Los severamente reivindicativos Juegos de Yabusele

Francia se puede dar por contenta. El papel como anfitriona de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2024, al menos en lo que respecta al baloncesto masculino, est¨¢ cubierto. El fenomenal Victor Wembanyama (al que en su debut en el torneo su t¨¦cnico situaba a la estela de Michael Jordan) ha ejercido por primera vez de l¨ªder de un combinado en el que el cambio generacional empieza a ser un hecho, ¨¦l es el protagonista principal y Vincent Collet, su mentor en el Metropolitans cuando decidi¨® dar el salto a la NBA, ejerce de director de escena. El entrenador, en el cargo desde 2009 y altamente criticado por los resultados que ha conseguido con la generaci¨®n de Parker, Diaw, Pietrus, Batum, Gobert y tantos otros, ha dado un paso adelante en este minitorneo de Lille y Par¨ªs con decisiones de extraordinario orden, sobreponi¨¦ndose incluso a la opini¨®n de sus jugadores de referencia y logrando el objetivo de la medalla en casa propia. Tras la horripilante preparaci¨®n, en la que se anotaron cuatro derrotas seguidas que aventaron las dudas de cara a los Juegos, se cargaron a Canad¨¢ (favorita en diversas predicciones) y Alemania (vigente campeona del mundo) antes de pasar por el tamiz del Dream Team de Estados Unidos -resuelto con un Curry en efervescencia- en la final. Esos cambios en el banquillo, donde a Collet le ha acompa?ado el hispanoestadounidense Kenny Atkinson (pr¨®ximo entrenador de Cleveland Cavaliers), han ocasionado parte crucial de este ¨¦xito.

Dentro del esquema con el que Francia ha subido dos escalones de un respingo entra como elemento de conexi¨®n el alero Guerschon Yabusele. Los t¨¦cnicos, adem¨¢s de darle un toque de atenci¨®n al escolta Evan Fournier en cuartos de final sobre su incomprensi¨®n acerca de la t¨¢ctica en ataque, optaron por sacar de la titularidad a Rudy Gobert, que ha sido cuatro veces el Jugador Defensivo del A?o en Estados Unidos, y darle m¨¢s protagonismo a un Mathias Lessort, campe¨®n de la Euroliga con el Panathinaikos, al que se hab¨ªa reducido a un papel m¨¢s secundario. Y ese cambio de chip para acompa?ar a Wembanyama en el temible juego interior galo no habr¨ªa surtido efecto sin lo aportado por dos veteranos como Batum y, como dec¨ªamos, Yabusele.

Con un punto m¨¢s que el que se le pide en el Real Madrid a nivel de liderazgo, sobre todo en los momentos calientes, Yabu es uno de esos jugadores que ser¨¢ capital en la transici¨®n generacional, sin Batum o Fournier, a chicos como Sala¨¹n, Ajin?a, Sarr o Coulibaly. De hecho Fournier dice esto: ¡°No s¨¦ qu¨¦ demonios est¨¢n haciendo con ¨¦l en el Madrid, pero necesita tener el bal¨®n en las manos¡±. El del Real se va a lo colectivo: ¡°Hemos dado todo lo que ten¨ªamos, aunque est¨¢bamos muy fatigados¡±. Ha tirado del carro desde los amistosos, en los que fue el ¨²nico destacable para los de Collet. En el torneo oficial los n¨²meros, 14,1 puntos en 23,3 minutos (y con un 52% de acierto en tiros), respaldan la idea de les bleus. El colof¨®n fue meterle 20 tantos a EE.UU. en la final, coronando el puerto con un matazo sobre LeBron y una plata de ley.

Wemby necesita a los mejores a su lado porque, aunque absorba muchos ataques y quiera finalizar todos ellos, es defendido con dobles marcajes y los compa?eros tienen que ser capaces de resolver cuando el artista de Le Chesnay necesita soltar el bal¨®n antes de perderlo. Diversificar el juego y que todos, si est¨¢n bien integrados, puedan aportar. En el exterior los problemas son diferentes, con un anotador como Fournier vi¨¦ndose en funciones de direcci¨®n al no contar con Albicy o Strazel en ¨¦sas, pero a Vincent le ha sonre¨ªdo la suerte teniendo la mejor versi¨®n de Isaia Cordinier, y en los dos lados de la cancha, para impulsar las operaciones no s¨®lo gracias al juego interior. El ensamblaje, al ser un torneo de corta duraci¨®n, le ha bastado en estos Juegos.

Con la disminuci¨®n de minutos a Gobert, estandarte en los Jazz antes y en los Wolves ahora, al que siempre persigue la sombra de la competitividad en partidos importantes, Yabusele ha pasado a soportar un peso defensivo con el que se ha sentido bien c¨®modo. Y eso que no es su fuerte. En el Real Madrid comete errores de alto calibre en secuencias sencillas para proteger el aro, dado que se despista con frecuencia cuando se sit¨²a lejos del bal¨®n.

Aqu¨ª ¡®Dancing Bear¡¯ tiene m¨¢s asignaciones y las aprovecha. Y la espina de la NBA sigue clavada. Ese apodo se lo pusieron en los Celtics cuando all¨ª jugaba, de 2017 a 2019, habiendo sido escogido un a?o antes. Contaba el corresponsal bostoniano Gary Washburn que se encontr¨® al jugador tras la semifinal y departiendo con amabilidad le espet¨®: ¡°Tienes que decirles que me lleven con ellos otra vez¡±. Nunca est¨¢ de m¨¢s unirse al campe¨®n. ¡°He estado esperando una segunda oportunidad y estoy preparado¡±, public¨® enigm¨¢ticamente en su cuenta de Twitter una vez acabado el torneo. Yabu finaliza contrato con el Real Madrid el pr¨®ximo verano, cuando contar¨¢ en su haber con 29 a?os de edad. El impulso que ha ganado en los cruces, con lo f¨ªsico de Canad¨¢, lo coral de Alemania y el hors cat¨¦gorie que supone Estados Unidos, se debe al paso adelante que ha dado atr¨¢s, donde flojea, sobre todo ante una campeona mundial a la que los franceses rebajaron la media.

Ser el jugador que se ti se espera es a lo que se ha acogido Guerschon Yabusele para convertirse en una noticia positiva de Francia en plenos Juegos. Siendo anfitriones, con lo que ello conlleva en la mente de los implicados, y siendo conscientes tambi¨¦n de que deben prepararse para dar el relevo a una nueva generaci¨®n, el jugador nacido en Dreux ha ayudado con implicaci¨®n a cumplir el objetivo. El futuro tambi¨¦n ser¨¢ suyo si se adhiere a esta l¨ªnea de trabajo.

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