Enamoramiento mutuo
Par¨ªs, con la Chatrier a rebosar, se rinde a la pareja Nadal-Alcaraz, que en su primer partido juntos eliminan a los argentinos Gonz¨¢lez y Molteni, sextos cabezas de serie.
Par¨ªs quiere a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz en la final. Lo demostr¨® con su recibimiento en una Philippe Chatrier a rebosar para un partido de dobles, con un rugido ensordecedor cuando los dos toros asomaron por la bocana. Y con el abucheo que dedicaron a M¨¢ximo Gonz¨¢lez y Andr¨¦s Molteni, sus rivales argentinos, a los que despidieron por 7-6 (7/4) y 6-4 en 1:49.
Sobre la pista y vestidos de rojo, 26 Grand Slams: 22 de Rafa y cuatro de Carlos. 15 Roland Garros: 14 del veterano que juega sus ¨²ltimos Juegos y uno del nuevo rey, que hace tan solo 48 d¨ªas se hab¨ªa coronado en el mismo escenario. Carrera hacia el fondo de la pista, en el calentamiento como si surcaran la Estafeta y estruendo. Presentaci¨®n y estruendo. Par¨ªs, que ya estaba enamorada de Nadal, tanto como para darle un papel en la Ceremonia de Inauguraci¨®n, lo est¨¢ tambi¨¦n de su sucesor. Y ellos tambi¨¦n se quieren y van a por el oro.
De entrada, el dobles tuvo que cabalgar a lomos de Nadal, que mantuvo el vendaje en su tocado muslo derecho, aunque no dio se?ales de alarma. Unas horas antes, Alcaraz hab¨ªa hecho su debut en individuales con un 6-3 y 6-1 y 1:12h sobre la pista ante voluntarioso liban¨¦s Hady Habid (25 a?os y 275? del mundo) en el que se vio la diferencia entre un tenista que ha ganado 4,1 millones de euros este a?o frente a otro con 20.000. El murciano entr¨® desajustado en sus tiros al dobles. Sobre su servicio cay¨® un primer break, que r¨¢pido se recuper¨®. Y en sus turnos estuvo exigido. Pero Nadal tir¨® de su alumno m¨¢s aventajado hasta llegar al tie-break, que abroch¨® con un drive paralelo marca de la casa.
En un ambiente festivo, entre olas en la grada y ¡°?Rafa, Rafa!¡± en las gargantas, lleg¨® el segundo set. Esta vez fue el balear el que fall¨® en el segundo juego al saque para dar a la pareja argentina un break. Gonz¨¢lez y Molteni no eran cualquier cosa, sino los sextos cabezas de serie, que comparten circuito todo el a?o y acumulan ocho t¨ªtulos ATP (C¨®rdoba y el God¨® este curso). Dos modestos sincronizados frente a dos superclases que jugaban por primera vez. No les iban a poner una alfombra.
Pero Nadal sigui¨® percutiendo. Alcaraz encontr¨® el GPS en pista y lleg¨® la rotura para el 2-3. Y otra para el 5-4 con un restazo cruzado del murciano, que fue engrasando el mecanismo que debe ir funcionando mejor seg¨²n pasen las rondas. Con Rafa al saque, ya no fallaron. Y estallaron con un ¡°?Vamos!¡± mutuo para citarse con los ganadores del partido entre los neerlandeses Griekspoor-Koolhof y los h¨²ngaros Fucsovics-Marozsan. Y estall¨® tambi¨¦n Par¨ªs. Porque el amor est¨¢ en el aire.