La otra cara de Tchouam¨¦ni: loco de la NBA, mal perdedor, amante del sirope...
Las cualidades futbol¨ªsticas del nuevo fichaje del Madrid saltan a la vista, pero desde AS echamos un vistazo a su lado m¨¢s personal.
¡°Nos gustaba jugar a la PlayStation. Y es un perdedor muy, muy malo. Una vez le gan¨¦ y se tir¨® a la piscina con la ropa puesta porque estaba muy enfadado por haber perdido. Me dec¨ªa que soy p¨¦simo al FIFA. Al ganarle se calent¨® y hubo que bajar la temperatura¡±. As¨ª recordaba, con una sonrisa, Zaydou Youssuf, en una entrevista en L¡¯?quipe, al Tchouam¨¦ni fuera de los terrenos de juego. Youssuf es ahora futbolista de Saint-?tienne, pero comparti¨® formaci¨®n con Tchouamso, uno de los m¨²ltiples apodos con los que el nuevo fichaje del Real Madrid era identificado en la ¨¦poca, en la cantera del Girondins de Burdeos. ¡°Los supervisores recorr¨ªan las habitaciones para ver si alguno de los j¨®venes ten¨ªa Nutella, zumo o cualquier otra cosa. Aur¨¦lien, para ¨¦l era el sirope. Como no nos permit¨ªan comer pasteles, el sirope aportaba un poco de dulzura y nos pon¨ªa de buen humor para la noche¡±, a?ade. Las cualidades futbol¨ªsticas de Aur¨¦lien saltan a la vista, pero tirando de hemeroteca se puede echar un vistazo a la otra cara de Tchouam¨¦ni, su lado m¨¢s personal.
Esa competitividad tambi¨¦n la se?ala la otra gran joya salida del equipo bordel¨¦s en los ¨²ltimos tiempos, un Jules Kound¨¦ con quien el ya expivote del M¨®naco hizo grandes migas (ahora comparten agente, Jonathan K¨¦b¨¦). El diario franc¨¦s tambi¨¦n toc¨® la puerta del sevillista para abrir el ba¨²l de recuerdos de Tchouam¨¦ni y, al ser preguntado por su compatriota y amigo, no dud¨®: ¡°Para definir a Aur¨¦lien, dir¨ªa inmediatamente que es un competidor. Hasta el extremo. (Sonr¨ªe) A veces puede acabar mal. No lo digo en el sentido de llegar a las manos, sino que puede llegar a ofenderse muy f¨¢cilmente. Es un muy mal perdedor, todos lo somos en cierta medida, pero siempre quiere ganar y no soporta perder. En la vida cotidiana, en el f¨²tbol o en cualquier otro aspecto: cuando jugamos al baloncesto, a los videojuegos; incluso cuando nos tomamos el pelo y ¨¦l no tiene siempre la ¨²ltima palabra...¡±. El central no lo dice en mal sentido, sino para explicar esa voracidad competitiva con la que se emplea sobre el campo: ¡°De este deseo de querer ganar siempre, de odiar la derrota, surge el trabajo duro¡±.
¡°Era Tchoutchou, sino le llam¨¢bamos Young King¡±, responde Jules cuando llega el turno de los apodos. ¡°Somos grandes aficionados al baloncesto. Es un poco una referencia a LeBron James (se le conoce como King James). Y m¨¢s all¨¢ de eso, es tambi¨¦n el hecho de que queremos llegar a la cima y que, por ahora, estamos en el principio¡±, explica. Tchouam¨¦ni es un loco de la NBA. De hecho, hace dos escasas semanas se person¨® en Miami para ver a los Heat en los playoff. ¡°Es un poco americano¡±, rememora otro de los consultados, Ga?tan Poussin, tambi¨¦n compa?ero en el centro de formaci¨®n del Girondins. ¡°Cuando fuimos a Washington para un curso de formaci¨®n, lanz¨® la pelota para iniciar un partido de b¨¦isbol. Puede levantarse por la noche para ver un partido de la NBA. Es un americano, s¨ª, pero no es un buen jugador de baloncesto (se r¨ªe), es un jugador mediocre. Es mejor con el bal¨®n en los pies¡±, complementa el hoy portero del Girondins.
Judoca y delantero
Tchouam¨¦ni aterriz¨® en Burdeos, paso previo al M¨®naco (le fich¨® en 2020), a los cinco a?os, tras nacer en Ruan y pasar por Dijon como puente. El trabajo de su padre Fernand, famac¨¦utico (su madre es consejera de educaci¨®n), marc¨® el camino, como tambi¨¦n sus inicios en el f¨²tbol. El joven Aur¨¦lien vio un partido de empresa de su progenitor al llegar a la capital de la Nueva Aquitania y ya le pic¨® el gusanillo. Aunque no fue hasta los 11 a?os cuando ingres¨® en la cantera del Girondins, ya que Ferdinand no quer¨ªa que el f¨²tbol fue m¨¢s que un divertimento para su hijo por aquel entonces. Adem¨¢s, no fue el ¨²nico deporte que practic¨® en la infancia. El primero fue el judo y lleg¨® a enfundarse el cintur¨®n amarillo. Es m¨¢s, ha reconocido que, quiz¨¢, de ah¨ª vengan sus buenas aptitudes para robar balones (el mejor de Europa el curso pasado).
Su andadura en Les Marines et Blancs empez¨® como delantero, pues no fue hasta los 14 o 15 a?os cuando pas¨® al centro del campo. ¡°Est¨¢ bien, y a¨²n as¨ª pod¨ªa marcar goles. Era un papel diferente. Tocaba m¨¢s el bal¨®n, as¨ª que fue una bendici¨®n¡±, recordaba en 2018 nuestro protagonista, en una entrevista en Onze Mondial donde tambi¨¦n pon¨ªa contexto a sus inicios en el balompi¨¦: ¡°Mi padre jugaba en el equipo f¨²tbol de la compa?¨ªa. As¨ª que lo segu¨ª bastante cuando era un ni?o. Yo fui el primer fan de mi padre. Empec¨¦ a los cinco o seis a?os en un club de los suburbios de Burdeos. Cuanto m¨¢s crec¨ªa, m¨¢s me daba cuenta de que pod¨ªa hacer algo en el f¨²tbol. Y fue entonces cuando empec¨¦ a tom¨¢rmelo en serio. Cuando entr¨¦ en el Girondins de Burdeos, me dije realmente: ¡®Esto es lo que quiero hacer¡±.
Y a partir de ah¨ª, comenz¨® a hacerlo. Debut profesional a los 18 a?os con el Girondins. Fichaje millonario por el M¨®naco a los 20. Mejor jugador joven de la Ligue 1 en su primer curso entero con los monegascos y estreno con la absoluta francesa a los 21. Nuevo jugador del Real Madrid a cambio de 80 millones de euros a los 22. Desde el equipo blanco, a modo de bienvenida, han recogido algunas de estas curiosidades, acompa?adas de otras como la manera de correcta de pronunciar su nombre, su estricta rutina alimentaria (no desayuna hasta haber completado el entrenamiento) o la importancia que le da al aspecto mental: apunta sus emociones en una especie de diario, as¨ª como frases motivacionales de algunas de las mayores leyendas del deporte. Tchouam¨¦ni tiene claro el camino a seguir y ¨¦l coloca sus propias baldosas amarillas en busca de Oz.