El ¨²ltimo baile de Ray Lewis en la Super Bowl

A Ray Lewis le gusta ser el centro del universo de los Baltimore Ravens para los bueno y para lo malo. El veterano jugador se retira en el partido de la Super Bowl del domingo frente a San Francisco despu¨¦s de 17 temporadas en la NFL, promete que su "baile de la ardilla" previo al encuentro ser¨¢ el mejor de su carrera, recuerda que no es un criminal a pesar de estar involucrado en el a?o 2000 en el muerte de dos hombres y alega que no ha utilizado en su carrera esteroides.

Para que los Ravens ganen un partido en el que no son favoritos Lewis, de 37 a?os, tiene que ser Lewis. Duro, incansable, violento, descarado, inhumano y el mejor l¨ªder que tiene el vestuario de los de Baltimore.

Todo empieza en el t¨²nel a la espera de recibir el permiso para saltar al campo. Entonces empieza el show del "baile de la ardilla" en el que este linebacker, de 37 a?os, contornea las caderas, mueve sus brazos, su cabeza, da pasos de bailar¨ªn a lo Baryshnikov y emite unos rugidos que hielan la sangre de los contrarios y disparan los instintos m¨¢s primitivos de sus compa?eros.

A partir de entonces, Lewis y los defensores de los Ravens tienen como ¨²nico objetivo quitar la pelota al contrario. Ya sea el quarterback o el corredor o cualquier delantero que no lleve sus colores.

Despu¨¦s de 17 a?os en la Liga, un t¨ªtulo en el a?o 2000, 13 participaciones en la Pro Bowl de los mejores jugadores de la NFL, dos premios al mejor defensor en los a?os 2000 y 2003 y m¨¢s de 2000 tackles (placajes) se marcha porque su cuerpo le pide un descanso.

La revista Sports Illustrated ha publicado esta semana que el pasado mes de octubre Lewis tom¨® una sustancia que se extrae de los cuernos de los ciervos y que tiene poderes curativos para recuperarse de una lesi¨®n en el tr¨ªceps de un brazo derecho. Este spray contiene una hormona que est¨¢ prohibida por la NFL al tratarse de una sustancia anabolizante.

"No es cierto. No tom¨¦ nada y no me pueden acusar de algo que no he hecho. Todo es una gran estupidez que no tiene sentido. Nunca, nunca he tomado nada prohibido", ha dicho el jugador que dice que estos comentarios no afectar¨¢n su juego en su ¨²ltimo partido.

Pocas personas se atreven a preguntarle estos d¨ªas sobre lo que ocurri¨® en Atlanta en las horas posteriores a la Super Bowl del a?o 2000 cuando en un callej¨®n dos hombres resultaron muertos de varias pu?aladas al coraz¨®n. Lewis se declar¨® culpable de obstrucci¨®n a la justicia pero la polic¨ªa de Atlanta no pudo descubrir si el jugador o dos de sus amigos que estaban con ¨¦l en una discoteca apu?alaron a las v¨ªctimas.

Uno de los testigos, Reginald Oakley, prepara un libro sobre el incidente y dice que "Ray fue el objetivo de un robo por la forma en la que iba vestido y aparentaba que tiene dinero". Oakley no ha querido revelar qui¨¦n mat¨® a los dos hombres y no ha aclarado porqu¨¦ hab¨ªa sangre en la limusina de Lewis y porque el traje de color blanco que llevaba el deportista no apareci¨® jam¨¢s.

"Nadie tiene derecho a preguntarme de este asunto y mucho menos en esta semana", se ha protegido Lewis. "Pero no pasa un d¨ªa en mi vida en que no piense en lo que sucedi¨® aquella noche", ha afirmado.