La noche americana... y pakistan¨ª
El NBA All Stars que representa a Estados Unidos pas¨® un sofoc¨®n para imponerse a Serbia en las semifinales del torneo de baloncesto. Remont¨® en el ¨²ltimo cuarto los 13 puntos de ventaja del equipo balc¨¢nico, escaldado en el primer enfrentamiento en la primera fase del torneo. Aquella noche, en Lille, Estados Unidos aprovech¨® la fulgurante aparici¨®n de Kevin Durant para romper el partido. Anot¨® 21 puntos en ocho minutos y Serbia entr¨® en crisis. En Bercy, un pabell¨®n ultramoderno hace 30 a?os que mantiene su elegante distinci¨®n, el duelo fue muy diferente, quiz¨¢ un aviso para la final Francia-EE UU. Con toda su bater¨ªa de estrellas, los norteamericanos son los mejores, pero no inaccesibles.
Serbia cuenta con el mejor jugador de la NBA, Nikola Jokic, un gigante que impresiona m¨¢s por su sabidur¨ªa que por su f¨ªsico. No es un atleta al uso, pero es una maravilla de jugador. Jokic pertenece a la oleada de extranjeros que han transformado el paisaje de la NBA, hasta finales de los a?os 90 dominado por los jugadores estadounidenses, con alguna que otra excepci¨®n: Hakeem Olajuwon, el p¨ªvot nigeriano que se mov¨ªa como Fred Astaire bajo el aro, o el alem¨¢n Detlef Schrempf. Los dos se hab¨ªan curtido en el circuito universitario (Houston y Washington).
La escena ha cambiado radicalmente. Desde principios de este siglo, a la NBA llegan jugadores europeos y suramericanos que no han pasado por la NCAA: los hermanos Gasol, el franc¨¦s Parker, el argentino Manu Gin¨®bili, el alem¨¢n Nowitzki (primer europeo elegido como MVP) y la saga de estrellas que se han disputado los galardones individuales en los ¨²ltimos a?os: el griego Giannis Antetokounmpo -dos veces MVP-, el serbio Jokic y el esloveno Doncic, segundo en la votaci¨®n de este a?o.
En Barcelona 92, el Dream Team abri¨® la NBA al mundo. La hizo global. Tanto tiempo despu¨¦s, el mundo ha transformado a la NBA, con las consecuencias de rigor. Estados Unidos ha enviado a Par¨ªs un equipo de estrellas y algunos mitos vivientes del baloncesto: LeBron James, Kevin Durant y Stephen Curry. Los tres todav¨ªa est¨¢n en condiciones de ganar partidos, cualquier partido, y es lo que hicieron contra Serbia. Destacaron sobre los dem¨¢s y salvaron los muebles del equipo cuando el partido pintaba muy feo. En cualquier caso, se trata de jugadores que han visto pasar sus mejores d¨ªas en el baloncesto. El resto del equipo impresiona menos.
El resultado es una selecci¨®n en condiciones de patinar, como ya ocurri¨® en algunas ediciones anteriores o de sufrir lo indecible para ganar, caso de aquellos inolvidables partidos con Espa?a en los Juegos de Pek¨ªn 2008 y Londres 2012. Ya estaban entonces LeBron y Durant. Y un tal Kobe Bryant. Francia, que jug¨® muy mal en la primera fase, ha derrotado a Canad¨¢ y Alemania. El equipo franc¨¦s llegar¨¢ inflamado a la final. Se presupone la victoria estadounidense. De ninguna manera, se asegura.
Los All Star americanos cerraron una gran noche de Estados Unidos en Par¨ªs. En la pista del Stade de France, Sydney McLaughlin bati¨® el r¨¦cord del mundo de 400 metros vallas y cada vez lo acerca m¨¢s al territorio de los 49 segundos. Por el camino, destruy¨® a la holandesa Femke Bol, de la que se esperaba una respuesta contundente. Flaque¨® y termin¨® tercera, a casi dos segundos de McLaughlin. Otra estadounidense, Tara Davis gan¨® el salto de longitud. Decepcion¨® Noah Lyles en los 200 metros lisos. Se impuso Letsile Tebogo, el m¨¢s elegante de los velocistas, y entreg¨® a Botswana la primera medalla de oro de su historia.
La sensaci¨®n de la noche fue el pakistan¨ª Arshad Nadeem, ganador en el lanzamiento de jabalina con un registro de 92,97 metros, nuevo r¨¦cord ol¨ªmpico. Segundo fue el indio Chopra, campe¨®n en Tokio 2020. Tercero, Anderson Peters, de la min¨²scula isla antillana de Granada. Pues eso, una revoluci¨®n.