JUEGOS OL?MPICOS | BALONCESTO (F)
Estados Unidos, directa al oro
La selecci車n norteamericana se impone con gran autoridad a Serbia, campeona de Europa, y ya es finalista. Francia o Jap車n, su rival por la m芍xima medalla.
Imparables, arrolladoras, indestructibles, aplastantes... ?Imbatibles? Seguramente. Estados Unidos regal車 una exhibici車n m芍s. Un ejercicio de superioridad absoluta ante una selecci車n como Serbia, campeona del Eurobasket de Valencia. No hubo oposici車n (79-59). De hecho, el partido se asemej車, m芍s bien, a una labor de gesti車n. Un acelerar y desacelerar continuo, comprobando el momento del rival y obrando en consecuencia. Aires de Dream Team. Era un buen escenario para dar un grito de autoridad y se eligi車 un guion de acci車n: golpes continuos y un final que, desde el principio, ya se pod赤a anticipar. Aportaron todas y apagaron a las dem芍s. 15 puntos y 12 rebotes de Brittney Griner, 12+10+3 de Breanna Stewart, 14 tantos de Chelsea Gray... y s谷ptimas finales consecutivas en el bolsillo. Directas al oro, si Francia o Jap車n no encuentran una f車rmula magistral.
Estados Unidos no es un equipo que especule. No lo necesita. Arrolla desde el minuto uno, con el riesgo que eso supone, con la seguridad de quien sabe que puede tomarlo. Te aplasta por dentro, con un dominio innato dif赤cilmente igualable, y te puede martillear por fuera. Si es que es necesario. Al descanso, no lo era (41-23). Las de Stanley s車lo sumaban dos triples. Ambos, de una Sue Bird inmaculada y l赤der sobre la pista. El resto, una pesadilla en la pintura para Serbia, ante un gigante que te engulle jugada a jugada, sin piedad. Los 20 puntos estadounidenses en la zona por los 8 serbios daban fe de ello. En el juego interior, el rebote ofensivo era lo 迆nico que abr赤a v赤as de anotaci車n para las de Maljkovic, imprecisas, sin embargo, una vez con el bal車n en las manos. 27% en tiros de campo con un 9% en el triple... Misi車n imposible ante un equipo que, en su estado natural, roza la perfecci車n en todos los apartados.
Y la roz車. Y se divirti車 con ella. Diana Taurasi, cuyos trucos se pierden en la eternidad, sigue inventando sobre la pista. A sus 39 a?os, a迆n busca el pase m芍s est谷tico, el gesto t谷cnico para la galer赤a. Esp赤ritu joven, el don de la genialidad o un mucho de ambos. Stewart, en direcci車n a canasta, culminaba a tabla un bal車n que llegaba con rastro estelar. Tras el pase, Taurasi daba una vuelta de 360? grados, un baile m芍s que, con p迆blico en las gradas, hubiera levantado un "oh"?absoluto. M芍s o menos, la onomatopeya que podr赤a definir todos y cada uno de los partidos de esta selecci車n.?
La tranquilidad fue tal que, de hecho, la propia Diana pudo reducir al m赤nimo exponente todo atisbo de riesgo. Al inicio del tercer cuarto, en la salida de un bloqueo, recibi車 un golpe en el costado y, tras 谷l, no volvi車 a disputar ning迆n minuto. Ya estaba todo m芍s que decidido. A su espalda, una diferencia que hab赤a llegado a los 27 puntos y que, en el cron車metro, s車lo concedi車 un minuto de gloria a las rivales. La 迆nica resistencia serbia lleg車 desde Yvonne Anderson, que se qued車 muy sola. 15 puntos para la escolta, al nivel de las mejores anotadoras estadounidenses, que le superaron en n迆mero. Porque son muchas y muy buenas. No son picos de talento dispersos. Cuando la ocasi車n lo demanda, son un tejido compacto de alternativas. Anotaci車n muy repartida, con tres jugadoras por encima de los diez puntos, y roles tan asimilados como letales. De momento, para todo el mundo. Francia o Jap車n intentar芍n sobrevivir.