Tres sugerencias a Ancelotti para el Madrid en el Mundial

Retales de Qatar, tierra que ha dejado tres notas para Ancelotti. Lo ha seguido bien de cerca el entrenador, espectador de lujo de como tres de sus hombres han dado nuevos pasos -o no tan nuevos-. Para la causa, le vienen de perlas: Militao se ha reforzado como posible lateral derecho cuando sea necesario, Asensio, por el cual Carletto ya apost¨® como falso nueve, ha visto como Luis Enrique secundaba la moci¨®n y, por ¨²ltimo, Tchouameni ha firmado un campeonato sobresaliente -con la mancha del penalti- jugando en un doble pivote. Un hat-trick de noticias que le ampl¨ªan el abanico de posibilidades. Y alimentan el debate del Madrid del futuro.

Militao, a la banda

De regreso al futuro. Porque como muchos sabr¨¢n, Militao fue lateral derecho en sus or¨ªgenes (de sus 37 partidos con el S?o Paulo, en 26 fue lateral). Galopando la banda derecha lo descubri¨® el Oporto, que vislumbr¨® un talento y lo ¡®pesc¨®' para Europa. En Do Dragao empez¨® a compaginar la l¨ªnea de cal con el centro de la defensa (el 32% de sus partidos, fue carrilero). Pero en el Madrid no ha habido color: lleva 107 partidos y de ellos, s¨®lo ha sido lateral en uno (el 8 de marzo de 2020, en una derrota por 2-1 contra el Betis, poco antes de la cuarentena).

Aquella noche decepcion¨® y Ancelotti, cuando ha tenido urgencias, ha optado antes por Lucas V¨¢zquez o, incluso, R¨¹diger, que por ¨¦l. Pero Tite no ha tenido ni un ¨¢pice de dudas en este Mundial. Sin laterales izquierdos, al seleccionador no le qued¨® otra que desplazar a Danilo a la banda contraria, lo que dej¨® la diestra para Dani Alves... o Militao. Bingo. Eligi¨® la segunda: el madridista corri¨® la banda ante Suiza (1-0), Corea del Sur (4-1) y Croacia (eliminados en penaltis). Sus n¨²meros le a¨²pan: gan¨® 3,5 duelos por partidos, tuvo un 91% de acierto en pases y un 65% en centros. Puede cumplir en la posici¨®n.

Asensio, ?falso nueve?

He aqu¨ª un ferviente debate. Con su rendimiento en el Mundial no ech¨® ra¨ªces, pero s¨ª dej¨® una certeza: algo vio Ancelotti para ponerlo ah¨ª y, vaya, lo mismo debi¨® ver Luis Enrique para secundar su moci¨®n. Tal vez la movilidad, tal vez la posibilidad de bajar y disparar desde lejos, tal vez su capacidad asociativa. Desde luego, no la p¨®lvora: como falso nueve ha jugado ocho partidos en toda su carrera y s¨®lo ha marcado un gol (ante Costa Rica, este Mundial). En la posici¨®n aportar¨¢ mucho, pero n¨²meros en mano, goles... no. Este Mundial ha hecho 2,5 disparos por partido (de los cuales, a puerta s¨®lo han ido 0,5), su precisi¨®n de pases ha sido de un 81% (cifra por debajo de la media) y apenas ha ganado el 31% de los duelos.

Esos son los n¨²meros de una apuesta que, apruebe o suspenda, ya han llevado a cabo dos entrenadores. Dos; no puede ser un comod¨ªn, ya es una decisi¨®n. Su primera vez fue en San Mam¨¦s: el Madrid cay¨® eliminado de la pasada Copa con ¨¦l como referencia. No repiti¨® en toda la temporada, pero la f¨®rmula ha vuelto a salir a la palestra en esta: jug¨® algunos minutos en el Cl¨¢sico y en el derbi. Y de ah¨ª, a Espa?a, donde ha sido falso nueve en los cuatro partidos del Mundial, el amistoso ante Jordania y antes, una derrota en la Nations frente a Suiza (1-2, la que complic¨® todo y oblig¨® a asaltar Braga). Ahora vuelve al Madrid, con quien acaba contrato el 30 de junio. Regresa un... ?falso nueve?

Tchouameni, en un doble pivote

Francia lo confirm¨®: en un esquema con dos centrocampistas, a d¨ªa de hoy, est¨¢ jugando m¨¢s suelto. Pero esto es un ¡®problem¨®n¡¯ para Ancelotti, que no parece cercano a cambiar el 4-3-3 de su Madrid. No le quedar¨¢ a Aur¨¦lien otra, por tanto, que acostumbrarse y aprender. Pero desde luego vuelve tras hacer un Mundial sobresaliente: ha firmado casi un 95% de acierto en pases (uno de los porcentajes m¨¢s altos de toda la competici¨®n, lo que asciende a un 97% cuando se miran s¨®lo los env¨ªos en campo propio), robado casi dos balones por partido y ganado el 81% de los duelos a¨¦reos.

Pero, por encima de todo esto, destaca su capacidad para llegar al ¨¢rea rival. Cuando se libera de la presi¨®n de saberse el ¨²ltimo hombre, se quita las cadenas y convierte en un peligro desde la frontal. As¨ª bati¨® a Pickford, controlando a cent¨ªmetros de la medialuna, suspirando y disparando con el empeine al palo derecho. Un golazo que dibuj¨® parte del camino hacia las semifinales. Para Deschamps es indiscutible y ¨¦l, en el 4-2-3-1 de su pa¨ªs, se muestra m¨¢s atrevido que en el Madrid. He ah¨ª una alternativa para Carletto por si quisiera cambiar el dibujo, probar algo nuevo. Desencadenar a Tchouameni de un pivote que -debe ser- lo encorseta.