El ¡°duro, duro¡± del Atleti

Las maneras de vivir van en la sangre del Atleti. Si la costumbre marca que en las sesiones previas a los partidos los entrenamientos son suaves, en Riad se sud¨® la gota gorda. Es su manera. Busca que le funcione de cara a ma?ana, cuando no s¨®lo se jugar¨¢ disputar la primera final de la temporada, sino dejar por el camino al Real Madrid. Del desierto al oasis.

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Nada de relajaciones. R¨¢pidamente tom¨® el control de la sesi¨®n el Profe Ortegq, que a escasos metros de los periodistas dej¨® claro que en agitar la adrenalina de sus muchachos, es ¨²nico. ¡°?Duro, duro, duro!¡±, gritaba en los ejercicios f¨ªsicos. ¡°?Quiero valientes, gente que quiera el bal¨®n!¡±, a?ad¨ªa, mientras los jugadores sufr¨ªan en trabajos f¨ªsicos.

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Pablo Barrios, de vuelta

En el Atleti nunca se levanta el pie del acelerador. Su sesi¨®n fue ant¨®nima a la del Real Madrid (ligera, entre risas). Como el f¨²tbol est¨¢ distante de ser una ciencia, ninguna est¨¢ certificada como mejor que la otra, pero si algo qued¨® claro en Riad, es que trabajan de maneras totalmente diferentes. Estuvieron todos menos Lemar (lesionado) y Reinildo (Copa ?frica). S¨ª Pablo Barrios, vitoreado al aparecer por la boca de vestuarios. Recibido con un pasillo y un ba?o de alegr¨ªa. Luz al final de su t¨²nel. Y sudor antes del derbi.

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