Atletismo | Mundiales de Berl¨ªn | 100 m (M)
Sobrenatural
Usain Bolt hizo historia ayer en el Estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn con una plusmarca mundial (9.58). La plata fue para Tyson Gay (9.71) y el bronce para Asafa Powell (9.84). Ninguno pudo hacer nada ante el vendaval de velocidad que ofreci¨® Bolt en la fi nal m¨¢s r¨¢pida de siempre.
Si existe un ser humano que pueda hacer lo que hace Usain Bolt en 100 metros lisos, ese ser, como m¨ªnimo, desconocido o se encuentra dando sus primeros pasos en una jungla perdida del Caribe. Entonces, lo que hace Bolt es sobrehumano. El mejor tiempo del Ben Johnson m¨¢s dopado, en 1988, en Se¨²l fue 9.79. Un Johnson cibern¨¦tico, como indestructible. Tyson Gay, un sensacional, sedoso velocista, bati¨® ayer en Berl¨ªn el r¨¦cord de Estados Unidos: 9.71. Hubiera puesto en rid¨ªculo a Ben Johnson y, por supuesto, a Carl Lewis.
Pero, al a?o exacto de sus asombrosos 9.69 en el Nido de Pek¨ªn, Bolt impact¨® en la pista azul del Olympiastadion berlin¨¦s, un destructor cometa negro, un Alien sobrenatural: 9.58 en 100 metros lisos con 0,9 de viento metros a favor no parece una marca de este mundo. Es algo sobrenatural, ?freak?, casi pornograf¨ªa: a 21 cent¨¦simas de ?aquel? Ben Johnson de Se¨²l, a 13 cent¨¦simas del pobre Gay y su fabuloso r¨¦cord americano? ?d¨®nde va a detenerse este prodigio que venimos viviendo en las pistas del planeta Tierra? ?De d¨®nde ha venido este Bolt que jura: "Estoy en una gran forma, pero no en mi mejor forma posible; no esperaba este r¨¦cord..."?
Si Bolt no estaba al m¨¢ximo, ?d¨®nde est¨¢ su l¨ªmite, qu¨¦ razones ampararon esta haza?a bestial? En semifi nales, Usain hab¨ªa hecho 9.89... en tirones cortitos. Pod¨ªa esperarse cualquier cosa. Pero la fi nal tuvo una clave: tras una igualada reacci¨®n en la salida (0.146, Bolt; 0.144, Gay), Tyson Gay aguant¨® el tir¨®n inicial del extraterrestre que vino del Caribe. Y en 50 metros, media carrera, Gay, calle cinco, a¨²n busc¨® un ¨²ltimo cambio. En la calle cuatro, Bolt mir¨® de reojo, sinti¨® a Gay en su cadera? y, en respuesta y represalia, despeg¨® con un inhumano latigazo de cadera: imposible de seguir. Ning¨²n ser humano en este mundo, ni siquiera Gay o Asafa Powell, en la calle seis, maneja en sus fi bras respuesta alguna ante este mazazo de una m¨¢quina humana de 196 cent¨ªmetros de altura, coordinada y din¨¢mica hasta la ¨²ltima neurona.
En la recta de 100 metros, el reino del Rel¨¢mpago Bolt, el fi no Gay y el imponente Powell, (imponente ante cualquier otro rival, claro) son lo que fueron el sabio estilista Archie Moore y el excelente Jersey Joe Walcott ante el prehist¨®rico gancho de derecha de Rocky Marciano: nada. Moore y Walcott eran buen¨ªsimos, pero carec¨ªan de argumentos ante la pegada destructora de Marciano. Gay y Powell no tienen nada con lo que frenar a este marciano de las pistas. El reino de Bolt es la recta de 100 metros. Pero la curva de 200 metros del Olympiastadion ya surge en el horizonte. Y Bolt promete ?grandes cosas? en esa curva?