Los ¨¢rbitros, unos se?ores
No existe comparaci¨®n posible de los ¨¢rbitros en esta Copa del Mundo con los de ning¨²n otro deporte en una competici¨®n de nivel mundial. F¨ªjense en su forma de hablar a los jugadores. El trato por igual a los dos equipos, juegue Nueva Zelanda o juegue Jap¨®n. Nunca se ponen nerviosos. Si tienen una duda consultan con su juez de touch sin que ning¨²n jugador se acerque. Su conducta dentro del campo es totalmente normal. No van de protagonistas sino de jueces que interpretan el reglamento. Muchos se pueden preguntar c¨®mo es posible que estos ¨¢rbitros controlen a 30 hombres que se van a jugar la vida en el campo. La respuesta es f¨¢cil. Estos ¨¢rbitros, adem¨¢s de ser jueces, son aut¨¦nticos deportistas. F¨ªjense en su f¨ªsico. Todos ellos han jugado al rugby. Sus piernas fuertes y anchas delantan que han pateado el bal¨®n desde hace muchos a?os.
Por eso comprenden a los jugadores. Y estos a su vez saben que no est¨¢n tratando con cualquiera, sino con uno que ha sido de los suyos. El respeto con el que los jugadores se dirigen a ellos es admirable. Por esto al ¨¢rbitro se le trata de Mister. Todos ellos est¨¢n dando un ejemplo de c¨®mo debe comportase un juez en el alto nivel. Apuesten a que todos est¨¢n viviendo la Copa con una pasi¨®n absoluta. Su se?or¨ªo y categor¨ªa son admirables. Nuestra felicitaci¨®n a los Spreadbury, O?Brian, Watson... Unos se?ores.