Una de las preguntas m¨¢s frecuentes que se hace el aficionado del Real Madrid es si Aur¨¦lien Tchouam¨¦ni es un Casemiro 2.0. Si analizamos c¨®mo ha jugado el flamante fichaje del 14 veces de Europa desde su debut con el Burdeos, estamos ante una afirmaci¨®n err¨®nea. En sus dos primeras temporadas en la ¨¦lite, el internacional franc¨¦s ejerci¨® siempre en doble pivote que, a su vez, ¨¦ste era un mediocentro defensivo puro. En el Girondins de Burdeos actu¨® junto a Ot¨¢vio, un mediocentro que nunca se incorporaba al ataque y que le guardaba las espaldas para que Tchouam¨¦ni jugara con libertad para incorporarse al ataque o para salir de zona a cortar los ataques rivales.

En 2020, a?o en el que Tchouam¨¦ni ficha por el M¨®naco a raz¨®n de 18 millones de €, la historia pr¨¢cticamente se repite. Durante sus primeros meses en El Principado, Robert Moreno, que era el entrenador del equipo por aquel entonces, le coloc¨® en un doble pivote junto a Bakayoko. El actual jugador del Milan era el ancla del M¨®naco, mientras que Tchouam¨¦ni era el jugador que se mov¨ªa m¨¢s por el mediocampo en ese doble pivote que apenas pudo desarrollarse, ya que lleg¨® la pandemia del coronavirus.

Meses despu¨¦s, ya con Niko Kovac en el banquillo, Tchouam¨¦ni volvi¨® a brillar en un doble pivote, esta vez con Youssouf Fofana, un jugador de m¨²sculo, trabajo y sacrificio sin bal¨®n, aunque tambi¨¦n puede jugar de interior. En el 3-2-4-1 que utilizaba el t¨¦cnico croata, ese doble pivote, que no ten¨ªa mucha movilidad, se empleaba para atraer a los rivales y, cuando el equipo defend¨ªa sin bal¨®n y presionaba en campo rival, era Tchouam¨¦ni el que jugaba m¨¢s adelantado gracias a su extraordinaria capacidad de robo.

Con la selecci¨®n francesa, la historia se repite. Desde que conociera en octubre su primera convocatoria, el nuevo jugador del Real Madrid siempre ha sido utilizado en doble pivote, mayoritariamente junto a Ngolo Kant¨¦ y con reparto de roles, ya que ambos han hecho tanto de guardaespaldas como de lanzador de los ataques de Francia.

Si hab¨ªa dudas sobre si Tchouam¨¦ni pod¨ªa jugar como ¨²nico mediocentro en un sistema que no utilizara el doble pivote, ¨¦stas se disiparon en enero, mes en el que el M¨®naco hizo oficial la destituci¨®n de Niko Kovac y el nombramiento de Philippe Clement como entrenador monegasco. Con el belga, el exjugador del Girondins de Burdeos actu¨® en un 4-1-4-1 en el que solo hab¨ªa un mediocentro posicional. Poco le import¨®. Tchouam¨¦ni volvi¨® a explotar como un pulpo con tent¨¢culos insaciables que robaba una cantidad an¨®mala de balones por partido, adem¨¢s de dotar de equilibrio a su equipo y, sobre todo, con una m¨¢s que aceptable salida de bal¨®n, compensando la falta de t¨¦cnica en el primer control con su envergadura para esconder el esf¨¦rico al rival para girar de lado a lado.

Aunque Carlo Ancelotti se ha caracterizado en su ¨²ltima etapa en el Real Madrid por jugar con un solo mediocentro posicional (Casemiro) y dos interiores (Kroos y Modric con Valverde actuando por fuera como mediocentro de apoyo), no se puede descartar que con Tchouam¨¦ni se vea a un Real Madrid jugando con doble pivote esta temporada. De hecho, se intuye que lo haga incluso con Casemiro, ya que si algo ha caracterizado al mediocentro galo es jugar siempre con un jugador por detr¨¢s que le guarde las espaldas para que pueda ser todav¨ªa m¨¢s agresivo en el robo en campo rival, actuando como interior en las labores defensivas.

Durante las ¨²ltimas dos temporadas, Aur¨¦lien Tchouam¨¦ni ha sido el jugador que m¨¢s intercepciones ha hecho, con 161, el 3? que m¨¢s duelos ha ganado (552), el 3? que m¨¢s robos ha materializado (519) y el tercero que m¨¢s tackles ha tenido con ¨¦xito (213), estad¨ªsticas que refuerzan todav¨ªa m¨¢s que estamos ante uno de los jugadores con mejores n¨²meros defensivos de todo el f¨²tbol europeo.

Tchouam¨¦ni no pregunta nunca cu¨¢ndo va a robar. Ejecuta. Lo hace con la contundencia de un trueno en medio de una tormenta, ya que no hace prisioneros y sega todo lo que se le pone por delante. Si tiene que salir de zona, lo hace para robarle el bal¨®n al adversario; si tiene que efectuar una cobertura a un defensa, la realiza con facilidad para evitar un desajuste y, adem¨¢s, tiene una superioridad f¨ªsica que todav¨ªa le hacen ser m¨¢s diferencial ante jugadores r¨¢pidos o ante rivales que a¨²nan una gran calidad t¨¦cnica.

Tchouam¨¦ni es un talento generacional en el medio. Su irrupci¨®n esta temporada est¨¢ a la altura de las que en su d¨ªa tuvieron jugadores como Patrick Vieira, Ngolo Kant¨¦ o incluso Paul Pogba en la Juventus. Titular con la selecci¨®n francesa en la ¨²ltima final de la Nations League, la sangre fr¨ªa que posee para robar balones es una de sus grandes virtudes. No importa la zona del campo en la que se encuentre el bal¨®n, que ah¨ª aparece con una contundencia desmesurada. Y sale casi siempre airoso de todas las situaciones l¨ªmite a las que se enfrenta en un partido.

Otra de las grandes virtudes que ha mostrado Tchouam¨¦ni desde que debut¨® es la facilidad que muestra para hacer tackles. Al disponer de unas piernas tan largas y de una zancada tan poderosa de media distancia, cada vez que va al suelo lo hace para cortar el bal¨®n limpiamente. Rara es la vez en la que hace falta y eso le hacen ser un aval para Ancelotti, que podr¨¢ contar con un futbolista que puede cortar los ataques rivales en cualquier zona del campo. En definitiva, un bregador que hace de robar un arte.

Si Tchouam¨¦ni es un jugador absolutamente diferencial en la parcela defensiva, con bal¨®n tampoco desentona. Una de sus mayores virtudes es, sin duda, la manera en la que esconde el esf¨¦rico con el cuerpo. Si bien es cierto que no dispone de la calidad t¨¦cnica de Modric o Kroos por contextualizar, esa falta de diferenciabilidad en el primer control la compensa con lo ¨¢gil y lo r¨¢pido que se mueve de piernas una vez que mete el cuerpo para salir de la presi¨®n rival. Aprovecha su grandor, su altura y su tama?o para girar de lado a lado y detectar zonas libres.

Si hacemos la comparaci¨®n con Casemiro en cuanto a la posesi¨®n de bal¨®n se refiere, Tchouam¨¦ni sale ganando. El brasile?o es un jugador al que siempre le ha costado girar r¨¢pido para activar a sus compa?eros entre l¨ªneas, dejando generalmente esa funci¨®n a Kroos en el sector izquierdo. El franc¨¦s, por su parte, es mucho m¨¢s ¨¢gil, m¨¢s r¨¢pido de piernas y, cuando se da la vuelta, encuentra con facilidad a jugadores que se encuentran en otro escal¨®n del campo. Tambi¨¦n juega siempre hacia adelante cuando roba limpiamente los balones, por lo que, si el Real Madrid quiere jugar al contragolpe, cuenta con un jugador que arma transiciones de forma inmediata.

Tchouam¨¦ni no es un organizador, aunque ese rol no es nuevo para ¨¦l, pues en el Burdeos, con Ot¨¢vio a su lado y en el M¨®naco, con Youssouf Fofana, la voz cantante de los ataques la llev¨® siempre el jugador nacido en Rouen hace 22 a?os. No obstante, su hiperactividad, tanto para atacar como para defender, le hacen ser un centrocampista que, a priori, podr¨ªa cumplir dicho rol en el Santiago Bernab¨¦u.

El gran debate sobre el nuevo jugador del Real Madrid radica en su precio. Los blancos han desembolsado 80 millones de € en hacerse con sus servicios, una cifra que puede considerarse excesiva para un jugador que no ha jugado todav¨ªa la Champions League y que no cuenta con mucha experiencia fuera de la Ligue 1. Sin embargo, el potencial que atesora, unido a la evoluci¨®n que ha experimentado en su juego durante el ¨²ltimo a?o y medio, le colocan perfectamente entre uno de los tres mejores centrocampistas j¨®venes de Europa.

Comparado con Camavinga, el caso del exjugador del Rennes no tiene nada que ver con el de Tchouam¨¦ni. Al franco-angole?o le restaba un a?o de contrato cuando fich¨® por el Real Madrid, ven¨ªa de hacer una temporada muy floja en la Breta?a francesa, a tal punto de ser incluso suplente, mientras que el exjugador del M¨®naco lo hace en el mejor momento de su carrera, consagrado como titular en la actual campeona del mundo y con el inter¨¦s ac¨¦rrimo de PSG y Liverpool, que han intentado hasta el final hacerse con sus servicios.

El precio de Tchouam¨¦ni, como pr¨¢cticamente cualquier fichaje, lo marcar¨¢ el rendimiento del jugador en el terreno de juego. Hasta el momento, si algo ha mostrado es personalidad. No se arruga en ning¨²n escenario y prueba de ello es el gran partido que realiz¨® ante el PSG el pasado 20 de marzo, destrozando a Paredes o Verratti en la medular. Con Francia, m¨¢s de lo mismo. Jug¨® un gran partido en la final de la Nations League contra Espa?a y su explosi¨®n ha provocado que el binomio Pogba-Kant¨¦, el mismo que se mostr¨® imparable en 2018 en el Mundial de Rusia, se vea amenazado ante el potencial que atesora el flamante fichaje del Real Madrid.