Fichajes en cuarentena
El debut como titulares de R¨¹diger y Tchouameni fue un fiasco. El alem¨¢n cost¨® un gol. ¡°La camiseta pesa...¡±, radiografi¨® Ancelotti.
Ancelotti tendr¨¢ que ir metiendo las marchas poco a poco. El italiano sali¨® en Almer¨ªa con el pie a fondo y usando el ERS y el DRS. Su idea de acelerar una Segunda Unidad f¨¦rrea con protagonismo para los dos nuevos fichajes, R¨¹diger y Tchouameni, derrap¨® en el Power Horse. El Madrid del caballaje tuvo que dar paso al Madrid de Modric. M¨¢s manejo de manos, pies en este caso, que potencia, y reconducci¨®n de un partido que transitaba cuesta arriba.
Lo hab¨ªa anunciado Carletto en plena celebraci¨®n supercopera. Iba a refrescar el equipo en Almer¨ªa. La alineaci¨®n mostr¨®, adem¨¢s, su intenci¨®n de que R¨¹diger genere sinergias con la defensa como capo de esa zaga alternativa, pero el alem¨¢n mostr¨® que por el momento una cosa es el Chelsea (en defensa de cinco) y otra el Real Madrid. En la primera jugada almeriense cometi¨® un desajuste en la l¨ªnea del fuera de juego impropia de su experiencia. Tchouameni, en su caso, pec¨® de juventud y, cuando mir¨® a su alrededor, no encontr¨® la tranquilidad necesaria en un potro a¨²n medio salvaje, Camavinga. El an¨¢lisis de Ancelotti sobre ellos al acabar el partido es una m¨¢xima que a muchos, desde fuera, se les olvida: ¡°La camiseta del Madrid pesa...¡±.
A Tchouameni le ocurre, de momento, tres cuartos de lo mismo. En la selecci¨®n francesa, lo m¨¢s parecido al nivel que exige su nuevo escudo, raras veces juega como ancla ¨²nica por delante de la defensa. Para bien o para mal, Deschamps suele colocarle en paralelo con otro futbolista muy f¨ªsico (Pogba, Kant¨¦, Kamara...). Aqu¨ª, Ancelotti le quiere lo antes posible ejerciendo de Casemiro y el list¨®n que ha puesto el brasile?o en los ¨²ltimos a?os, elevado un cent¨ªmetro m¨¢s en Helsinki, exige una templanza complicada para un reci¨¦n llegado. Tchouameni a¨²n no cuenta con ella aunque su potencial parezca ilimitado.
Paso a paso...
Que puede ser una tarea a largo plazo se ve en el ejemplo de Camavinga. La temporada pasada, sin un especialista para ese ingrato papel de puro sacrificio como cinco, Ancelotti tuvo que desistir con el joven franc¨¦s. Su propensi¨®n a las amarillas tempraneras era demasiado para el coraz¨®n del veterano entrenador transalpino (en Almer¨ªa, por cierto, vio una en el 40¡ä que le cost¨® irse al banquillo). Tchouameni muestra m¨¢s autocontrol en el aspecto disciplinario, pero tambi¨¦n m¨¢s pobreza en la distribuci¨®n, con Sam¨² Costa, Sadiq y Ramazani haci¨¦ndole cerco. Tampoco se hizo due?o a base de robos, apenas cuatro recuperaciones, del centro del campo ante un reci¨¦n ascendido a Primera. Ancelotti tiene curro por delante.
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