As¨ª juega Brasil, la rival de Espa?a en la final de Tokio 2020

Brasil llega a su tercera final ol¨ªmpica consecutiva en el f¨²tbol masculino y defender¨¢ el oro conquistado en R¨ªo 2016 con un equipo fuerte y bien organizado, aunque sin grandes estrellas.

Sus mayores figuras Sub-24 ¨C Vinicius, Milit?o, Gabriel Jesus, Pedro, Rodrygo, G¨¦rson, Renan Lodi o David Neres ¨C y los tres mayores que la CBF quer¨ªa llevar ¨C Neymar, Alisson y Marquinhos ¨C no fueron liberados por sus equipos para los JJOO. Un rev¨¦s que llev¨® al seleccionador Andr¨¦ Jardine tener que improvisar. El entrenador brasile?o llam¨® al veterano Dani Alves, de 38 a?os, que asumi¨® el papel de l¨ªder y capit¨¢n de un grupo con el que nunca hab¨ªa jugado antes. Tambi¨¦n llegaron de ¨²ltima hora otros dos veteranos, Diego Carlos, central del Sevilla, y Santos, portero del Athletico Paranaense, y dos j¨®venes que estaban con la absoluta en la Copa Am¨¦rica, Richarlison, del Everton, y Douglas Luiz, del Aston Villa.

Jardine mont¨® su equipo alrededor de ellos y de Bruno Guimar?es, el ¨²nico jugador que podr¨ªa haber estado en la Copa Am¨¦rica con Tite pero prioriz¨® irse a los JJ OO. El centrocapista del Lyon es el alma, la columna vertebral del equipo de Jardine. Es el hombre de transici¨®n y de creatividad. De sus pies salen pr¨¢cticamente todas las jugadas de ataque de la canarinha que juega en una variaci¨®n entre 4-4-2 y 4-2-3-1 con un once que debe salir as¨ª contra Espanha: Santos; Dani Alves, Diego Carlos, Nino y Guilherme Arana; Douglas Luiz, Bruno Guimar?es, Antony y Claudinho; Richarlison y Matheus Cunha.

Dominio del bal¨®n y solidez en el centro del campo

La Brasil de Jardine es un equipo que domina muy bien la posesi¨®n del bal¨®n, toca con mucho temple y madurez, y que domin¨® ampliamente todos sus partidos en estos JJ OO ante rivales que, invariablemente, jugaron cerrados en defensa y a la contra. Pero, salvo en los primeros 30 minutos del debut contra Alemania, en todos los partidos ha sufrido mucho con el mismo problema: la ineficiencia de sus hombres de ataque ante la porter¨ªa rival. Brasil parece incapaz de transformar sus muchas oportunidades en goles.

El ataque comienza por Antony, extremo del Ajax, que a?ade desborde y velocidad por la banda derecha. Es un jugador muy atrevido y desequilibrante, que apuesta siempre por la jugadas individuales y arrancadas. Claudinho, del Red Bull Bragantino, es un mediapunta con muy buen toque y visi¨®n, que juega a veces pegado a la izquierda y otras como mediapunta. Richarlison ¨C pichichi de Tokio 2020 con cinco goles - hace la doble funci¨®n de delantero y extremo, con libertad total para moverse y buscar huecos entre las l¨ªneas de los rivales. Matheus Cunha, delantero del Hertha Berl¨ªn, es el goleador de la selecci¨®n Sub-23 de Jardine, con 18 goles en 20 partidos. No jug¨® con una lesi¨®n muscular ante M¨¦xico en la semifinal y es duda para la disputa del oro contra Espa?a. Si no estuviera, su sustituto puede ser Paulinho, del Leverkusen, o Gabriel Martinelli, del Arsenal.

Dudas en la defensa

En las pocas ocasiones donde fue presionado por sus rivales, sin embargo, la defensa de Brasil mostr¨® debilidades. Jardine perdi¨® el talentoso central del Arsenal, Gabriel Magalh?es, lesionado en los entrenamientos previos al viaje a Jap¨®n, y en su sitio entr¨® el joven Nino, del Fluminense, un central alto, pero sin mucha experiencia. Dani Alves y Arana son dos laterales muy ofensivos y la pareja Diego Carlos-Nino ya dio se?ales de que puede sufrir en el uno contra uno contra rivales que sepan explotar las jugadas en velocidad a las espaldas de los laterales.

Reinier, elemento sorpresa

Desde el banquillo, Jardine tiene dos jugadores que han cumplido todas las veces que han salido en la segunda parte. Son Malcom, ex del Bar?a y oy en el Zenit de San Petersburgo, y Reinier, mediapunta del Real Madrid que pas¨® la ¨²ltima temporada cedido al Borussia Dortmund.