Billy Kenny y sus adicciones: ¡°Me sorprende estar vivo¡±

En m¨¢s ocasiones de las deseadas, la cultura de las adicciones le ha arrebatado jugadores extraordinarios al f¨²tbol. El ejemplo brit¨¢nico m¨¢s sonado de todos es George Best, cuya carrera se vio claramente condicionada por el alcohol y las drogas. Pero hay otro futbolista que, directamente, se retir¨® en el albor de su trayectoria a causa de estas malas pr¨¢cticas. Su nombre es Billy Kenny.

Nacido en Liverpool en 1973, Kenny protagoniz¨® sus primeros ¡®pinitos¡¯ con un bal¨®n en los pies queriendo emular a su padre, Billy Kenny Sr., que tambi¨¦n fue jugador de f¨²tbol en el Everton. Su deseo era claro: ser futbolista profesional jugando para los ¡®Toffees¡¯. ¡°Todo el mundo quer¨ªa jugar en el Everton o en el Liverpool. En cuanto me enter¨¦ de que mi padre hab¨ªa jugado en el Everton -yo deb¨ªa de tener unos siete a?os-, no me lo pod¨ªa creer. Naturalmente, quer¨ªa jugar con ellos. Creo que lo deseaba m¨¢s que cualquier otro jugador del Everton¡±, asegur¨® en una entrevista concedida a Liverpool Echo.

Kenny no era un ni?o m¨¢s de los que jugaban en las calles de Liverpool en los a?os 80, Kenny era especial. Su talento como centrocampista enseguida capt¨® la atenci¨®n de ojeadores de equipos como el Liverpool o el Manchester United. Pero ¨¦l lo ten¨ªa claro, quer¨ªa ir al Everton. Y as¨ª fue. Termin¨® recalando en el lado azul de la ciudad de Liverpool y creci¨® en sus categor¨ªas juveniles con leyendas del club como Kevin Sheedy, Colin Harvey o Kevin Ratcliffe como lazarillos. En 1992, lleg¨® su debut en el primer equipo en un encuentro contra el Coventry City. Y fue en ese preciso instante cuando, sin saberlo, Kenny estaba entrando de lleno en la vor¨¢gine que arras¨® su carrera. Tanto, que acabar¨ªa obligado a retirarse a los 21 a?os despu¨¦s de haber jugado para el Everton y para el Oldham Athletic.

S¨®lo tuvo 21 participaciones en la Football League, la ¨¦lite del f¨²tbol ingl¨¦s, pero fueron suficientes como para cautivar al p¨²blico de Goodison Park y para convertirlo en una de las grandes promesas brit¨¢nicas de los 90. Qui¨¦n sabe cu¨¢ntas podr¨ªan haber sido en el supuesto de no haber ca¨ªdo de lleno en el mundo de las drogas y el alcohol. As¨ª lo explic¨® el propio exfutbolista: ¡°Nunca hab¨ªa bebido hasta que llegu¨¦ al primer equipo del Everton. Era algo est¨¢ndar... Sent¨ªa que ten¨ªa que hacerlo s¨®lo para ser uno m¨¢s, porque era un chaval joven.¡±

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Fue en ese punto cuando empez¨® a experimentar problemas de lesiones que no hab¨ªa tenido hasta la fecha. Calambres, operaciones... todo a causa de un cambio en sus h¨¢bitos, marcados ahora por el consumo de drogas y alcohol. Kenny explic¨® as¨ª su calvario personal con las adicciones en la citada entrevista para Liverpool Echo: ¡°Estuve 25 a?os bebiendo y 25 a?os esnifando coca¨ªna. Sin parar. Me sorprende estar vivo. Me levantaba y estaba dos d¨ªas de juerga, daba una cabezada y me iba tres d¨ªas de juerga, dorm¨ªa dos d¨ªas, tomaba comida china y volv¨ªa a las andadas¡±.

Unos h¨¢bitos nocivos ante los que para nada se siente orgulloso Kenny, afortunadamente rehabilitado a d¨ªa de hoy: ¡°Lo peor para m¨ª fue hacer que mi madre y mi padre lo pasaran mal porque estaba fuera de m¨ª. Fui muy ego¨ªsta con la bebida y las drogas. De eso es de lo que m¨¢s me arrepiento y no se me olvida lo que les hice a mis padres. A mi padre le encanta el f¨²tbol, es un apasionado del f¨²tbol. No pudo salir de casa durante a?os porque se sent¨ªa avergonzado¡±.

Un tormento del que s¨®lo pudo salir a partir de la muerte de su madre, un golpe que le hizo cobrar consciencia de su verdadera realidad: ¡°Fue lo que cambi¨® mi vida. Debi¨® de ser mi madre la que me dio fuerzas, porque no pod¨ªa hacerlo solo. No podr¨ªa decir c¨®mo lo he hecho. Tambi¨¦n tengo mis d¨ªas malos, en los que tengo que esforzarme mucho para mantener la cordura y la sobriedad, pero ahora mismo llevo una vida estupenda. Estoy sobrio y es genial. Ahora soy consciente de d¨®nde me equivoqu¨¦ cuando era m¨¢s joven y hay muchas cosas en las que simplemente no era yo. Ahora veo que necesitaba ayuda, pero la ayuda no estaba ah¨ª para m¨ª¡±.

Una vez superado su infierno personal, Billy Kenny se niega a que se le recuerde como un juguete roto a causa de malas decisiones y, adem¨¢s, pretende lanzar un mensaje. Por ello, ya est¨¢ preparando una obra de teatro sobre su propia historia que se representar¨¢ en su Liverpool natal. Lo hace, adem¨¢s, debido a una cuenta pendiente que tiene con su padre: ¡°La muerte de mi madre lo puso todo en perspectiva. Le dije a mi padre: ¡®Alg¨²n d¨ªa volver¨¦ a hacer que te sientas orgulloso¡¯. Y ahora est¨¢ entusiasmado con la obra y vuelve a estar orgulloso de m¨ª, as¨ª que estoy encantado. He tenido una segunda oportunidad en la vida... He jugado en el Everton y eso nadie me lo puede quitar.¡±