Manos sanadoras de Ja¨¦n para Espa?a
Los hermanos Antonio y ?ngel Ruiz son fisioterapeutas de la RFEF. El primero estuvo con la Absoluta en la Eurocopa y el segundo est¨¢ ahora en los JJ OO.
La calurosa localidad de Porcuna (6.000 habitantes), a medio camino entre Ja¨¦n y C¨®rdoba, es tierra de olivos, sol y fisioterapeutas. En un pueblo que basa gran parte de su econom¨ªa en la recolecci¨®n de la aceituna, nacieron y se criaron los hermanos ?ngel y Antonio Ruiz, dos de los profesionales que cuidan a los jugadores de las selecciones absoluta y ol¨ªmpica de Espa?a.
En un esperanzador cruce de caminos, ?ngel (40 a?os) ha regresado a casa tras el gran ¨¦xito obtenido por La Roja en la Eurocopa de Alemania y Antonio ha recogido el testigo para viajar a Par¨ªs con el sue?o ol¨ªmpico hirviendo cada d¨ªa con m¨¢s intensidad.
De familia humilde, Antonio sinti¨® curiosidad desde ni?o por la medicina. A diferencia del hermano mayor, Juanma, que se especializ¨® en el mundo del vino como cr¨ªtico y sommelier, ¨¦l dej¨® atr¨¢s la comodidad del pueblo para lanzarse a la aventura de lo desconocido en la gran ciudad. Su objetivo inicial de intentar convertirse en m¨¦dico qued¨® aparcado al constatar el largo camino que deb¨ªa recorrer hasta llegar a la meta.
Por aquella ¨¦poca, a finales de los 90, comenzaba a estar en auge la carrera de Fisioterapia. Antonio no lo dud¨®. Apenas unos meses despu¨¦s de licenciarse, el azar le llev¨® al Rayo Vallecano, donde fue escalando pelda?os hasta llegar al primer equipo. Era la ¨¦poca en la que el malogrado Ruiz-Mateos y su esposa Teresa Rivero estaban al mando de la entidad franjirroja.
En 2001, siguiendo sus pasos, lleg¨® a Madrid ?ngel, seis a?os menor, para intentar emular el ¨¦xito de su hermano lejos de su zona de confort. Con los valores familiares de esfuerzo y humildad bien inculcados desde ni?os, ambos fueron progresando con paso firme. ?ngel comenz¨® a trabajar en la cl¨ªnica Armstrong mientras Antonio compaginaba su trabajo en Vallecas con el de la cl¨ªnica Deyre, aprendiendo junto al eminente doctor Gonz¨¢lez.
Con el paso de los a?os, cada uno mont¨® su propio negocio, con buen resultado en ambos casos. Fue en 2019 cuando el destino y su destreza llevaron a ?ngel hasta la RFEF. Su ascensi¨®n fue mete¨®rica, con la consecuci¨®n de un Europeo Sub-19 al poco tiempo de incorporarse a las selecciones de formaci¨®n. Tres a?os despu¨¦s ya estaba trabajando con la absoluta, siendo el Mundial de Qatar su debut oficial con La Roja. La Nations League y la Eurocopa dan lustre a un espl¨¦ndido palmar¨¦s.
Desde dentro, ?ngel realiz¨® varias tentativas para convencer a Antonio, ya desligado del f¨²tbol, con el fin de que intentase seguir su estela para formar parte de los servicios m¨¦dicos federativos. Para apaciguar tanta insistencia, Antonio, en plena pandemia, llam¨® a la puerta de Las Rozas. Tras una breve entrevista y comprobar sus credenciales, la Federaci¨®n fich¨® a otro Ruiz.
Desde entonces, decenas de jugadores convocados por Luis De la Fuente y Santi Denia han pasado por las talentosas manos de ambos. Cuando alguno de la Sub-21 tratado por Antonio llega a la absoluta y pasa por la camilla de ?ngel no puede evitar decir: ¡°Hablas exactamente igual que un fisio que me ha tratado varias veces¡± seguido por un contundente ¡°no jodas¡± al enterarse del parentesco familiar.
Tras el rotundo triunfo en la Eurocopa, Antonio le envi¨® a ?ngel un cari?oso mensaje de felicitaci¨®n en un momento de gran emotividad. Su regreso a Espa?a, junto al resto del equipo m¨¦dico, comandado por el doctor Claudio V¨¢zquez, tambi¨¦n jienense, ha coincidido con la marcha de su hermano a los Juegos Ol¨ªmpicos con el grupo comandado por Santi Denia.
Una vez cumplida la primera parte del ambicioso sue?o familiar, el gran anhelo ahora es completar un hist¨®rico doblete, con el oro ol¨ªmpico, antes de juntarse en el pueblo para celebrarlo con las pandillas de ¡°Los Pamplinas¡± y ¡°Los Lowers¡± y tomar unas cervezas acompa?adas de unas tostas ali?adas con el m¨ªtico aceite de oliva virgen extra de una tierra tan prol¨ªfica en aceitunas como en manos sanadoras.