Sud¨¢n del Sur retrata sus penurias pese a su hist¨®rica victoria en los Juegos de Par¨ªs

La historia de Sud¨¢n del Sur qued¨® marcada en rojo, subrayada y con luces de ne¨®n este 28 de julio cuando se proclamaron vencedores por primera vez en un partido ol¨ªmpico de baloncesto. Un hito para ?frica, igualmente, y m¨¢s en un pa¨ªs que es el de m¨¢s reciente creaci¨®n en el planeta. Trece a?os de existencia, con una guerra civil invisible a ojos de buena parte de la sociedad mundial pero que se refleja tambi¨¦n en un triunfo sin precedentes. Las dificultades, sobre todo econ¨®micas, son una conversaci¨®n recurrente en los conjuntos africanos que tienen los Juegos como oportunidad de visibilizarse ante el mundo (Nigeria, con Brown y Fern¨¢ndez en el staff de Tokio, pas¨® por diferentes penurias), algo que en el caso de los sursudaneses no es diferente. El seleccionador, Royal Ivey, de 42 a?os y que fue jugador de la NBA durante diez, se encarg¨® de hacerlo notar ante la prensa despu¨¦s de semejante hito.

¡°Esto es un como una pel¨ªcula. Mi vida es cine ahora mismo. Estar en los Juegos, conseguir la primera victoria. Estoy orgulloso de mis jugadores, del uno al doce, todos contribuyeron. Esto es tan real. No podr¨ªa haber experimentado algo mejor que esto. Y estoy agradecido por la oportunidad¡±

¡°No tenemos el placer de tener un gimnasio, una residencia y otras instalaciones como ¨¦sas. Hemos tenido un campus de entrenamiento duro en Ruanda, despu¨¦s viajamos a Espa?a, nos movimos bastante, cogiendo vuelos muy largos en los que mis jugadores de siete pies no ten¨ªan ni filas de pasillo. ?stas son las cosas de las que la gente no habla; no nos ven teniendo que soportar en Chad una espera de siete horas por un vuelo cancelado. Luol Deng ha estado financiando esto durante cuatro a?os de su propio bolsillo, pagando pistas, hoteles, billetes y de todo, as¨ª que sombrerazo a ¨¦l y al resto de gestores porque no habr¨ªamos juntado a este equipo si no fuera por ellos¡±

¡°Yo nunca pens¨¦ que ser¨ªa entrenador. Pens¨¦ que ser¨ªa maestro de colegio o que dirigir¨ªa mi propia escuela de entrenamiento, pero soy t¨¦cnico e invierto en la juventud y en estos j¨®venes, as¨ª que al final del d¨ªa, hombre, como dije, mi vida es una pel¨ªcula. Todo ha sido surrealista toda mi vida. He sido un superdotado en la vida. La gente me dec¨ªa que no era lo suficientemente r¨¢pido ni lo suficientemente inteligente ni lo suficientemente veloz, y sigo demostrando que la gente est¨¢ equivocada. ?sa es la historia. Puedes hacer lo que te propongas, lo que quieras, en esta vida; es alcanzable, yo soy la prueba viviente¡±

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