JUEGOS OL?MPICOS | ATLETISMO
Hassan cierra la locura con oro
La neerlandesa gan¨® la final de 10.000 (29:55.32) ante Gidey y consigue as¨ª dos oros (este y el de 5.000) y un bronce (1.500).
Hizo de telonera en 10.000 la japonesa Hironaka, los dos primeros kil¨®metros. Y luego una gran artista Letesenbet Gidey, la plusmarquista mundial de la distancia (29:01.03), una excelente corredora a ritmos altos, alt¨ªsimo. Pero si la carrera se frena, y lleva a Sifan Hassan detr¨¢s, las oportunidades de la corredora et¨ªope de Tigray se diluyen. Porque Sifan es rapid¨ªsima, ya es veloz en 1.500 y en 5.000, pero en 10.000 es insuperable. Un rayo Hassan, que se colg¨® el segundo oro (29:55.32) de estos Juegos tras el de 5.000. Y adem¨¢s, un bronce, el de 1.500. Tres medallas para ella y Pa¨ªses Bajos.
La fuerte humedad (71% hab¨ªa) de Tokio s¨ª que influye en carreras tan largas como los 10.000. Y por eso, la t¨¢ctica de Gidey pudo hacer aguas. Porque llev¨® la carrera por debajo de 3:00 cada 1.000 metros, pero cuando llegaron las ¨²ltimas vueltas, quiso que Hassan colaborara. Una se?al de debilidad y encima la neerlandesa no accedi¨® a colaborar. Se lo dejaban todo para la ¨²ltima vuelta. Era indudable saber qui¨¦n dominar¨ªa, Hassan. Y Gidey desfalleci¨® hasta el bronce (30:01.72), se le col¨® Kalkidan Gezahegne, de Bahrein (29:56.18).
Hassan y Gidey acabaron reventadas en meta. La et¨ªope Gidey se daba golpes en la cabeza y le costaba mantenerse en pie, perpleja por la derrota y, sobre todo, machacada por la p¨¢jara. Hassan acertaba ligeramente a sonre¨ªr, con un bolsa de hielo en la cabeza. Junto a Elaine Thompson (tres oros) es la reina del atletismo en estos Juegos de Tokio.
"Cuando recog¨ª la medalla no pod¨ªa dejar de llorar"
"Cuando sub¨ª al podio a por esta medalla no pod¨ªa parar de llorar. Era la tercera en estos Juegos y se hab¨ªa terminado", explicaba Hassan, ya con sus trenzas de batalla sueltas: "Esto no se trata s¨®lo de m¨ª, sino de las mujeres a las que me enfrento. Es un mensaje a las mujeres".
La historia de Hassan en Tokio ha estado marcada por el peculiar comportamiento de la neerlandesa, que quiso ganar semifinales de 5.000 y 1.500 (ca¨ªda incluida) a toda costa, que no reserv¨® fuerzas en la final de 5.000 y que en 1.500 s¨®lo fue derrotada por las veloces Kipyegon y Muir. Ahora, se resarce en 10.000, porque en esa distancia no hay quien le gane. Sifan Hassan es un rayo.