Fil¨®sofo Kipchoge

Tras una sesi¨®n demoledora en el espartano campamento de Kaptagat (Kenia), Eliud Kipchoge se tumba y lee. En su mesa est¨¢ ahora 'H¨¢bitos At¨®micos' de James Clear, un libro sobre gen¨¦tica. ¡°Amo la lectura, es mi forma de tener siempre m¨¢s conocimiento sobre el ser humano¡±, explica el keniano, de 36 a?os. El Fil¨®sofo (ese es su apodo) ser¨¢ una estrella ol¨ªmpica pero no en Tokio, sino en Sapporo, donde aspira a reeditar el oro de marat¨®n de R¨ªo 2016. ¡°Si lo gano ser¨¢ lo m¨¢s alto de mi carrera¡±, dice en un encuentro de medios en el que estuvo AS.

Y decir que ser¨¢ ¡°lo m¨¢s alto¡± de su trayectoria es mucho. Porque si Kipchoge lee sobre el ser humano, ¨¦l es un ejemplar ¨²nico. Posee el r¨¦cord mundial de marat¨®n ¡®oficial¡¯ (2h01:39 en Berl¨ªn 2018) y el ¡®extraoficial¡¯ con aquella carrera de Viena en 2019, donde rompi¨® la barrera de las dos horas (1h59:40). Llevaba liebres permanentes, un coche que marcaba el ritmo, pero super¨® ¡°un Everest¡±. ¡°Fue como cuando se pis¨® la luna por primera vez. Mi vida despu¨¦s de aquello cambi¨®, porque puedo inspirar a mucha m¨¢s gente. Sin embargo, mi mentalidad es la misma, creo que el hombre puede correr por debajo de las dos horas. S¨®lo tiene que tener determinaci¨®n¡±, sigue pausado Kipchoge.

La marat¨®n ol¨ªmpica ser¨¢ al norte de Jap¨®n, a casi 800 kil¨®metros de Tokio, por el riesgo que supon¨ªa celebrar una carrera de 42.195 metros, con m¨¢s de 30 grados y 80% de humedad. Eso no quita que Sapporo vaya a ser mucho m¨¢s fr¨ªa. ¡°Estaremos todos en la misma sart¨¦n, as¨ª que las condiciones las sufre cada atleta por igual¡±, reflexiona Kipchoge, que sigue en forma: ¡°Me siento joven, fresco y con hambre¡±. Este 2021 corri¨® una marat¨®n peculiar en el aeropuerto de Twente (Holanda) y sin fisuras firm¨® 2h04:30. La victoria n¨²mero 13 en una marat¨®n.

Larga trayectoria: "Correr es mi pasi¨®n"

No s¨®lo por su nivel, Kipchoge es un ser humano ¡®¨²nico¡¯ por su longevidad deportiva. En 2003, siendo un adolescente, gan¨® en unos Mundiales de 5.000 a El Guerrouj y Bekele. Sigue al pie del ca?¨®n, y as¨ª explica su secreto: ¡°Correr es mi gran pasi¨®n, no hay una f¨®rmula m¨¢gica, ni trucos. Mi secreto es que llevo corriendo durante mucho tiempo, bajo sistemas de entrenamientos fenomenales. Soy constante, tengo un buen entrenador (Patrick Sang) y compa?eros excepcionales. Esto es una profesi¨®n, siempre soy positivo y estoy enfocado¡±.

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Kipchoge sigue fiel a sus inicios, entren¨¢ndose en Kaptagat, a 2.200 de altitud, con Sang, el entrenador que le apunt¨® en el brazo su primer plan de entrenamiento de 10 d¨ªas. ¡°Fui corriendo a casa y lo anot¨¦ con un boli en un papel¡±, recuerda. Despu¨¦s se instal¨® all¨ª en el campamento 2002. Y sigue con el mismo esp¨ªritu, la misma t¨¦cnica: ¡°Mi forma de correr no ha cambiado demasiado, lo hago de manera natural. Puedo haber modificado muchas cosas, pero mi estilo siempre ha sido igual que el que ten¨ªa de joven¡±. Ha comprado una granja: ¡°Tengo mis gallinas y como los huevos que dan¡±. Los fines de semana visita a su familia, que vive a 20 kil¨®metros. El resto, vida espartana.

En lo que s¨ª ha sido innovador Kipchoge ha sido en la revoluci¨®n de las zapatillas. ?l fue el primero en llevar unas Vaporfly, ese calzado de espuma especial y placa con fibra de carbono. Lo hizo en un reto Breaking 2 en Monza (hizo 2h00:25). Eran las 4%, luego avanz¨® el modelo Next% y las Alphafly. Primero pasaron por Kipchoge y luego al resto de atletas. Y los registros en larga distancia se revolucionaron. ¡°Las zapatillas est¨¢ claro que son muy buenas, algo que hacen todo m¨¢s confortable. Pero no son suficiente, hay que correr, estar en forma¡±.

Sin p¨²blico en Sapporo

En Sapporo, en el pen¨²ltimo d¨ªa de los Juegos no habr¨¢ p¨²blico: ¡°Ser¨ªa m¨¢s feliz si los aficionados pudieran estar en primera l¨ªnea, pero las autoridades lo hacen para salvar vidas. Me gustar¨ªa que estos Juegos dieran esperanza al mundo, que fueran una transici¨®n hacia la vida normal, para salir del t¨²nel¡±. All¨ª se las ver¨¢ en duelo con los et¨ªopes Kitata y Desisa, pero no con Bekele, que se cay¨® del cartel en lo que podr¨ªa haber sido el gran duelo ol¨ªmpico.

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Porque ese es uno de los grandes objetivos de Kipchoge, inspirar a otras generaciones ¡°como lo hacen Cristiano, Messi, Naomi Osaka, Hamilton, Quartararo¡­¡±. Tiene 36 a?os, media vida en lo m¨¢s alto y conserva ¡°el hambre por competir¡±. ?Ser¨¢ Sapporo el ¨²ltimo baile? No parece. ¡°No lo creo, quiero seguir compitiendo por todo el mundo, siendo ejemplo¡±. Aspira a un doblete ol¨ªmpico en marat¨®n que s¨®lo lograron Abebe Bikila (1960-1964) y Cierpinski (1976-1980), alem¨¢n de la DDR. Llega el turno del Fil¨®sofo Kipchoge.