¡°El f¨²tbol ha cambiado mucho pero lo vital es lo que nunca lo hace: vosotros¡±
Tom¨¢s Re?ones, padrino del 54? aniversario de la pe?a La Flor de Entrev¨ªas, una de las m¨¢s antiguas del club rojiblanco.
El aniversario ha terminado. La gente se ha levantado en el restaurante La Cepa, el barrio de Santa Eugenia, Madrid. Es el momento de las fotos, las despedidas, de los abrigos, los abrazos, los ¨²ltimos ¡®Atleti¡¯. Un hombre, sin embargo, contin¨²a de pie, mirando a su alrededor, a las mesas que se van vaciando. Se llama Fernando Borreguero y lleva en los ojos acuosos la m¨¢s honda emoci¨®n. ¡°Este es el segundo mejor d¨ªa de mi vida¡±, musita, agradecido. ¡°Me han hecho presidente de honor¡±. Abrazado al coraz¨®n, all¨¢ donde siempre lleva esos carn¨¦t en una funda roja, sus primeros como socio del Atleti, en el viejo Metropolitano y el de la temporada de estreno del Calder¨®n, lleva el cofre azul que guarda una placa que as¨ª lo atestigua. El primero fue el d¨ªa que se fund¨® esa pe?a. La Flor de Entrev¨ªas, una de las m¨¢s antiguas de Madrid, con sede en el bar Dos ?ngeles. 54 a?os ya.
Luis Fernando Borreguero, su hijo, fue quien 1996 tom¨® el testigo. A su lado, esta tarde, un padrino al que admir¨® como jugador y admira como persona. Es Tom¨¢s Re?ones. Una de las leyendas con may¨²sculas del Atleti. El tercer hombre que m¨¢s veces visti¨® la rojiblanca (483) por detr¨¢s de Koke y Adelardo. Hoy ¡®team manager¡¯ del primer equipo y esta tarde en La Cepa, uno m¨¢s. Cuando toma el micr¨®fono para hablar emociona. ¡°Hac¨ªa mucho tiempo que no iba a ninguna pe?a y para m¨ª es un honor estar otra vez aqu¨ª. No me olvido cuando estaba en Boadilla y ven¨ªa Fernando a buscarme para traerme a la pe?a y Luis Fernando, que era mucho, mucho m¨¢s joven¡±, sonr¨ªe, antes de a?adir solemne: ¡°El f¨²tbol ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os. Mucho, mucho, pero lo que me enamora a m¨ª, lo que me hace sentir fuerte es lo que nunca cambia: vosotros. Vosotros no cambi¨¢is y quer¨¦is al Atleti como lo quiero yo¡±. Sus ¨²ltimas palabras se mezclan con los ¡°Atleeeti¡±, ¡°Atleeeti¡±, con servilletas en alto y ese c¨¢ntico que hoy en este asador suena varias veces: ¡°Arriba, arriba, arriba, arriba. Arriba Tom¨¢s ese bal¨®n, que Manolo lo prepara y Caminero mete gol¡±. Justo despu¨¦s ser¨¢ cuando le entregue a Fernando esa placa que cuando todo termina sigue agradeciendo.
Ha sido un a?o complicado, de achuches m¨¦dicos y horas de hospital, pero ah¨ª est¨¢n, tanto Fernando como Juli, su mujer, en el ¨²ltimo tambi¨¦n ausente, porque el Atleti siempre fue levantarse y ellos son atl¨¦ticos como nadie. Y los ochenta invitados a la comida no dejan de celebrarles. Los socios y esos amigos que siempre acompa?an: la pe?a atl¨¦tica Pueblo Nuevo, de Rivas, San Isidro, Vic¨¢lvaro, Villa de Vallecas y los Platenses, pe?a argentina hermanada (¡±la de Luis y Barajas no han podido asistir pero nos han enviado un mensaje para desearnos un gran aniversario¡±, explica Luis Fernando cuando toma el micr¨®fono. En ese en el que se ha cantado media docena de veces el cumplea?os de Eva, unos chotis y el himno del Atleti. Ese que corre de sus manos a las de Rub¨¦n y Rafa, que comienza la rifa, mientras Fernando, durante un momento deja la placa a un lado para tomar a Bella en sus brazos. Es la socia de la pe?a m¨¢s joven. Diecis¨¦is meses apenas. Y tambi¨¦n su bisobrina como una bisnieta.
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