨®n econ¨®mica y del ¨¦xito deportivo, los resultados del Mundial hablan por s¨ª solos. Veintid¨®s millones de espectadores de audiencia acumulada, una valoraci¨®n publicitaria de 41 millones, ni una sola queja de los 24 equipos participantes, ni un solo caso de dopaje en el centenar de controles realizados y el objetivo inicial cumplido: revitalizar el balonmano".
Analizado el Mundial, Juan de Dios tambi¨¦n se refiri¨® a las decepciones con las que abandonar¨¢ el cargo. "Primero, no haber conseguido un asentamiento de la liga femenina, una de las cuestiones que m¨¢s me han dolido en estos cuatro a?os. En segundo lugar, el proyecto Fundaci¨®n Balonmano, que est¨¢ en marcha, pero no consumado. Por ¨²ltimo, la necesidad de afrontar un cambio absoluto en la estructura de la Federaci¨®n, que es la raz¨®n por la que lo dejo. La Federaci¨®n est¨¢ en el momento de romper con el pasado y buscar nuevas f¨®rmulas, y yo no me siento con la suficiente fuerza para afrontar ese reto. Quiz¨¢ sea por el desgaste de los ¨²ltimos a?os, o porque hay que utilizar unas v¨ªas que no domino".
"En este sentido, siento envidia sana del baloncesto, el ¨²nico deporte en pista que nos supera. Ellos han sabido modernizarse y explotar al m¨¢ximo sus recursos propios. En el a?o 68 triplic¨¢bamos al baloncesto en fichas, pero entonces no supimos adaptar los clubes a una estructura neoprofesional. Ellos s¨ª han sabido hacerlo. Pero no hay que rendirse. Tenemos unos 70.000 federados y el sue?o de alcanzar los 200.000 en los pr¨®ximos cuatro a?os".
"El balonmano no pod¨ªa quedar fuera del ¨¦xito del deporte espa?ol. El f¨²tbol es el f¨²tbol, pero en 2005, el balonmano ya fue campe¨®n del mundo. Y el primer m¨¦rito lo tuvo el hockey patines. A pesar de los pesares, el deporte espa?ol ha caminado bien y debe caminar as¨ª. El balonmano tiene un claro recorrido a ocho a?os vista en los hombres y un futuro un poco m¨¢s preocupante en las mujeres. El 95% de las chicas se han ido a jugar al extranjero. El trabajo hecho con anterioridad dar¨¢ fruto en el futuro. Hay que tener optimismo, no podemos caer en el des¨¢nimo de los recortes".
"Durante toda mi vida he cumplido mi gran objetivo, no alejarme de la ense?anza y esa condici¨®n marc¨® mi vida. De ah¨ª que me llamaran el profesor que entrena, o el entrenador que ense?a. Mi actividad como t¨¦cnico no se ha basado ¨²nicamente en el objetivo de ganar. He dirigido 260 partidos seg¨²n Luismi L¨®pez, de cuyos datos me f¨ªo ciegamente, y 248 partidos seg¨²n la Federaci¨®n".
Valero. Por ¨²ltimo, Juan de Dios se refiri¨® a la situaci¨®n de Valero Rivera, seleccionador nacional desde que ocupa la presidencia. "Llegu¨¦ con ¨¦l a un doble compromiso: acabar¨¢s el contrato cuando yo acabe y dejar¨¢s de actuar de manera directa como representante de jugadores. Ambas cosas las ha cumplido y no he tenido ni una sola queja de su labor, al contrario."