914 D?AS INVICTO

Jugar en el Bernab¨¦u posee un efecto bals¨¢mico para el due?o de la finca, pero para sus visitantes resulta tan inquietante como atreverse a irse ahora de vacaciones a Pek¨ªn... Lo dicen los n¨²meros, esos fr¨ªos compa?eros de viaje que nunca mienten. El Madrid tiene ante el Mallorca el reto de celebrar sus bodas de oro en el Bernab¨¦u (en Liga) sin conocer la derrota. Tirarse 50 partidos sin irse al vestuario con la cabeza gacha posee un m¨¦rito que va m¨¢s all¨¢ del factor estad¨ªstico. El Mallorca del profesor Manzano sabe lo que se cuece en este escenario y cuenta con una ventaja moral. Los isle?os aterrizan con una carta marcada porque los reds devils de Son Moix fueron los ¨²ltimos en tumbar al ej¨¦rcito blanco en su morada. Fue el 1 de noviembre del a?o 2000, cuando Figo empezaba a empaparse de madridismo, cuando Casillas era un yogur¨ªn que comenzaba a exhibir su leyenda y cuando Zidane y Ronaldo ni siquiera sospechaban desde Tur¨ªn y Mil¨¢n que el destino les iba a regalar una bonoloto millonaria sin haber rellenado el boleto.

El Mallorca, entrenado por Luis Aragon¨¦s, gan¨® con suficiencia y, desde entonces, los blancos han amurallado su estadio. 914 d¨ªas despu¨¦s nadie ha vuelto a romperle la cara ante su pueblo. Por eso, Del Bosque dar¨¢ esta tarde bola a Ronaldo, y Macca y Solari pueden tener serias opciones ya que Figo y Makelele est¨¢n diezmados y eso escuece a s¨®lo 72 horas de recibir a la Juventus. El Madrid ha echado sus cuentas y sabe que sumando los 12 puntos del Bernab¨¦u tendr¨¢ media Liga en el bote. Pero Manzano ha echado las suyas y su reactivado Mallorca se puede meter en la UEFA. Etoo, Pandiani e Ibagaza forman un atractivo tridente que obligar¨¢ a su encopetado rival a aparcar en doble fila la limusina de la Juve. Con este calendario de locos es normal que Del Bosque se olvide de su renovaci¨®n y que los mallorquines se froten las manos porque se ven firmando su triunfo 200 para regocijo de ese camerun¨¦s que, como dice Manzano, "puede terminar logrando lo que Beckham". Y pensar que Samuel era blanco...