Alberto Gin¨¦s, pionero ol¨ªmpico con sentido ar¨¢cnido

Alberto Gin¨¦s (C¨¢ceres, 2002), el talento precoz que se inici¨® en la escalada junto a su padre con apenas tres a?os, es ya a sus 18 a?os una figura mundial y un pionero. Quedar¨¢ ya para siempre como el primer espa?ol en participar en escalada y, adem¨¢s, en ganar un oro, objetivo que le ha llegado antes de tiempo pese a que en 2018, a los 15 a?os, dej¨® su casa de C¨¢ceres para recluirse en el CAR de Sant Cugat con los mejores profesionales. Dej¨® a la familia por este sue?o.

Este ¨¦xito no es casualidad. Y se presenta despu¨¦s de muchos a?os de aprendizaje compartiendo horas, paredes y roc¨®dromo con otros escaladores. En el CAR dispon¨ªa de un preparador f¨ªsico, ?scar Escalante, y de un equipo multidisciplinar que ha reforzardo el trabajo de su entrenador. "Es una persona dispuesta a trabajar en todos los ¨¢mbitos. Sabe el precio que se debe pagar para llegar ah¨ª", comenta Escalante.

Durante este tiempo previo? los Juegos, ha estado en competiciones por Europa, en Innsbruck (Austria), puliendo todos los detalles que le han llevado a este resultado, porque en Espa?a apenas hay lugares para practicar. De ni?o deb¨ªa recorrer largas distancias con su padre (de hasta 80 kil¨®metros en el d¨ªa). "Tiene de base una gran resistencia a la fuerza. Y luego ha sabido potenciar habilidades que no ten¨ªa tan desarrolladas como la flexibilidad", a?ade.

Antes de ese proceso, la afici¨®n porla escalada se convirti¨® pronto en obsesi¨®n divertida. "Fue progresivo. Todo mi tiempo era para la escalada. Las tardes, los fines de semana, las vacaciones y al final todo se fue dando...", contaba a AS antes de los Juegos. Y como primer referente tuvo a Ram¨®n Juli¨¢n Puigblanqu¨¦ Ramonet. Hoy comparte amistad y admiraci¨®n por rivales como el checo Adam Ondra. En los ratos libres, tiempo para las cartas o alg¨²n que otro juego. "Viene bien para desconectar y volver a centrar el foco", cuenta a AS.?

Gin¨¦s se define como un escalador que tiene en la dificultad su principal virtud.?Ya hab¨ªa avisado que llegaba r¨¢pido a Tokio gracias a un trabajo espec¨ªfico en velocidad que hab¨ªa dado sus frutos. "He rebajado mi marca en casi un segundo", disparaba durante su preparaci¨®n. El ¨¢rea por trabajar, la que m¨¢s le ha costado en Tokio, queda principalmente para el b¨²lder (bloque). Y ha conseguido una meta que parec¨ªa imposible tan pronto. Su sentido ar¨¢cnido es de pel¨ªcula.