Hormiguita Portela
La pirag¨¹ista gallega de 39 a?os batir¨¢ el r¨¦cord de participaciones femeninas (6). "Si tengo motivaci¨®n y los resultados acompa?an no necesito marcarme un final", afirma.
Tiene 39 a?os (los cumpli¨® el 5 de mayo). Quince medallas en Mundiales (en 14 participaciones) y 18 en Europeos. Dos carreras universitarias (Magisterio y Fisioterapia) y se aplica con una tercera (Diet¨¦tica y Nutrici¨®n en la UCAM). Es madre de Naira, una ni?a de seis a?os. Todos los d¨ªas se hace entre 80 y 160 km, dependiendo de si la sesi¨®n es doble, entre O Grove y el embalse de Pontill¨®n, en Verducido (Pontevedra) para entrenar. Junto a su marido, el expirag¨¹ista ol¨ªmpico David Mascato, regenta una cl¨ªnica de fisioterapia. Da conferencias inspiracionales... Y en Tokio competir¨¢ en K1 200 en sus sextos Juegos convirti¨¦ndose en la espa?ola con m¨¢s participaciones. Agota leerlo. Y da envidia. Ella es Teresa Portela. '?Y c¨®mo lo hace?'. "?Soy como una hormiguita!", suelta con una risilla. Como si lo extraordinario fuese normal.
Teri, que se subi¨® al kayak por primera vez en su pueblo de Ald¨¢n, donde fue compa?era de colegio de David Cal, el deportista espa?ol m¨¢s laureado en unos Juegos con cinco medallas, tiene ya una escultura delante del club en el que se form¨® y sobre la piedra se lee un lema: "Trabaja duro pero en silencio, deja que el ¨¦xito se encargue de hacer todo el ruido". Es lo que figuraba en el estado de Whatsapp de su m¨®vil y lo que define su carrera en un deporte donde es un ejemplo y una estrella pero en el que le falta el ruido ol¨ªmpico. El estruendo. La medalla. "?Ojala, me gustar¨ªa tenerla!", reconoce la gallega.
Hace 21 a?os. Portela inici¨® su camino ol¨ªmpico en S¨ªdney 2000. "Ten¨ªa 18 a?os, a¨²n era j¨²nior y viaj¨¦ sin presi¨®n, con la expectaci¨®n de saber qu¨¦ eran unos Juegos. Y 21 a?os despu¨¦s voy con la misma ilusi¨®n", avisa. Fue quinta en Atenas y Pek¨ªn, cuarta en Londres y sexta en R¨ªo. En 2012 se qued¨® a 198 mil¨¦simas del bronce y sus l¨¢grimas llenaron los telediarios. "Me result¨® muy duro llegar a meta y por un fallo, porque la competici¨®n no sali¨® perfecta, estar fuera del podio, pero ahora lo veo con cari?o", recuerda Portela.
En los Juegos de R¨ªo 2016 ya era madre, pero no pens¨® que fueran sus ¨²ltimos Juegos. Como tampoco cree que puedan ser los de Tokio. "Siempre siento una competici¨®n como la ¨²ltima. La quiero vivir intensamente, aprovechando el momento. Estoy muy a gusto entrenando. Mi entorno, mi entrenador (Daniel Brage, 12 a?os a su lado), el lugar donde me preparo en Pontevedra... No siento la necesidad de marcarme un final. Si tengo motivaci¨®n y los resultados me acompa?an, quiero aprovecharlo al m¨¢ximo. Y en el ¨²ltimo Mundial (2019) fui bronce", advierte la ejemplar deportista nacida en Cangas de Morrazo.
Teri rompe con esas teor¨ªas escritas de que con los a?os se pierde explosividad y se gana resistencia. Sigue en los 200 metros. El sprint puro. Un fogonazo de unos 40 segundos. "Me considero una chica fuerte y para esta distancia lo que necesitas es reaccionar r¨¢pido y mantener la velocidad. Todo el mundo habla de esos estudios, pero no es mi caso. Soy muy pr¨¢ctica. Yo entreno, y el cron¨®metro dice que estoy en los mismos tiempos de siempre y en cada serie intento ara?ar mil¨¦simas. Es lo que me gu¨ªa, sin hacer caso a la edad", explica. Durante el par¨®n de la pandemia, y con el retraso de un a?o, en ning¨²n momento pens¨® en rendirse. "Una vez que se pospusieron, di la vuelta a la tortilla: fuera negatividad y un a?o m¨¢s para prepararme. No quer¨ªa dejar algo a medias", recuerda.
La maldita COVID-19, eso s¨ª, ha chafado todos los planes de viaje de la familia a los Juegos. Naira iba a verla en directo. Ni ella ni Mascato podr¨¢n acudir. "Lo estoy asimilando", dice triste. Si la recompensa de la medalla llega en Tokio el abrazo a 'mam¨¢ hormiguita' tendr¨¢ que esperar un poco. Si no la hay, ser¨¢ igual de merecido.