De no conocer la gimnasia en Chad, a luchar por Par¨ªs en cuatro a?os

Sylvia Garc¨ªa recibe ilusionada a AS en el Polideportivo Pradillo. ¡°Escribisteis sobre Laura Casabuena y consigui¨® la plaza ol¨ªmpica. Ojal¨¢ nos traig¨¢is la suerte a nosotras¡±, bromea, pero no demasiado en broma, la directora del Club de Gimnasia Art¨ªstica de Pozuelo de Alarc¨®n. Las palabras de Sylvia, por descabelladas que suenen, pasan inmediatamente a ser un reto que afrontar. El ejemplo lo pone ella misma mientras relata de d¨®nde surgi¨® el actual objetivo: ¡°Dijimos: ¡®Ya hemos hecho una escuela de gimnasia en Chad, ahora a los Juegos¡¯¡±.

Anne Marie, Cecilia, Grace (todas de 16 a?os), Actha (15) y Bonte (12) son las protagonistas que intentar¨¢n poner el proyecto en el foco medi¨¢tico en Par¨ªs. Ellas descubrieron la gimnasia de la mano de Sylvia: ¡°Hac¨ªamos cosas b¨¢sicas en un suelo como este¡±, dicen se?alando una colchoneta de apenas varios cent¨ªmetros. Nada comparado con el gimnasio en el que hoy entrenan como profesionales, algo en lo que se han convertido en apenas tres a?os y siete meses, desde septiembre de 2020, cuando tuvieron contacto por primera vez con los aparatos.

Ahora, entrenan como si hubieran nacido sabiendo y disfrutan cuando les das a elegir d¨®nde posar. Mientras las chicas hacen an¨¢lisis de su actuaci¨®n en una competici¨®n pasada junto a ?ngela Dom¨ªnguez, su entrenadora; Sylvia termina de atar los preparativos para este viernes, 3 de mayo. ¡°Ya tenemos la equipaci¨®n de Joma y hoy les he comprado neceseres y cosas de aseo¡±, cuenta a AS como una madre previsora.

Las que son casi como sus hijas competir¨¢n por la plaza ol¨ªmpica este viernes (a excepci¨®n de Bonte, por edad) en el Campeonato Africano de Gimnasia en Marrakech, en el que solo la mejor gimnasta del continente conseguir¨¢ el billete. Dada la complejidad, el equipo ya solicit¨® una invitaci¨®n para el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, y para lo cual deb¨ªan cumplir el requisito de haber intentado clasificarse para Par¨ªs. Lo cumplen todo, ahora solo queda esperar a la aceptaci¨®n por cualquiera de las dos maneras, porque ¡°las Copas del Mundo eran inviables por lo econ¨®mico¡±. A pesar de trabajar por igual, solo una de ellas podr¨¢ ir a los Juegos, algo que todas perciben como ¡°una responsabilidad¡±, pero que ¡°no va a suponer ning¨²n motivo de rencores¡±.

Las chicas calientan mientras sonr¨ªen nerviosas ante la presencia de un fot¨®grafo, a pesar de que ¡°nos vamos acostumbrando a los medios¡±, dicen t¨ªmidas. ¡°Hablan poco¡±, cuenta Sylvia, que explica que trabajan con ellas tanto lo deportivo como lo mental. ¡°Les decimos que expresen emociones, que se quejen¡±, algo necesario para unas ni?as educadas bajo la necesidad de acatar ¨®rdenes y estar en segundo plano. ¡°Son tambi¨¦n muy obedientes¡±.

En ese mismo pabell¨®n en el que las chicas ya ejercitan cada una un ejercicio surgi¨® la iniciativa en 2015. La semillita la puso el padre Camille, quien vio en Sylvia la determinaci¨®n, y en la gimnasia art¨ªstica, la oportunidad para hacer de las ni?as en Chad, mujeres fuertes y con voz. Ram¨®n Grosso, presidente de la Fundaci¨®n con el mismo nombre en honor a su padre (futbolista del Real Madrid), puso en contacto a ambos y apadrin¨® el proyecto. Ten¨ªan los ingredientes necesarios para volar a Chad y ¡°darse de bruces con la realidad¡±, en la que las mujeres no tienen apenas opciones para educarse y desarrollar una vida independiente. El 67% de las ni?as contraen matrimonio antes de los 18 a?os y el 30%, antes de los 15, seg¨²n Unicef. Cuando lo hacen, abandonan la escuela (a la que tampoco acuden con regularidad).

¡°El objetivo final es cambiar la mentalidad de un pa¨ªs a trav¨¦s del deporte¡±, reconoce Sylvia que enarbola los valores del deporte en positivo. En 2016 crearon la escuela de gimnasia exclusiva para mujeres en Toukra, ¡°para hacerlas conscientes de lo que pueden ser¡±, algo que las empoder¨®. De ah¨ª, asumieron el reto de crear desde Espa?a, y con ayuda del COE, la Federaci¨®n de Gimnasia de Chad, de la que Sylvia es directora t¨¦cnica, en un pa¨ªs en el que no exist¨ªa la disciplina y en el que nadie ten¨ªa conocimientos al respecto. ¡°En unos a?os tendr¨¢n a cinco entrenadoras chadianas¡± que ahora hacen sus ¡®pinitos¡¯ con los clubes de los que cada una es responsable en Chad. ¡°Ellas crearon una normativa, vestuario, horario¡­ Y ahora semanalmente nos mandan v¨ªdeos que revisan ellas y yo¡±, explica Sylvia.

¡°Cuando el padre Camille explic¨® a las ni?as lo que era les dijo: ¡®una mezcla entre baile y deporte¡¯¡±. Cuesta explicarlo para quienes nunca lo han visto. M¨¢s a¨²n cuesta expandirlo en un pa¨ªs ¡°en el que no hay agua caliente ni luz y en verano das clase de gimnasia a 55 grados¡±. Otro obst¨¢culo fue la burocracia, que no fue f¨¢cil con estas condiciones. ¡°Para viajar a Espa?a, tuvieron que ir las cinco a Camer¨²n, a 1.700 kil¨®metros¡± a la embajada espa?ola. ¡°Fueron los peores siete d¨ªas de mi vida¡±, reconoce Sylvia.

Por el contrario, ahora, el proyecto podr¨ªa vivir uno de los mejores d¨ªas de sus casi diez a?os de vida. Sylvia lo sabe, tambi¨¦n Anne Marie, Cecilia, Grace, Actha, Bonte, Ram¨®n Grosso y todos esos nombres propios, empresas e instituciones que han apoyado un proyecto de pa¨ªs que nace de la gimnasia y de la ¡°Tarna: forma de quererse entre humanos¡±, se?ala Sylvia la palabra que lleva tatuada. Las cinco gimnastas saben que son pioneras. Las primeras gimnastas de Chad sonr¨ªen al escucharlo. Saben que una de ellas podr¨ªa ser la novena mujer en representar a su pa¨ªs en unos Juegos, la primera en llevar la gimnasia de Chad a escena y la ¨²nica en alzar la voz para reclamar un lugar en el mundo y un lugar para la mujer en Chad. Como dir¨ªa el padre Camille, Taa Kem (creencia en que se puede) y mucho trabajo.

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