Las estrellas de Pek¨ªn: Queralt brilla en una constelaci¨®n ¨²nica
Espa?a logra su quinta medalla en unos Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno para la historia. Multitud de r¨¦cords rotos, despedidas legendarias y eclosiones emocionantes.

Johannes Thingnes Boe (biatl¨®n: cuatro oros y un bronce)
El mejor entre los mejores, dentro de una Noruega que ha vuelto a dominar el medallero de forma incontestable. Su forma de competir es vibrante. Una fuerza de la naturaleza que, con una potencia salvaje encima de los esqu¨ªs, disipa su torpeza en los momentos m¨¢s delicados, apuntando con la carabina. ¡°Quiero ser como Martin Forcaude¡±, ha confesado en varias ocasiones. Dentro del olimpismo, ya le ha superado: ocho preseas para el rey vikingo por siete de la leyenda francesa.

Marte Olsbu Roiseland (biatl¨®n: tres oros y dos bronces)
Los m¨¢s adeptos al biatl¨®n aseguran que es el deporte m¨¢s emocionante del mundo. Pek¨ªn, como m¨ªnimo, no les quita la raz¨®n. Johannes Thingnes no ha estado solo. Junto a su hermano, Tarjei (dos oros, una plata y un bronce), y contra Quentin Fillon Maillet (dos oros, tres platas y, con ellas, el deportista franc¨¦s con m¨¢s preseas ol¨ªmpicas), ha protagonizado algunos de los episodios m¨¢s ¨¦picos de esta edici¨®n. A la altura de todos ellos, en categor¨ªa femenina, Marte Olsbu Roiseland. En su caso, de forma dictatorial, sin dejar hueco a sus competidoras.

Alexander Bolshunov (esqu¨ª de fondo: tres oros, una plata y un bronce)
Se marcha de Pek¨ªn con tres pisos y tres coches, la promesa del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Ruso por cada uno de sus oros. Despu¨¦s de su agridulce paso por PyeongChang, con cuatro medallas sin ning¨²n primer puesto, y alg¨²n que otro pol¨¦mico episodio, se lio a bastonazos con un rival en la Copa del Mundo, Bolshunov ha engordado el orgullo de un pa¨ªs que, de nuevo, ha sido absorbido por la pol¨¦mica. Duelo para el recuerdo el mantenido con el incre¨ªble noruego Johannes Hoesflot Klaebo, que se ha apuntado dos oros, una plata y un bronce en la disciplina.

Therese Johaug (esqu¨ª de fondo: tres oros)
La imagen del esqu¨ª de fondo en categor¨ªa femenina. No ha querido perder el tiempo. Por dos razones. La primera, el positivo en esteroides que le impidi¨® estar en PyeongChang; la segunda, los rumores que apuntan, a sus 33 a?os, a una pronta retirada. Arranc¨® los Juegos con una exhibici¨®n en el esquiatl¨®n, presentando su candidatura a reina del invierno, y, en los 10 km, demostr¨® que en su versi¨®n m¨¢s humana tambi¨¦n sabe triunfar. Tras su vac¨ªo en 2018 y la plata y el bronce en 2014, puede cerrar su carrera entre oros.

Ailing Eileen Gu (esqu¨ª acrob¨¢tico: dos oros y una plata)
La imagen de China en sus Juegos. De madre local y padre norteamericano, eligi¨® al pa¨ªs asi¨¢tico para ¡°inspirar a millones de personas¡±. Hace de todo y todo bien. Empezando por las acrobacias encima del esqu¨ª, con presea en las tres modalidades ol¨ªmpicas, continuando por su curr¨ªculum acad¨¦mico, beca en Stanford, y terminando por su carrera como modelo, siendo portada de Vogue o Cosmopolitan. Su objetivo para esta cita era un oro y se lleva dos. A ella, llegaba como una de las j¨®venes m¨¢s influyentes del mundo, seg¨²n Forbes. Ahora¡

Nathan Chen (patinaje art¨ªstico: oro y plata)
Ha dado el paso al frente definitivo. Buena parte de los focos apuntaban a Yuzuru Hanyu, bicampe¨®n ol¨ªmpico y leyenda absoluta del patinaje art¨ªstico, pero Chen ten¨ªa una obra que culminar. En?PyeongChang, se qued¨® lejos de sus posibilidades. Desde entonces, hab¨ªa acumulado m¨¢s de 1.300 d¨ªas sin perder ning¨²n certamen. Acordes y acordes en busca de una cadencia final perfecta. Al ritmo de Elton John y con la serenidad de Charles Aznavour, ya la tiene.

Queralt Castellet (snowboard halfpipe: plata)
N¨®mada en el mundo de los sue?os. Queralt Castellet lleva toda su vida recorriendo el globo terr¨¢queo para progresar en su disciplina, el snowboard halfpipe. Sacrificio, entrega, valores y la quinta medalla para Espa?a. Su objetivo, la que tanto merec¨ªa. Paquito y Blanca Fern¨¢ndez Ochoa, Regino Hern¨¢ndez, Javier Fern¨¢ndez y ella, la confirmaci¨®n de que el invierno cada vez es m¨¢s acogedor. ¡°Con m¨¢s instalaciones, estar¨ªamos arriba en el medallero por c¨®mo somos¡±, aseguraba en su visita a AS. Queralt lo representa como nadie.

Nils van der Poel (patinaje de velocidad: dos oros)
Pa¨ªses Bajos, tirano en las pruebas de velocidad sobre hielo, utiliza un algoritmo para seleccionar a sus patinadores con m¨¢s posibilidades de medalla. ¡®The Matrix¡¯, lo llaman. Un sistema infalible hasta que Nils van der Poel le ha encontrado el fallo. Se marcha de Pek¨ªn con dos oros en las dos pruebas que ha disputado (10.000 y 5.000 metros) y tres r¨¦cords, dos ol¨ªmpicos y uno mundial. Como?Keanu Reeves en la pel¨ªcula hom¨®nima al algoritmo neerland¨¦s, el patinador sueco es 'el elegido'.

Irene Schouten (patinaje de velocidad: tres oros y un bronce)
La viva muestra de que, m¨¢s all¨¢ de Van der Poel, las matem¨¢ticas funcionan en Pa¨ªses Bajos. Seis de los catorce oros en disputa en patinaje de velocidad se pronuncian en neerland¨¦s. Inapelable. La mitad de ellos, tres, lucen en el cuello de Irene Schouten. Suprema. Sumando el bronce logrado en la persecuci¨®n por equipos femenina, cuatro preseas que, en la disciplina, no se ve¨ªan desde Lydia Skoblikova en 1964. Entre los metales, los r¨¦cords ol¨ªmpicos en los 3.000 y 5.000 metros.

Suzanne Schulting (velocidad en pista corta: dos oros, una plata y un bronce)
El patinaje de velocidad es una religi¨®n en Pa¨ªses Bajos. Junto a Schouten, se debe mencionar a Ireen Wust. A sus 35 a?os y en sus quintos y ¨²ltimos Juegos Ol¨ªmpicos, la leyenda neerlandesa ha sumado dos preseas m¨¢s para completar un total de trece en su palmar¨¦s. Legado eterno. Camino de ¨¦l va Suzanne Schulting. En PyeongChang, logr¨® la primera medalla nacional en la modalidad de pista corta y de Pek¨ªn, con 24 a?os, se marcha con cinco. ¡°Sal un poco y patina¡±, le dec¨ªan sus padres de peque?a. De esas palabras inocentes a estas gestas.

Shaun White (snowboard halfpipe)
Se marcha de Pek¨ªn sin medallas, pero como una leyenda. The Flying Tomato es mucho m¨¢s que un ¨ªdolo deportivo. Protagonizar un videojuego es muestra de ello. Triple campe¨®n ol¨ªmpico, la perfecci¨®n en los?X-Games, con un 100 sobre 100 en 2012, y el primero en competir y tocar metal tanto en encima de la tabla de?snow?como del?skate. ¡°Gracias, snowboard. Dejo atr¨¢s toda una vida y un legado¡±, declaraba entre l¨¢grimas tras su ¨²ltima prueba ol¨ªmpica. Gracias a ti, Shaun.

Natalie Geisenberger (luge: dos oros)
Tercer doblete ol¨ªmpico seguido. Siete medallas en cuatro ediciones. Desde esta, la deportista con m¨¢s medallas en luge, superando al italiano Armin Z?eggeler, con seis. Tambi¨¦n la ol¨ªmpica alemana con m¨¢s premios en unos Juegos de Invierno. Con 10 a?os, empez¨® a formar parte de su club local. Con 34, ha ratificado su figura de supremac¨ªa en la disciplina. La mejor de todos los tiempos y con un alto en el camino en 2019, cuando fue madre.

Francesco Friedrich (bobsleigh: dos oros)
Tambi¨¦n repite doblete. Tal y como hizo en PyeongChang, Francesco Friedrich se marcha de Pek¨ªn con los dos oros en el doble masculino y bobsleigh a cuatro. El primero de la historia que da continuidad a la doble gesta. Es el piloto m¨¢s laureado de todos los tiempos, pero, a sus 31 a?os, sigue siendo insaciable. ¡°Doy el m¨¢ximo en cada carrera. Al principio, los r¨¦cords no me interesaban, pero ahora que estamos mejorando, claro que los miras¡±, dice. Va camino de tenerlos todos.

Lindsey Jacobellis (snowboard cross: dos oros)
Como el vino. Lindsey Jacobellis ha hecho bueno el t¨®pico en Pek¨ªn. En Tur¨ªn, con 20 a?os, se le escap¨® el oro en snowboard cross tras un salto innecesario cuando ya lo pod¨ªa acariciar. En Pek¨ªn, con 36 y en su posible cierre ol¨ªmpico, ha subsanado su error y, junto a Nick Baumgartner, ha conformado una pareja para la historia: primer puesto en la prueba mixta sumando, entre ambos, 76 inviernos. ¡°Orgullosos beb¨¦s de los 80", como afirmaba Baumgartner tras el ¨¦xito.

Marie-Philip Poulin (hockey hielo: oro)
Entre tanta estrella individual, parece justo nombrar a la selecci¨®n femenina de hockey hielo canadiense y, particularmente, a su capitana. Por sexta vez, en todas las ediciones menos una, Estados Unidos y Canad¨¢ se enfrentaban por el oro en unos Juegos; por quinta (en el palmar¨¦s total), se lo quedaba la hoja de arce. Adem¨¢s, con revancha incluida: en PyeongChang, la victoria fue yankee. Imperio recuperado. En ¨¦l, trono para Marie-Philip Poulin, primera jugadora (hombre o mujer) en anotar en cuatro finales, haci¨¦ndolo en todas las que ha estado.?No falla.