¡°Cuando a un jugador se le grita ¡®maric¨®n¡¯ desde la grada no se detiene un partido¡±
Hoy se celebra el D¨ªa contra la Homofobia en el F¨²tbol. As charla sobre este problema con Carlos Garc¨ªa Mart¨ª, profesor y experto de la Universidad Europea.


El 19 de febrero se celebra el D¨ªa Internacional Contra la Homofobia en el F¨²tbol. En esta misma fecha de 1961 naci¨® el ingl¨¦s Justin Fashanu, considerado el primer futbolista de ¨¦lite en reconocer p¨²blicamente su homosexualidad. La hostilidad de una grada cruel con su condici¨®n, de compa?eros de deporte y de incluso algunos entrenadores (Brian Clough, m¨ªtico t¨¦cnico del Notthingham Forest, le prohibi¨® entrenarse con el equipo) afect¨® primero a su salud mental y luego le acab¨® costando la vida. En 1998, tras ser acusado falsamente de una agresi¨®n sexual, Fashanu se suicid¨®.
M¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s y a pesar de los evidentes avances en derechos LGTBI por todo el Mundo, el f¨²tbol (masculino) se mantiene escondido en el armario. Porque ellas s¨ª se atreven a salir, cada vez m¨¢s. Nada menos que 85 de las futbolistas presentes en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda se declararon orgullosamente lesbianas o bisexuales. Pero, igual que suced¨ªa con Fashanu, entre los hombres esto ni se contempla. El exgetafense Jakob Jankto, ahora en el Cagliari italiano, es uno de los pocos jugadores de elite que han revelado su homosexualidad cuando a¨²n se encontraban en activo. Otros, tampoco demasiados, s¨®lo han acabado reconoci¨¦ndose gays despu¨¦s de colgar las botas: en 2014, meses despu¨¦s de retirarse, el exdefensa internacional alem¨¢n Thomas Hitzlsperger explic¨® p¨²blicamente que prefer¨ªa ¡°vivir con un hombre que hacerlo con una mujer¡±.
Uno de los ¨²ltimos estudios sobre poblaci¨®n LGTBI de Europa concluye que al menos el 6% de la poblaci¨®n continental se considera gay o lesbiana. Espa?a (6,95%) se encuentra por encima de la media. Por probabilidad, y aunque la homofobia existente en el f¨²tbol masculino cerrara las puertas a una parte importante de ese porcentaje, al menos la mitad (3,5 por ciento) de los que practican el deporte rey debe tener por mera estad¨ªstica la condici¨®n de homosexual. De los aproximadamente 450 futbolistas que juegan en Primera, 20 (como m¨ªnimo) ser¨ªan gays.
As charla del asunto con Carlos Garc¨ªa Mart¨ª, Profesor titular de Sociolog¨ªa del Deporte en la Universidad Europea y experto en Discriminaci¨®n en el Deporte. Garc¨ªa Mart¨ª mira al futuro con positividad, pero no esconde que queda todav¨ªa much¨ªsimo camino por recorrer: ¡°Espa?a es un pa¨ªs pionero en estas cuestiones y la ¨²ltima Ley del Deporte dice expresamente que hay que proteger contra la homofobia. Pero el f¨²tbol ha ido y sigue yendo muy por detr¨¢s. El hecho de apenas haya hombres futbolistas que hayan dicho ser homosexuales forma parte importante de la cultura hom¨®foba que existe en este deporte m¨¢s que en ning¨²n otro. Es m¨¢s: durante mucho tiempo se tomaron como normales las palabras hom¨®fobas de referentes p¨²blicos como entrenadores, jugadores o presidentes¡±.
¡°Algo pasa en el f¨²tbol masculino que lo hace diferente a otros deportes. Es el espacio de reproducci¨®n de lo que se supone que es un hombre, de la masculinidad. Se trata de un ¨¢mbito hipermasculinizado y ¨¦sa es la clave. Todos hemos visto una cierta evoluci¨®n desde lo que pasaba con el ¡®Guti maric¨®n¡¯. Pero esos mismos insultos se han reproducido con Cristiano Ronaldo, por ejemplo, y de eso hace muy pocos a?os. Afortunadamente, aquel espect¨¢culo de toda la grada llamando ¡®maric¨®n¡¯ al portero que iba a sacar ha desaparecido. Hay que mirar hacia atr¨¢s para ver que las cosas est¨¢n mejor de lo que han estado¡±, a?ade el profesor.
Carlos Garc¨ªa Mart¨ª s¨ª cree que por ejemplo el racismo se est¨¢ tratando con algo m¨¢s de contundencia. ¡°El de Vinicius era un tema muy candente hace seis meses y ahora se habla bastante menos. Aunque no parece que las instituciones se preocupen lo suficiente, cuando una persona lanza un insulto racista la conexi¨®n est¨¢ clara. Y ya se detienen partidos, incluso se amenaza con suspenderlos se multa a la gente... Pero no existe ese debate cuando a un futbolista, sin que ni siquiera haya declarado su condici¨®n, se le grita ¡®maric¨®n¡¯. Tambi¨¦n habr¨ªa que plante¨¢rselo, porque es un caso de discriminaci¨®n, igual que el racismo¡±.
¡°El d¨ªa que varios futbolistas salgan del armario permitir¨¢ a los chicos y chicas homosexuales tener un referente. Seguro que los medios y las instituciones les apoyar¨¢n, har¨ªa reflexionar a la gente y ser¨ªa un impuso a la normalidad. Una mayor parte de la poblaci¨®n es respetuosa con la diversidad, pero el camino que queda es el que se vive cotidianamente. La Ley espa?ola est¨¢ muy avanzada y dice expresamente dice que las instituciones deportivas tienen que respetar la orientaci¨®n sexual y que las administraciones deben protegerla. Ya hay una Comisi¨®n Antirracismo y ¨¦se es el primer paso hacia una Comisi¨®n Antihomofobia¡±, concluye con optimismo el profesor de la Universidad Europea.
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