JUEGOS OL?MPICOS
Los Juegos del silencio: cuatro chilenos cuentan qu¨¦ se siente
Tokio se realiz¨® en un ambiente in¨¦dito: sin espectadores. Una fiesta a la que nadie lleg¨®. Los deportistas cuentan c¨®mo fue competir as¨ª.
Los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio no son comparables con ning¨²n otro. No se puede. La ausencia de p¨²blico le quit¨® uno de los ingredientes m¨¢s importantes al evento, acostumbrado a la euforia, las tribunas llenas y el alboroto en la Villa Ol¨ªmpica.
Por ejemplo, en la cancha 8 del Centro de Tenis de Ariake se pudo escuchar todo lo que Marcelo Tom¨¢s Barrios dice: las quejas, las motivaciones, el silencio. Afuera el escenario es desolador. Una infraestructura capacitada para recibir un Masters 1000 luce como una estaci¨®n fantasma. Una fiesta a la que nadie vino.?
En el Centro de Tiro de Asaka, los disparos interminables asustaban a los p¨¢jaros y mosquitos que revoloteaban cerca del campo de tiro. Ah¨ª adentro Francisca Crovetto hac¨ªa lo suyo: se mov¨ªa de un lado a otro, buscaba sombra antes de cada estaci¨®n y observaba las tribunas vac¨ªas. Una escena opuesta a la fiesta de Londres o el carnaval de R¨ªo.
"Es diferente. Uno ve est¨¢ infraestructura gigante y piensa lo incre¨ªble que hubiesen sido. Pero felices que se hayan realizado. Todos ten¨ªamos miedo de que no se hicieran y finalmente se pudo", reflexiona.
Para algunos la ausencia de p¨²blico puede ser beneficiosa. As¨ª lo cree el arquero Andr¨¦s Aguilar, quien adem¨¢s es estudiante de sicolog¨ªa. ¡°Muchos ven el p¨²blico como una presi¨®n extra y ac¨¢ lo pueden llevar como si fuese un entrenamiento. Hacen lo suyo y eso puede ser bueno".
Eduardo Cisternas se inscribe m¨¢s cerca de esa l¨ªnea. ¡°Estaba un poco nervioso¡±, admiti¨® tras su debut en el Centro Acu¨¢tico de Tokio, quiz¨¢s uno de los sitios que re¨²ne m¨¢s gente en las tribunas: todos son prensa, invitados o delegados. Ah¨ª los pa¨ªses m¨¢s grandes como Australia, Estados Unidos o Alemania forman sus propias barras. Un peque?o oaisis de unos Juegos parad¨®jicos.