FINAL COPA DEL REY | REAL MADRID - OSASUNA
Salvar un a?o o cumplir un sue?o
Final analg¨¦sica para el Real Madrid e hist¨®rica para Osasuna. Jagoba Arrasate tiene un pan anti Vinicius. Dudas sobre la titularidad de Luka Modric.
El Madrid nunca se llev¨® bien con la Copa, aunque algunas de las diecinueve que colecciona tuvieron propiedades terap¨¦uticas. Entre ellas, las dos ¨²nicas conquistadas en el siglo XXI, ante el mejor Bar?a de la historia reciente. La ¨²ltima, con Ancelotti en el banquillo, ¨²ltimo t¨¦cnico campe¨®n del equipo blanco (2014). Osasuna, en cambio, solo ha estado en una final, la de 2005, con Javier Aguirre, perdida en la pr¨®rroga ante el Betis. Ello da idea del tama?o del sue?o, escenificado hoy en las gradas de La Cartuja con tantos aficionados rojillos como madridistas. La necesidad parte como favorita frente a la ilusi¨®n, aunque todos los pron¨®sticos en las finales son declarados de alto riesgo (sigue el partido en directo en AS.com).
Jagoba Arrasate, vizca¨ªno de Berriatua y socio de la Real, est¨¢ aqu¨ª por haber deso¨ªdo a su madre, que siempre le recomend¨® continuar en la docencia (se licenci¨® en Magisterio y fue profesor de Matem¨¢ticas en un instituto de Zumaia). ¡°As¨ª trabajar¨¢s de lunes a viernes y estar¨¢s m¨¢s tranquilo¡±, era la recomendaci¨®n. Pero el f¨²tbol fue una tentaci¨®n irresistible para Arrasate. Entrenando al Elgoibar en Tercera, cuando a¨²n compatibilizaba pizarra y banquillo, le llam¨® Bittor Alkiza, hoy su segundo y entonces su futuro jefe, para dirigir al juvenil de la Real. Luego Montanier le ascendi¨® a tercer entrenador y de ah¨ª pas¨® a dirigir al primer equipo. Tras un mal segundo a?o dio un paso atr¨¢s para coger impulso en el Numancia y desde 2018 ejerce en Osasuna, al que ascendi¨® en la primera temporada y al que ha mantenido en Primera con holgura. Solo aparecieron las dudas en la campa?a 20-21, cuando pas¨® 12 jornadas sin ganar y se vio colista. Entonces apareci¨® Braulio V¨¢zquez, director deportivo, para tirarle un salvavidas: ¡°El barco lo pilota un capit¨¢n, Jagoba, y los dem¨¢s somos tripulaci¨®n. Y el barco llegar¨¢ a puerto o no con el mismo capit¨¢n¡±. Ah¨ª sigue.
El efecto Abde
Arrasate es el verdadero secreto de Osasuna porque encaja como un guante en la tradici¨®n del club. ¡°Me he criado en el norte, donde lo que se busca es recuperar r¨¢pido, no tener la pelota por tenerla, querer llegar. Y eso casa con la idea de aqu¨ª. Dicen que ya se jugaba as¨ª en los 80 con Alzate. No lo conoc¨ª, pero s¨ª la era Mendilibar, en que el equipo era valiente, iba hacia arriba. Yo creo en eso y s¨¦ que aqu¨ª la gente prefiere una buena presi¨®n a una acci¨®n t¨¦cnica y que se viene arriba con un centro lateral¡±. Ese f¨²tbol emocional, combativo, es el que ha tra¨ªdo a Osasuna hasta la final. Tambi¨¦n el sacrificio, porque hubo de pasar por cuatro pr¨®rrogas y una tanda de penaltis en las cuatro ¨²ltimas eliminatorias.
En cualquier caso, con el paso de los a?os el equipo ha ido adquiriendo m¨¢s registros, especialmente en el juego posicional, fundamentalmente porque han aparecido futbolistas para ello. Los m¨¢s relevantes, Moi G¨®mez y el canterano Aimar Oroz. Y en la parte final del curso Abde, futbolista poco com¨²n en El Sadar, un extremo desbordante que el Bar?a compr¨® para su cantera cuando era suplente en el H¨¦rcules. Es el segundo regateador de la Liga (ocho intentos por partido, los mismos que Demb¨¦l¨¦), solo por detr¨¢s de Vinicius. ?l pone picante en un equipo con pocos goles pero bien aprovechados. Ha hecho 29 y le han dado para 44 puntos en la Liga. Diez de sus doce victorias en este torneo han sido por la m¨ªnima. El resto de virtudes es m¨¢s convencional en la casa: Sergio Herrera, un portero fiable al que solo le marcan la mitad de los penaltis que le lanzan (tres le ha parado a Benzema); un caudillo en la defensa, David Garc¨ªa; uno o dos puntas de percusi¨®n, Budimir y Kike, este pichichi de la competici¨®n, de los que se ponen pesados con los centrales; y Chimy ?vila, al que Arrasate ha mudado a la banda y que a menudo resulta un imprevisto para el rival, en la rec¨¢mara. Los 16 centros al ¨¢rea por partido de Osasuna y los ocho goles de cabeza en la Liga resultan un aviso para el Madrid. Y Vinicius emerge como la gran preocupaci¨®n rojilla, hasta el punto de que Arrasate podr¨ªa doblar su vigilancia con Moncayola y Rub¨¦n Pe?a.
Modric, en caso de emergencia
El entusiasmo pamplon¨¦s tiene como contrapunto cierto estr¨¦s del Madrid, agudizado por su trayectoria menguante en la Liga. La Copa no es curativa (eso queda para la Champions), pero s¨ª analg¨¦sica. E inexcusable en el caso que nos ocupa. El Madrid ha ido recuperando lesionados y ha reservado fatigados pensando en este choque y el del mi¨¦rcoles ante el City. A¨²n as¨ª, su desgaste f¨ªsico y mental es mayor. Solo dos jugadores de Osasuna han jugado m¨¢s de 35 partidos en el curso. En el Madrid, nueve pasan de 40 y dos, Camavinga y Rodrygo, de 50.
Al choque llega con alfileres Alaba, que no juega desde el encuentro de vuelta de cuartos de Champions frente al Chelsea, y est¨¢ en el aire Modric, baja en los dos ¨²ltimos encuentros ligueros por una lesi¨®n muscular. Si ambos est¨¢n listos, Ancelotti podr¨¢ alinear a su once favorito de ¨²ltima generaci¨®n, con Camavinga como lateral izquierdo, Valverde en el centro del campo y Rodrygo en la banda derecha. Ese once le ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª atravesando la ruta m¨¢s dif¨ªcil posible: Villarreal, Atl¨¦tico y Barcelona. En las tres rondas el Madrid estuvo obligado a remontar, la especialidad de la casa. Si Modric espera al City (aunque tendr¨¢ minutos en la final), Ceballos o Tchouameni son alternativas, de m¨¢s ambiciosa a m¨¢s conservadora.
La fiabilidad en las finales es uno de los activos del equipo de Ancelotti, pero en la Copa se le contabilizan m¨¢s pinchazos que en otros torneos. El Madrid ha disputado 26 a un solo partido en lo que va de siglo, con 21 victorias y cinco derrotas. De estas, tres llegaron en finales coperas: ante Deportivo (2002), Zaragoza (2004) y Atl¨¦tico (2013). La primera y la ¨²ltima, en el Bernab¨¦u. Tampoco la historia sonr¨ªe a Osasuna, que ha jugado tres eliminatorias coperas ante el Madrid: perdi¨® los seis partidos. Y esta temporada, ante los cuatro primeros de Liga, solo sac¨® un empate en el Bernab¨¦u. Pero aquello era lo rutinario y un t¨ªtulo a un partido lo convierte todo en excepcional.