Sarri para la fiesta del N¨¢poles

Tras ocho victorias consecutivas, el N¨¢poles debe parar su marcha hacia el tercer scudetto. La Lazio, con un partido defensivo y ordenado, tumb¨® a los de Spalletti en el Maradona con un tanto de Vecino y, a la espera de los otros encuentros de la jornada, marcha segunda, a 17 puntos de los azzurri. El conjunto sure?o puede ver su ventaja reducirse a 15 puntos si Inter y Milan ganan ante Lecce y Fiorentina. Un margen todav¨ªa enorme, pero tambi¨¦n una se?al de que la fiesta, bajo el Vesubio, todav¨ªa no puede empezar.

Mientras en el Maradona se viv¨ªa una situaci¨®n parad¨®jica, con las dos ¡®Curvas¡¯ a¨²n sin banderas y pancartas (vetadas por las autoridades tras la pelea con los romanisti de enero) y la hinchada visitante lanzando bengalas y petardos, Sarri hab¨ªa planeado bien c¨®mo acabar con la magia de su exequipo. El t¨¦cnico, antes amado y ahora pitado como el peor rival por su paso por la Juve, decidi¨® armar un ¡®catenaccio¡¯ agresivo y organizado.

Los romanos arrancaron el encuentro con la mejor ocasi¨®n de la primera mitad, un cabezazo de Vecino a pase de Luis Alberto que bati¨® a Meret y Di Lorenzo quit¨® de la porter¨ªa vac¨ªa. Despu¨¦s, empez¨® un largo e infructuoso mon¨®logo de los locales, que asustaron a Provedel solo con un centro de Lozano que Osimhen no lleg¨® a cabecear a la red por cuesti¨®n de cent¨ªmetros. El arre¨®n napolitano continu¨® en la segunda parte y, tras un golpe entre Patric y la ya ¡®sagrada¡¯ m¨¢scara del nigeriano que hizo temblar al Maradona, Vecino silenci¨® del todo al campo de Fuorigrotta. El uruguayo se sac¨® de la chistera un remate imparable desde la frontal, tras un mal control de Kvaratskhelia que le entreg¨® el esf¨¦rico.

En los ¨²ltimos 20 minutos los sure?os se instalaron en la mitad de campo rival pero, tras un cabezazo al larguero del imparable Osimhen, se empezaron a poner nerviosos y, en el descuento, estuvo m¨¢s cerca el 0-2 con Milinkovic (que remat¨® una falta a la madera), que el 1-1. El Maradona, a pesar de la derrota, aplaudi¨® a sus jugadores. Sarri, mientras, festejaba con los suyos. El amor del 2018 ya es un recuerdo lejano¡­