El hombre que venci¨® al c¨¢ncer
La milagrosa recuperaci¨®n y la bella historia de Lance Armstrong fue un soplo de esperanza en el Tour de 1999, tras una edici¨®n anterior marcada por el 'caso Festina'. Pero en los a?os siguientes recay¨® sobre el texano la sospecha del dopaje por la cerrada defensa que hizo de su m¨¦dico, Michele Ferrari.


El ambiente estaba enrarecido en los d¨ªas previos al Tour de Francia 1999. El 'caso Festina', la sombra del dopaje masivo, el miedo a la persecuci¨®n policial, asomaban por cada rinc¨®n. Marco Pantani y Jan Ullrich, los ¨²nicos campeones en activo, no estaban en la salida. Y entonces, el 3 de julio, Lance Armstrong (Austin, 18-9-1971) lanz¨® un soplo de esperanza ganando el pr¨®logo de Puy de Fou con mejor crono que Miguel Indurain en 1993. Fue el primer pilar de sus siete reinados consecutivos.
Armstrong era entonces el candidato ideal para relanzar el ciclismo. El texano no hab¨ªa corrido el pol¨¦mico Tour de 1998, porque era el a?o de su reaparici¨®n tras haber estado 518 d¨ªas recuper¨¢ndose de un c¨¢ncer de test¨ªculos con met¨¢stasis en los pulmones y el cerebro. Una bella historia de superaci¨®n. El 2 de octubre 1996, en el Hospital de Saint Davis (Austin), el doctor Reeves le anunci¨® su enfermedad. Desde entonces el americano celebra su cumplea?os en esta fecha. "El c¨¢ncer cambi¨® mi vida, me hizo mejor persona", ha repetido Lance numerosas veces.
Al d¨ªa siguiente le extirparon un test¨ªculo y don¨® esperma para asegurarse la paternidad en el futuro. El resultado de aquella previsi¨®n son hoy sus tres hijos: Luke y las gemelas Isabelle y Grace. Otro de los milagros de Lance. Los tuvo con Kristin, su enfermera en los d¨ªas m¨¢s duros, de quien se divorci¨® en septiembre de 2003. Un mes despu¨¦s, la actriz Sandra Bullock le present¨® a su actual pareja, la cantante Sheryl Crow, en una fiesta del tenista Andre Agassi.
El americano inici¨® su competici¨®n m¨¢s dura, su carrera contra la muerte, con duras sesiones de quimioterapia. Le hab¨ªan dado un 40% de posibilidades de sobrevivir, aunque era una mentira piadosa: en realidad eran del 3%. Armstrong lo recuerda en 'La Vuelta a la vida', el primero de sus dos libros autobiogr¨¢ficos: "El m¨¦dico me dijo: 'Te voy a matar, cada d¨ªa te matar¨¦ un poco y luego te resucitar¨¦'. La cuesti¨®n era matar al c¨¢ncer antes de que me matara a m¨ª".
Armstrong retorn¨® a la competici¨®n en la Vuelta a Andaluc¨ªa en febrero de 1998. Su cuerpo era distinto al del ciclista que gan¨® el Mundial de Oslo en 1993 o la Flecha Valona en 1996. Adelgaz¨® diez kilos (de 82 kg a 72), cambi¨® su musculatura... Aquella temporada la termin¨® con un cuarto puesto en la Vuelta a Espa?a. Entonces apareci¨® en su vida el holand¨¦s Johan Bruyneel para convencerle de que ser¨ªa capaz de ganar el Tour. Dicho y hecho. Director y campe¨®n han compartido intensamente siete temporadas de gloria.
Pero aquel soplo de esperanza de 1999 comenz¨® a tornarse en sospechas en los a?os sucesivos. Armstrong no ha podido salvarse de la eterna sospecha de dopaje, aderezada por revelaciones de su ex masajista Emma O'Reilly y de su ex mayordomo Mike Anderson. Y lo peor de todo es que el propio corredor ha fomentado las dudas con su cerrada defensa de su m¨¦dico, el italiano Michele Ferrari, condenado en Italia por fraude deportivo y padre, junto al profesor Conconi, del dopaje con EPO de los a?os 90. Su marcaje "en defensa de todo el pelot¨®n" a Filippo Simeoni, el testigo principal contra Ferrari, abri¨® todav¨ªa m¨¢s interrogantes en torno a Lance.