Una Copa de Oporto

La Copa estaba llena de vino. De vino de Oporto, por supuesto. Diecis¨¦is a?os despu¨¦s, el equipo portugu¨¦s conquistaba otro t¨ªtulo continental. Y lo hac¨ªa con todo el suspense propio de los grandes acontecimientos futbol¨ªsticos: Derlei marcaba el gol de triunfo en el segundo tiempo de una interminable pr¨®rroga. El Celtic fue un digno rival, pero evidenci¨® todas las carencias que padece en la actualidad el f¨²tbol de las Islas.

Desde el primer momento Celtic y Oporto dejaron bien claro cu¨¢les eran sus cartas. Los escoceses, fieles a ese estilo brit¨¢nico cada d¨ªa m¨¢s infrecuente, buscaban a Henrik Larsson con pelotazos largos o le entregaban el bal¨®n a Agathe para que subiera por la banda derecha y centrara al ¨¢rea peque?a; los portugueses, latinos ellos, optaban por pases cortos y un f¨²tbol de control, en la confianza de que una invenci¨®n de Deco en los metros finales desatascara la recia defensa rival.

Tras una media hora inicial de lo m¨¢s insulso, Deco empez¨® a hacer de las suyas. Primero (minuto 33) fue un tiro no demasiado potente que detuvo Douglas. Luego (minuto 42) fue un sombrero a Balde, con disparo final que desvi¨® a c¨®rner Douglas como buenamente pudo. Y, para concluir el primer tiempo (minuto 46), un pase por encima de los tres defensas verdiblancos que Alenichev empalm¨® con la pierna izquierda; el rechace fue recogido por Derlei, que no desaprovech¨® la ocasi¨®n para adelantar al Oporto en el marcador.

Si a los lusos les hab¨ªa funcionado su plan, tambi¨¦n les funcion¨® a los escoceses el suyo tras el descanso, porque un centro de Agathe al segundo poste fue magistralmente cabeceado por Larsson para empatar. Ah¨ª se volvi¨® loco el partido. Alenichev, en otra genialidad de Deco, puso de nuevo en franqu¨ªa al Oporto, pero tres minutos m¨¢s tarde Larsson, de nuevo de cabeza, dejaba las cosas en tablas, con las que acabar¨ªan los noventa minutos reglamentados.

La pr¨®rroga fue como todas las pr¨®rrogas: emocionante, pero de escasa calidad. El Oporto se aprovech¨® de su superioridad num¨¦rica y el gol postrero de Derlei vino a hacer justicia.

Desmayo del presidente

Una final siempre depara fuertes emociones. El Oporto conquist¨® su primera Copa de la UEFA y su presidente, Jorge Nuno Pinto da Costa, estuvo a punto de perd¨¦rselo. Ya en la pr¨®rroga, con el partido empatado a dos y pendiente del gol de plata, sinti¨® un fuerte dolor en el pecho y tuvo que ser atendido en el mismo palco por los servicios m¨¦dicos del Estadio Ol¨ªmpico. Se restableci¨® a tiempo y particip¨® en la fiesta.

El sol imped¨ªa ver la pantalla

Miles de aficionados del Celtic y del Oporto se quedaron sin ver la primera parte por la falta de visibilidad en la pantalla gigante instalada en el Prado de San Sebasti¨¢n. Ante la falta de visibilidad y al escucharse la narraci¨®n en espa?ol de los comentaristas de TVE, varios seguidores del Celtic se convirtieron en locutores y narraron por dos micr¨®fonos lo que iba sucediendo desde un peque?o monitor de televisi¨®n.