Desir¨¦e Vila, de las acrobacias a volar hacia el diploma en Tokio
La gallega hac¨ªa gimnasia y se rompi¨® la tibia y el peron¨¦, pero termin¨® perdiendo la pierna. Se reinvent¨® y opt¨® por el atletismo. Ha sido sexta en salto de longitud en sus primeros Juegos.


Sus ganas son incurables. Su sonrisa, indeleble. Desir¨¦e Vila (Gondomar, Pontevedra, 15 de junio de 1998) vive sus primeros Juegos con la ilusi¨®n de una ni?a, aquella que hac¨ªa ballet y hoy vuela alto con sus saltos. Este jueves qued¨® sexta en los de longitud ¡ª4.02 metros en el quinto intento¡ª y consigui¨® un diploma, pero Tokio no ha acabado para ella. Tendr¨¢ una nueva oportunidad el s¨¢bado en los cien metros. Y ella de oportunidades sabe un rato. Por eso celebra el cumplea?os de mu?i tanto como el suyo propio. Su vida tuvo dos comienzos y los muestra con naturalidad en las redes para intentar que la discapacidad deje de ser un tema tab¨².
Desi empez¨® con la gimnasia. Era su gran pasi¨®n y las cosas le iban bastante bien. Lleg¨® a trabajar dibujando acrobacias en el circo de Navidad en su ciudad, por lo que nada le hac¨ªa presagiar lo que aguardaba a la vuelta de la esquina. Se lesion¨® mientras entrenaba en el Club Flic Flac, despu¨¦s de realizar un salto mortal. El diagn¨®stico fue fractura de tibia y peron¨¦, pero aquello se complic¨® hasta el extremo por una negligencia m¨¦dica. Pas¨® de una lesi¨®n compleja a la amputaci¨®n de su pierna derecha el 4 de marzo de 2015. As¨ª es como apareci¨® en su vida su inseparable mu?i, como denomina cari?osamente a su mu?¨®n.
"Tengo recuerdos muy duros del hospital, de cuando me dieron la noticia, del dolor que pas¨¦¡ pero tambi¨¦n muy bonitos. Mis ¨²ltimos d¨ªas all¨ª eran una fiesta. Me sent¨ªa mimada y querida. Mi familia se volc¨®, mis amigos ven¨ªan todos los d¨ªas a visitarme, me hac¨ªan regalos y fiestas. Hasta las enfermeras me tra¨ªan chocolatinas por las ma?anas. Celebro ese d¨ªa porque fue muy duro, pero estoy viva. Hubo un momento en el hospital en que casi no lo cuento. Y ahora no me puedo quejar porque tengo una pr¨®tesis que me permite hacer de todo y m¨¢s¡±, explicaba a este peri¨®dico antes de poner rumbo a Tokio.
Aquellas experiencias las plasm¨® en un diario. Primero fue su v¨¢lvula de escape y despu¨¦s, un libro. El t¨ªtulo es toda una declaraci¨®n de intenciones: 'Lo ¨²nico incurable son las ganas de vivir'. Las suyas, adem¨¢s, son contagiosas. "Era una forma terap¨¦utica de sacar los sentimientos encontrados que ten¨ªa tras la amputaci¨®n. Al principio estuve muy medicada con antidepresivos, pero en cuanto tuve que dejarlos fue dif¨ªcil de gestionar por mi edad. Ten¨ªa 16 a?os. Es una situaci¨®n dif¨ªcil para cualquiera, pero para alguien en plena adolescencia¡ m¨¢s¡±, confiesa, convencida de que escribirlo supuso una catarsis: "Quer¨ªa dejar de darle vueltas y cerrar esa etapa para enfocar todo a otras cosas. Y pensaba que contarlo ayudar¨ªa a los dem¨¢s, que entender¨ªan que tras un proceso complicado hay una luz¡±.
Brilla m¨¢s desde que el atletismo entr¨® en su vida, aunque antes prob¨® un ramillete de deportes como tenis, baloncesto y nataci¨®n. Salto a salto, metro a metro, ha llegado hasta Tokio. "S¨¦ que volver¨¦ siendo otra persona y la experiencia me har¨¢ crecer. Dentro del grupo de atletismo me fijo en los que llevan muchos a?os, me dan tranquilidad. El mejor consejo que me han dado es que me centre en m¨ª y no d¨¦ importancia a si mi rival calienta veinte minutos antes que yo...", recordaba, consciente de que el camino hasta aqu¨ª ha tenido obst¨¢culos. La vuelta al deporte no fue f¨¢cil. Los fantasmas del pasado aparec¨ªan de forma inesperada: "Trabajo con una psic¨®loga deportiva desde que entr¨¦ en el CAR de Madrid. Fue muy importante porque me lesion¨¦ entrenando, practicando deporte y eso me frenaba mucho, sobre todo en la longitud. Tem¨ªa lesionarme de nuevo. Lo he ido trabajando porque aceptar una discapacidad no es cosa de un d¨ªa. Ahora soy muy abierta, puedo usar el humor negro, pero no siempre fue as¨ª¡±.
Es su naturalidad la que ha conquistado al p¨²blico. Tiene su propio canal de Youtube, Twitter, Instagram, TikTok... como ventana a los m¨¢s j¨®venes. Las redes se han convertido en su mejor aliado para hablar de la discapacidad sin complejos. "Es importante que aparezcamos y no nos d¨¦ verg¨¹enza ense?ar nuestra discapacidad. Al principio da un poco de miedo porque es mostrarte al desnudo, pero es una manera de reivindicar que nuestro f¨ªsico es tan v¨¢lido como el de cualquiera. En mi canal explico cosas porque la gente se hace muchas preguntas. Ese desconocimiento hace que le tengamos miedo a la discapacidad e incluso prejuicios", plantea.
Su p¨²blico abarca todas las edades, aunque son las preguntas de los ni?os las m¨¢s llamativas: "?Te puedes duchar con la pr¨®tesis? ?Y tener hijos? Son cosas que no se ense?an en el colegio. Intento estar en todas las redes posibles para llegar a todos los p¨²blicos. A todo el mundo le puede pasar y noto una evoluci¨®n en la percepci¨®n de la discapacidad". Algo que no la ha privado de hacer snow, escalada... de vivir la vida. "Ahora he probado deportes que antes no hac¨ªa", bromea esta gallega inquieta. No para. Tambi¨¦n ha protagonizado un v¨ªdeo musical de la banda gallega 'The Mirror' y ha posado con una pr¨®tesis dise?ada por el artista urbano Okuda San Miguel. ¡°Me puse en contacto con ¨¦l y le pareci¨® genial la idea porque est¨¢ muy concienciado con la discapacidad. Lo que pasa es que me cambi¨® de tama?o el mu?¨®n y como tiene que ser a medida no la puedo llevar a los Juegos", admiti¨®.
Su asignatura pendiente son los estudios. No termin¨® la carrera de Turismo en Inglaterra. Al empezar con el deporte se traslad¨® a Madrid, donde se ha matriculado en Relaciones Internacionales. "Es dif¨ªcil compaginarlo. Cuando pasen los Juegos intentar¨¦ volver a ese ritmo acad¨¦mico que deber¨ªa tener. Es importante que los atletas tengamos un Plan B. S¨¦, de primera mano, que en cualquier momento el deporte puede acabarse". Aunque para Desi reinventarse no es un problema, porque sus ganas son incurables y sus alas para volar.