Atenas 2004 | H¨ªpica
Ferrer-Salat hace bronce a ritmo de tecno y flamenco
La catalana, que fue plata por equipos, logr¨® el doblete
Emocionada por las palabras de la Reina Do?a Sof¨ªa y con l¨¢grimas en los ojos, Beatriz Ferrer-Salat, de 38 a?os, agrand¨® su historia y, de paso, la de la h¨ªpica espa?ola cuando se colg¨® la medalla de bronce obtenida ayer en el concurso individual. Lo hizo a lomos de Beauvalais, en los que pueden ser los ¨²ltimos Juegos Ol¨ªmpicos de este ejemplar que ha hecho posibles los sue?os de gloria de la amazona espa?ola. Con el bronce de ayer, la amazona catalana logra hacer pleno en la competici¨®n ol¨ªmpica de doma ya que el pasado s¨¢bado se hac¨ªa con la plata por equipos junto a sus compa?eros Rafael Soto, Ignacio Rambla y Juan Antonio Jim¨¦nez.
Detr¨¢s de estas dos medallas se esconde el duro trabajo que ha tenido que hacer Ferrer-Salat con esta especie de gimnasta equino, cuya calidad muscular no le dio el resultado esperado a su anterior propietario, que acept¨® la oferta de compra. Cuando la ya doble medallista ol¨ªmpica lo adquiri¨®, ten¨ªa una gran facilidad para irritarse o para tumbarse en el suelo en cuanto intu¨ªa que iba a ser montado. La propia amazona espa?ola tuvo que sufrir estos arrebatos en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000 cuando su caballo Beauvalais reculaba hasta el cuadrilongo por los nervios que le causaban la presencia de las c¨¢maras de televisi¨®n.
Entrada en trance. Desde los numeritos de Sydney hasta hoy, Beatriz Ferrer-Salat logr¨® que el animal haya conseguido serenarse y que ambos puedan ser considerados como un todo cuando compiten, una de las claves para poder estar en la ¨¦lite de la doma. Ella misma acostumbra a hablar de que la interacci¨®n entre el jinete y el caballo es grandiosa al darse con un ser vivo de tan diferentes caracter¨ªsticas a las humanas. Es una especie de entrada en trance, en la que la concentraci¨®n, la sensibilidad y la paciencia son las bases para que el ejercicio cumpla la est¨¦tica y la elegancia necesarias para poder optar a una medalla en las grandes competiciones, dominadas habitualmente por alemanes y holandeses.
Esa interacci¨®n la lograron ayer Beatriz Ferrer-Salat, y su caballo, Beauvalais, al ritmo de una coreograf¨ªa que mezclaba la moderna m¨²sica electr¨®nica del siglo XXI con algunos toques flamencos. El ejercicio le vali¨® para mantener el tercer puesto con un porcentaje combinado de 76.667 por delante de la norteamericanas Deborah McDonald (75,653), que era su gran rival antes de iniciarse el concurso final. La holandesa Anky Van Grunsven con Salinero (79.278), empez¨® la jornada segunda y termin¨® ganando, y la alemana Ulla Salzgeber (78.833) estaban fuera de su alcance.