Espa?a avanza en el purgatorio
La Selecci¨®n, castigada a jugar por el quinto puesto, derrot¨® a Italia en un partido sin alma entre dos equipazo y tendr¨¢ que estar en Par¨ªs hasta el ¨²ltimo d¨ªa, el domingo, ante Grecia o Australia.
El d¨ªa en que estar disputando unos Juegos dej¨® de ser divertido. As¨ª se podr¨ªa titular perfectamente un ensayo (o una tesis) sobre el formato de la competici¨®n de waterpolo, que pretende ser justa y acaba siendo cruel, s¨¢dica, para quienes la sufren. Porque Espa?a, apeada de la lucha por las medallas a pesar de haber perdido un solo partido en todo el torneo -el d¨ªa que no se pod¨ªa caer, en los cuartos, ante Croacia-, se ten¨ªa que medir este viernes al mediod¨ªa con Italia, otra damnificada, en una suerte de semifinal para dirimir los puestos del quinto al octavo. Como si a alguien, empezando por los propios equipos, les interesara.
Ni una sonrisa en la salida de los jugadores, tampoco tras los goles, sin llevar el tanteo habr¨ªa sido imposible adivinar qui¨¦n ganaba o perd¨ªa. Y, por si la emoci¨®n era nula, Espa?a se situ¨® con un 0-4 favorable en cinco minutos y medio. Partido medio resuelto, ante una ¡®Settebello¡¯ cuyo ap¨¢tico juego de entrada era de todo menos ¡®bello¡¯. Martin Famera, Marc Larumbe y sobre todo ?lvaro Granados, que te¨®ricamente iba a ser compa?ero el curso pr¨®ximo de media selecci¨®n italiana en un Pro Recco en horas bajas, situaron ese marcador, que ampli¨® de nuevo Larumbe ya en el segundo cuarto.
Hasta que no quedaban 3:53 para el descanso no se estren¨® el combinado de Alessandro Campagna, gol de Matteo Iocchi Gratta, que parec¨ªa estar m¨¢s en el avi¨®n de vuelta que en la piscina de La D¨¦fense Arena. Y sin embargo, tras un trallazo de Granados, Italia inici¨® un parcial de 4-0 que la meti¨® en el partido, entre Tomasso Gianazza, Andrea Fondelli, Francesco di Fulvio y Gonzalo Echenique. Y eso que aparec¨ªa Unai Aguirre para hacer un parad¨®n, eso s¨ª, sin gritos ni aspavientos, se?al inequ¨ªvoca de lo descorazonador que era estar jugando este partido.
Entre Alberto Mun¨¢rriz y Miguel de Toro fueron capaces de reactivar a los de David Mart¨ªn. Pero Nicholas Presciutti se encargaba de mantener viva a su selecci¨®n, en un 6-8 que adem¨¢s comportaba la expulsi¨®n de Granados por acci¨®n violenta. Y ah¨ª estaba Felipe Perrone, dos d¨ªas despu¨¦s de romperse de dolor en la zona mixta de ese mismo recinto, para anotar el en¨¦simo tanto de una carrera longeva, de una ¡°bonita historia¡± de amigos que acaso no tendr¨¢ un final feliz, pero que tampoco deber¨ªa ser infeliz.
Cambi¨® Italia de portero, entr¨® Gianmarco Nicosia, mientras su compa?ero Presciutti se retiraba por cuenta propia no al banquillo sino directamente al vestuario. Y Bernat Sanahuja comet¨ªa un penalti que transformaba Iocchi Gratta, seguido del 8-9 de Echenique en superioridad. Pero ah¨ª estaba de nuevo ¨¦l, el m¨¢s grande, Perrone, para con un doblete poner la sentencia, a la que no se resignaba el adversario, Lorenzo Bruni, con un disparo desde muy lejos. Para eso estaba Aguirre, pera con otra intervenci¨®n cerrar el partido. Y para que Espa?a pase al purgatorio del partido por el quinto puesto. El domingo a las 9:00 contra Grecia o Australia. El cuento de nunca acabar.