No son leones, son dragones

El descanso ya cansaba enumerar la cuenta de las ocasiones que hab¨ªa ido acumulando el Athletic. Un Williams (Nico) por aqu¨ª, otro por all¨¢ (I?aki) y zarpazos de Guruzeta y Sancet para varios mano a mano, dos balones a los postes, un penalti errado y varias paradas milagro de Oblak as¨ª como resumen esquem¨¢tico. Porque al descanso era un milagro que el partido siguiera sin goles y que el Athletic no le ganara ya 3-0 al Atl¨¦tico. Como poco.

La primera parte hab¨ªa sido una calamidad de los rojiblancos que vest¨ªan de verde (el Atleti) como todas las de los del Cholo cuando se alejan tres pasos del Metropolitano. Los de Valverde salieron con esponja y jab¨®n para pulverizar todas las rotaciones con las que Simeone comparec¨ªa en Bilbao. La de S?y¨¹nc¨¹ fue la que m¨¢s sorprendi¨®, primera titularidad, pero, como a Gal¨¢n en Escocia, le durar¨ªa s¨®lo 45 minutos. Ech¨® a rodar el bal¨®n y los Williams hicieron de sus bandas dos autopistas al cielo. El padre pronto le impuso su m¨²sica al hijo que por algo esa era su fiesta, el cierre de las celebraciones desde febrero por sus 125 a?os. Comenz¨® con estatua y homenaje a Iribar, sigui¨® con ese ba?o de f¨²tbol. Simeone se perdi¨® en el 4-2-3-1 propuesto por Valverde, incapaz de poner puertas en los pasillos interiores para evitar que el Athletic entrara f¨¢cil y en oleadas. El Atleti compareci¨® en San Mam¨¦s desde el inicio como ese invitado que llega a casa ajena pidiendo ya perd¨®n. Por ser, estar y respirar. Oblak estaba solo ante el pared¨®n de fusilamiento. Solo quedaba rezarle a sus guantes milagro.

Antes del 10¡ä ya hab¨ªan asomado para negarle el gol a Guruceta con una soberbia parada por bajo. Hab¨ªa asistido Sancet despu¨¦s de que I?aki sirviera a la carrera. Los Williams hicieron del partido una ratonera para el Cholo. Oblak se pas¨® la primera parte viendo a gente en su ¨¢rea como en un 31 de diciembre en la Puerta del Sol. Al Atleti no le duraba la pelota un suspiro. Acobardado al primer rugido del le¨®n. El Athletic avasallaba. Poste de I?aki y otra parada de Oblak con milagro, con el pecho ahora, para resolver un mano a mano con Nico.

Simeone se desga?itaba pidi¨¦ndole bal¨®n para tratar de calmar el partido y poder colarle al padre al menos una de Bad Bunny en la playlist. Pero en la primera parte solo dej¨® pasar un disparo lejano de Grizi que le bot¨® irregular a Unai Sim¨®n. Le costaba encontrar l¨ªneas de pase, ganar duelos. Las rotaciones al Cholo se le atragantaron esta vez. Sa¨²l hac¨ªa aguas, Llorente lent¨ªsimo y, por si quedaban dudas, S?y¨¹nc¨¹ levant¨® la mano. O, m¨¢s bien, dej¨® el pie ante Nico en claro penalti. Sancet lo tir¨® a las nubes para que el Atleti siguiera con el cuerpo intacto, a pesar del ba?o y repaso. Nico estrellaba otra pelota en el palo para que Simeone diera un silbido y enviara al vestuario a De Paul. Que se fuera cambiando mientras terminaba la primera parte. Y r¨¢pido. Los cambios eran necesarios para la segunda.

Nico Williams cierra con un golazo

S?y¨¹nc¨¹ se qued¨® en la ducha y Nahuel tambi¨¦n. Gim¨¦nez y De Paul ocuparon sus sitios pero solo para poder ver m¨¢s de cerca como caza el le¨®n. Los guantes de Oblak se terminaron quebrando a los seis minutos del regreso el partido. Bastante hab¨ªan aguantado. El Athletic no dejaba que el Atl¨¦tico armara una contra, superior con bal¨®n, sin bal¨®n y lanzado a oleadas. Fue Guruzeta quien rompi¨® su muro de l¨¢tex para dejar entrar todo el agua acumulada. Le tendi¨® el bal¨®n, suave, Herrera y lleg¨® el delantero para cabecear a la red solo: Witsel y Hermoso se hab¨ªan dedicado a mirar solo el bal¨®n. Inmediatamente despu¨¦s, Simeone quit¨® a Griezmann.

La entrada de Correa y Memphis no cambi¨® nada, los Williams segu¨ªan entrando en diagonal al ¨¢rea. Guruzeta era la referencia. Descargaba, atra¨ªa y despistaba para que los hermanos devastaran en los espacios libres. En una de ellas, Nico recort¨® a Hermoso y se sac¨® de la bota un zurdazo que atraves¨® la porter¨ªa de Oblak como una flecha por la escuadra. E I?aki no har¨ªa la herida m¨¢s grande dos minutos despu¨¦s por otra parada salvadora del portero en la base del palo. Unai Sim¨®n asegur¨® la tranquilidad con una doble mano ante Llorente que solo hubiera sido maquillaje basto sobre una constante: la versi¨®n del Atleti a domicilio desinfla todo lo alto que se pueda llegar a so?ar en casa.

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