Toda una vida en 2,6 segundos y una herida que ya dura 25 a?os: Sarri¨¤
De Zamora a Tamudo pasando por el Mundial-82. 74 a?os de historia del Espanyol y el f¨²tbol se derrumbaron el 20 de septiembre de 1997, sin ni siquiera sepultar la deuda del club.
¡°Sarri¨¤ en el coraz¨®n¡± se le¨ªa en la pancarta que esa misma ma?ana hab¨ªan depositado algunos aficionados, envuelta en otra ofrenda espont¨¢nea, la de los numerosos ramos de flores que brindaban esa ¨²ltima despedida a Can R¨¤bia. Con aire de funeral. Y no era para menos. Muchos pericos ni siquiera quisieron verlo por TV3, que lo emiti¨® en directo. Algunos, de hecho, ni siquiera con la cura que concede el tiempo han claudicado. 25 a?os se cumplen este 20 de septiembre del derribo de Sarri¨¤, el estadio, la casa del Espanyol.
Sometida parte de la grada a una demolici¨®n mec¨¢nica previa, se reservaba para las cinco de la tarde y tres minutos el instante m¨¢s doloroso. Ese en el que el ingeniero t¨¦cnico de minas ?scar Caudet, acaso el especialista que m¨¢s operaciones delicadas de este tipo ha coordinado en territorio catal¨¢n, puls¨® el bot¨®n. Y aunque la Tribuna Vieja se resisti¨® a sucumbir del todo, en dos segundos y 60 cent¨¦simas, y mediante una voladura controlada, 92 kilogramos de Goma 2 se encargaron de borrar 74 a?os de historia.
De Ricardo Zamora a Ra¨²l Tamudo pasando por Pitus Prat y el primer gol en la historia de la Liga, la Copa del 40, Jos¨¦ Parra, el equipo del Ox¨ªgeno, los Cinco Delfines, Rafa Mara?¨®n, Dani Solsona, Tommy N¡¯Kono, John Lauridsen, la semifinal contra el Brujas en la UEFA del 88, el Mundial del 82 con su antol¨®gico Brasil-Italia, los Juegos de Barcelona-92¡
Se tuvo que mudar el Espanyol al Estadi Ol¨ªmpic de Montju?c, de alquiler, hasta 12 a?os despu¨¦s encontrar un nuevo hogar entre Cornell¨¤ y El Prat de Llobregat. Pero ya sin aquel aroma de c¨¦sped y puro. De f¨²tbol de anta?o. Y con la eterna duda de si vali¨® la pena aquella soluci¨®n que se antojaba inexorable para la supervivencia del club, una tesis que el paso del tiempo ha ido poniendo en tela de juicio.
Porque, aunque entonces la deuda del Espanyol se cifr¨® oficialmente en unos 7.000 millones de pesetas (42 millones de euros), a?os m¨¢s tarde el propio Dani S¨¢nchez Llibre, que pr¨¢cticamente debut¨® como presidente con la demolici¨®n, como el director general Jos¨¦ Luis Marc¨® la situar¨ªan en unos 15.000 millones de pesetas (90, en euros), lo que significar¨ªa que ni siquiera con la recalificaci¨®n y venta de Sarri¨¤ acab¨® el club perico de ahogar sus penas.
El caso es que unos terrenos privilegiados, de 31.000 metros cuadrados (el estadio y la zona de entrenamiento de La Chatarra) en uno de los barrios m¨¢s pudientes de Barcelona, se despacharon por 9.647 millones de pesetas (unos 58M euros), que correspond¨ªan a la oferta de la constructura OCP, el grupo financiero Argentaria y la inmobiliaria Sanahuja. De la edificaci¨®n en ese lugar de 450 viviendas se quedaba el Espanyol adem¨¢s con un 16 por ciento.
Fueron no pocos los recursos, hasta seis, que se presentaron contra la recalificaci¨®n, principalmente por parte de asociaciones de vecinos y del grupo municipal de Iniciativa per Catalunya ¨C Els Verds, que un lustro despu¨¦s ser¨ªan desestimados por el Tribunal Contencioso Administrativo de Barcelona. Algunas sombras sobre la operaci¨®n, sin embargo, jam¨¢s acabaron de desvanecerse.
En pocos meses, el pr¨®ximo 18 de febrero de 2023, se alcanzar¨¢ el centenario de la inauguraci¨®n de un estadio que hoy es recordado con unos jardines, una t¨ªmida placa y la posterior inauguraci¨®n de la Pla?a Ricardo Zamora. Pero que permanece intacto en el recuerdo de generaciones de pericos que todav¨ªa, 13 a?os despu¨¦s del aterrizaje en Cornell¨¤-El Prat, siguen buscando su lugar en el mundo como el que ten¨ªa el Espanyol en Sarri¨¤.