Marchand ya es inmortal y Zhanle vuela en una noche gloriosa

Suena, retumba, lo acompasa todo el p¨²blico antes de cada sesi¨®n de finales de Par¨ªs 2024, en un pueblo tan orgulloso de su cultura, un cl¨¢sico como el ¡®Emmenez moi¡¯ de Charles Aznavour. Una canci¨®n que las musas le inspiraron en un viaje a Macao y que en realidad trata de la pobreza, pero que los 17.000 afortunados espectadores que cada noche ocupan la grada de La D¨¦fense Arena corean como si fuera un relato glorioso. Quiz¨¢ porque el estribillo dice en franc¨¦s algo as¨ª como ¡°ll¨¦vame a los confines de la tierra, ll¨¦vame al pa¨ªs de las maravillas¡±.

Y en ese pa¨ªs no est¨¢ Alicia, es el pa¨ªs en el que reside L¨¦on Marchand, que este mi¨¦rcoles confirm¨®, ratific¨® y sell¨® su leyenda como aut¨¦ntica figura de estos Juegos, tras su primer t¨ªtulo ol¨ªmpico el domingo en el 400 estilos, ahora con dos oros en dos horas, en una velada grandiosa para la nataci¨®n, con tres r¨¦cords ol¨ªmpicos (dos de ellos, suyos, el otro de la gran Katie Ledecky) y el primer r¨¦cord mundial que se bate en la cuestionada piscina parisina, nada menos que el de Pan Zhanle super¨¢ndose a s¨ª mismo en los 100 libres.

Aunque se preparaba La D¨¦fense Arena para acoger una noche grande, y nadie quer¨ªa decirlo, exist¨ªa el recelo m¨¢s que real de que el globo se pinchase demasiado pronto. En la segunda carrera de la noche, la final de los 200 mariposa. Hab¨ªa dominado tanto en las series como en semifinales un h¨²ngaro que supuestamente hab¨ªa estado un a?o sin entrenarse, hasta marzo, que hace una semana estaba en paradero desconocido incluso para sus compa?eros y entrenadores, y que envuelto en misterio lanz¨® autoritario el nado, progres¨®, lider¨® e iba directo hacia la victoria. Que, en definitiva, es (o era) el mayor astro mariposista. Kristof Milak.

Pero ni siquiera un artista del birlibirloque como el oro en Tokio 2020 y plusmarquista mundial de la distancia pod¨ªa imaginarse la estratosf¨¦rica remontada del ya absoluto protagonista de la nataci¨®n en estos Juegos. Le sacaba el magiar a Marchand siete d¨¦cimas a falta del ¨²ltimo largo. El de Toulouse lo vio, lo igual¨® y le a?adi¨® 54 cent¨¦simas de ventaja en los ¨²ltimos metros para llegar hasta sobrado, para pulverizar el r¨¦cord ol¨ªmpico (1:51.21), destrozando en m¨¢s de un segundo su mejor marca personal para colgarse su segundo oro, el primero de una noche hist¨®rica.

Porque, sin tiempo siquiera para quedarse a dar la vuelta tras el podio, La Marsellesa y una liturgia que amenaza con convertir en rutina, se preparaba el nuevo Tibur¨®n, el de Toulouse, para unos 200 braza de nuevo majestuosos, llevado en volandas por los 17.000 de La D¨¦fense Arena, como deber¨ªa bautizar a su pe?a. A su club de fans mundial.

Se situ¨® en cabeza desde los primeros metros y vol¨® de nuevo de principio a fin, como si un par de horas antes -la organizaci¨®n espaci¨® al final un poco m¨¢s ambas pruebas- destroz¨® a todo aquel que se quisiera interponer en su camino. Erigi¨¦ndose con su 2:05.85, un segundo por debajo del campe¨®n en Tokio, Zac Stubblety-Cook, sac¨¢ndole dos al bronce, Caspar Corbeau, y batiendo otro r¨¦cord ol¨ªmpico, en la definitiva estrella de la nataci¨®n de Par¨ªs. Un aut¨¦ntico esc¨¢ndalo.

Descomunal Zhanle

Pero quedaban multitud de vivencias que experimentar en la velada m¨¢s larga y apasionante de estos Juegos. Sin ir m¨¢s lejos, el primer y por ahora ¨²nico r¨¦cord del mundo que se ha batido en la cuestionada piscina de Par¨ªs. Casi tanto como lo ha sido la delegaci¨®n china, sospechosa de dopaje. Ni una ni otros hab¨ªan pasado la prueba del algod¨®n hasta este mi¨¦rcoles. Porque Pan Zhanle, que no estaba salpicado por ese positivo de 23 nadadores por una presunta contaminaci¨®n alimentaria, fue a lo suyo. Que es, como demostr¨® en los Mundiales de Doha en aquella incre¨ªble posta del 4x100 libre, ser el m¨¢s r¨¢pido del mundo.

Hab¨ªa despertado el asi¨¢tico en las semifinales, marcando ya el mejor tiempo de los clasificados, pero segu¨ªa manteni¨¦ndose la poderosa duda de lo que pasar¨ªa en un duelo que se hab¨ªa hecho de rogar, el suyo con el anterior plusmarquista, David Popovici, con permiso de Kyle Chalmers.

Pero no hubo batalla, hubo un solo nadador de principio a fin, sacando cuatro d¨¦cimas a todos sus perseguidores en el viraje y fulminando su propia plusmarca universal, que hab¨ªa situado en 46.80 y ahora baja hasta los impresionantes 46.40. Interplanetario. La plata fue finalmente para el australiano, a m¨¢s de un segundo y se tuvo que ¡®conformar¡¯ con el bronce un Popovici que ven¨ªa de hacerse con el oro en los 200, la prueba en la que Zhanle burl¨® claramente al mundo.

Y Sjostrom se lo quer¨ªa saltar

No menos impactante fue la victoria en los 100 metros libres femeninos. Durante meses, afirm¨® Sarah Sjostrom que iba a saltarse esta prueba, que quer¨ªa centrarse en los 50, que ese era su ¨²nico objetivo en Par¨ªs. A punto de cumplir 31 a?os, debe de ser una magn¨ªfica jugadora de p¨®quer. La experiencia es un grado. En 2008 ya ganaba medallas en los Europeos y participaba en Pek¨ªn, el primero de sus cinco Juegos. Y este mi¨¦rcoles por la noche, tras saberse ganadora, chapoteaba en el agua con la felicidad m¨¢s pura de una ni?a, aunque ella es muy grande.

La sueca, que por extra?o que parezca hasta ahora solo ten¨ªa un oro ol¨ªmpico (el de 100 mariposa en Rio 2016), sorprendi¨® a Siobhan Haughey, a la ganadora del 200 Mollie O¡¯Callaghan, a Shayna Jack y a todas las favoritas para proclamarse campeona en el hect¨®metro libre. La velocidad, la t¨¦cnica, el talento no tienen edad. Ni barreras, como la lesi¨®n en un codo que sufri¨® por un fortuito resbal¨®n sobre el hielo hace tres a?os, que requiri¨® cirug¨ªa y que a punto estuvo de echarlo todo por tierra. Nada m¨¢s lejos de la realidad. De ah¨ª sus irreprimibles l¨¢grimas al salir de la piscina. La plata fue para Torri Huske y el bronce, para Haughey.

La nadadora con m¨¢s oros de la historia

La noche de leyenda prosigui¨® con los 1.500 libres. En el primer largo, le sacaba un segundo ya a su ¨²nica perseguidora real, la rusa nacionalizada francesa Anasatasiia Kirpichnikova. A los 100 metros, la distancia ya era de segundo y medio. Y as¨ª sucesivamente. La norteamericana, fiel a su estilo carente de t¨¢cticas ni amagos, fue a por la victoria desde el primer instante. Y tir¨®. Y hasta sobrepasado el primer tercio, los 500 metros, marchaba incluso por debajo de su propio r¨¦cord del mundo, que estableci¨® hace seis a?os. Por algo los mejores 20 tiempos de la historia son suyos.

Seis segundos de ventaja ten¨ªa al kil¨®metro, y ocho le sac¨® finalmente a Kirpichnikova, cuya plata celebr¨® m¨¢s el p¨²blico de Par¨ªs que el propio oro de Ledecky, a la postre r¨¦cord ol¨ªmpico (15:30.02) por m¨¢s de siete segundos sobre s¨ª misma de una disciplina que en Juegos se estren¨® en Tokio 2020. Y ella es la ¨²nica ganadora. La m¨¢s grande.

Como nadadora ol¨ªmpica, seguro, porque con este 1.500 consigui¨® su octava medalla de oro, igualando las obtenidas por Jenny Thompson, con la diferencia de que su compatriota las gan¨® todas en relevos, ninguna individual. Y, a falta de disputar los 800 libres -del que fue campeona en Londres, Rio y Tokio-, se sit¨²a a un t¨ªtulo de la mujer m¨¢s laureada de la historia en cualquier deporte, la gimnasta sovi¨¦tica Larisa Latynina, que se colg¨® nueve entre Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964.

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