Un judoca argelino se niega a enfrentarse a uno israel¨ª
El argelino Fethi Nourine renunci¨® a competir en Tokio (categor¨ªa -73 kg) para no tener que enfrentarse a un rival de Israel: "La causa palestina es m¨¢s importante".


Fethi Nourine estaba clasificado para los Juegos de Tokio, pero no competir¨¢¡ por motivos ideol¨®gicos en un escenario digno de un bucle. El judoca argelino ha decidido renunciar una vez conocido el sorteo del cuadro de -73 kilos, que se iba a disputar ¨ªntegramente el lunes en el gimnasio Budokan, el gran templo nip¨®n de las artes marciales. Ser¨¢ as¨ª, salvo que decida cambiar de opini¨®n de aqu¨ª al lunes.
El motivo, en segunda ronda se habr¨ªa enfrentado al israel¨ª Tohar Butbul, algo que Nourine ni siquiera contempla por la situaci¨®n entre Israel y Palestina. "Hemos trabajado duro para clasificarnos para los Juegos, pero la causa palestina es m¨¢s grande e importante que todo eso", afirm¨® el judoca, de 30 a?os, residente en Or¨¢n.
Y aqu¨ª viene el bucle¡ Nourine ya se hab¨ªa visto en otra ocasi¨®n ante esta tesitura, casi exactamente id¨¦ntica. Fue tambi¨¦n en Tokio, hace dos a?os en el Mundial, y precisamente el choque le enfrentaba con Butbul en segunda ronda. Mismo episodio, aunque esta vez ante el gran escaparate de los Juegos Ol¨ªmpicos.
Una pol¨¦mica recurrente
"No tuvimos suerte con el sorteo. Nourine cay¨® ante en segunda ronda ante el israel¨ª (en primera le toco el sudan¨¦s Abdalrasool) y ese es el motivo de su retirada", asegur¨® el seleccionador nacional de Argelia, Amar Ben Yekhlef.
El conflicto Israel y deportista isl¨¢micos en el judo es algo que tiene ya un recorrido. En R¨ªo 2016, el egipcio El Shahaby se neg¨® tras su derrota a estrechar la mano del israel¨ª Sasson, en -100 kilos. En el Mundial de 2019, en el mismo que Nourine no quiso combatir contra Butbul, las autoridades iran¨ªes le hab¨ªan impuesto a su representante, Saeid Mollaei, perder para no enfrentarse a un israel¨ª. Mollaei cambi¨® a nacionalidad de Mongolia en 2019.
La pol¨ªtica y las reivindicaciones, de las que huye el COI con su reglamento, se cuela por las rendijas del legendario templo Budokan.