Lamento ol¨ªmpico

Otra vez, como en Yakarta, Espa?a se qued¨® a tiro de triple de Canad¨¢. Entonces, este ogro de nuevo tiempo lo dej¨® fuera del Mundial. Este viernes, en Lille, lo apart¨® de los Juegos. Por mil¨ªmetros, la Selecci¨®n se quedar¨¢ sin pisar la Villa de Par¨ªs. Su derrota (88-85, el mismo resultado que en Indonesia, casualidad cruel) le mand¨® a un triple empate diab¨®lico que le dej¨® fuera por dos canastas. El -5 en el basketaverage particular era peor que el de Australia (6) y el del Grecia (-1). Dos canastas por aqu¨ª, otra por all¨¢. Si hubiese mandado el basketaverage general hubiese pasado Espa?a¡­ Un lamento ol¨ªmpico. Una tremenda sensaci¨®n de crueldad, porque se produjo adem¨¢s en el d¨ªa del adi¨®s de la carrera de Rudy Fern¨¢ndez. Al menos, el balear siempre podr¨¢ decir que murieron con las botas puestas, porque eso hizo Espa?a. Se resisti¨® a su suerte y se agarr¨® al partido con fiereza. No se abandon¨® cuando Canad¨¢ vivi¨® c¨®modamente con rentas de nueve y once puntos. Incluso ten¨ªa una carta secreta. Dar¨ªo Brizuela puso fuego en el partido y, con 17 puntos, llev¨® a la Selecci¨®n a las puertas del final en Lille con opciones. Sin embargo, y pese al triple postrero de Llull, que se jug¨® la ¨²ltima mandarina de la fe en el ¨²ltimo segundo, no fue suficiente. Para la Espa?a de Scariolo, se acabaron los Juegos.

El partido fue terriblemente emotivo desde el inicio. Canad¨¢ tiene talento f¨ªsico. No da respiro. Desde la primera jugada, Jordi Fern¨¢ndez coloc¨® a dos bulldogs, Dort y Brooks, sobre Lorenzo Brown. No han sido los Juegos de ¡®Zo¡¯, menos clarividente, y con serios problemas para gobernar los partidos como logr¨® en el Eurobasket de 2022. No cabe duda de que los rivales han trabajado sobre eso antes de aterrizar en Lille. Lo consigui¨® Australia, lo anunci¨® Spanoulis (¡°su clave es Lorenzo¡±); y lo sab¨ªa,y ten¨ªa herramientas para frenarlo, Canad¨¢. Espa?a, atada de pies y manos, sobrevivi¨® gracias al cl¨¢sico chute de vitamina Llull al final del primer cuarto; y a Willy, la ¨²nica superioridad real contra Canad¨¢ que se hipotec¨® pronto por las cuatro faltas. La Selecci¨®n jug¨® a lo que ¨²nico que pod¨ªa, un partido cerrado en el que consiguiese que Canad¨¢ no se escapase. Pero al descanso la situaci¨®n ya era l¨ªmite. Shai despeg¨® a los norteamericanos hasta los once puntos (49-38). Era evidente que Espa?a iba a tener que buscar, en el ba¨²l t¨¢ctico de Scariolo y su staff, recursos desconocidos para obrar el milagro.

Llull apareci¨® como titular en la segunda parte. No ten¨ªa sentido guardarse nada. Pero Canad¨¢ tampoco reserv¨® sus recursos humanos. Las manos r¨¢pidas de Dort, Shai y Alexander-Walker iban con todo a por Lorenzo y Llull. ¡°Nuestra nueva normalidad es competir¡±, hab¨ªa advertido Sergio Scariolo antes de empezar el torneo. Y eso quiso Espa?a. Dos triples de Abrines y Juancho pusieron a la Selecci¨®n a cinco puntos, ya sobre el minuto 29 (61-56). Al final del tercer cuarto, a Espa?a le quedaba un hilo de vida.

El ¨²ltimo periodo empez¨® mal, con Lorenzo extraviando dos balones en la primera jugada. Pero apareci¨® Brizuela, que encendi¨® el microondas y permiti¨® con su osad¨ªa que, por un momento, Espa?a pensase que era posible. Scariolo sent¨® acertadamente a Lorenzo. Se la jugar¨ªa con Llull y Brizuela. Y con Pradilla, otra carta en la manga. Canad¨¢ sinti¨® el miedo. Espa?a se lleg¨® a colocar a dos puntos (82-80) en una acci¨®n muy controvertida en la que Llull recibi¨® falta y Dort tapon¨®, tal vez en trayectoria descendente. Esa posible acci¨®n de tres termin¨® siendo s¨®lo de un punto. Un triple de Barrett fue la puntilla (85-80) para un equipo que, incluso sangrando, se revolvi¨®. Hasta que el tiempo dijo que era imposible, Espa?a lo intent¨®. Si la nueva normalidad era competir, la Selecci¨®n explor¨® sus l¨ªmites. Como capit¨¢n del grupo, Rudy puede irse orgulloso. Es un adi¨®s que duele, un grito de lamento ol¨ªmpico. Pero tambi¨¦n es lo maravilloso del deporte.