?Qui¨¦n es Margarita y por qu¨¦ hay un ramo de flores en una esquina del Metropolitano? El motivo por el que el Atl¨¦tico lo tiene en su estadio

Lo que le pas¨® a Frimpong cuando el Leverkusen jug¨® el 21 de enero de 2025 con la Champions en el Metropolitano es que no sab¨ªa qui¨¦n es Margarita y lo que significa su ramo. Y, claro, fue a sacar un c¨®rner y le peg¨® una patada a las flores, para alejarlas. Claro, el campo del Atl¨¦tico cay¨® como una guillotina sobre ¨¦l. Sentenci¨¢ndolo. Silb¨¢ndole. Acababa de cometer un sacrilegio. Al d¨ªa siguiente, por cierto, el futbolista, al conocer la historia, pidi¨® perd¨®n por lo que hab¨ªa hecho. Patear un s¨ªmbolo.

Porque lo que Margarita comenz¨® un 28 de enero de 1996, en la temporada del doblete, ya es uno de esos iconos que hicieron del Vicente Calder¨®n un campo ¨²nico en el mundo, algo que, cuando aquel cerr¨® para siempre, en la 2016-17, se traslad¨® al Metropolitano. ?Y qu¨¦ fue lo que pas¨® aquel d¨ªa de hace casi treinta a?os? Pues que Margarita Luengo, una mujer nacida en Badajoz en 1947, aunque afincada en Talavera de la reina, lanz¨® unos claveles en el c¨®rner del Fondo Sur del estadio. Eran cuatro y los tra¨ªa ya de casa como un homenaje a su jugador favorito: Milinko Pantic. ¡°No tir¨¢bamos un saque de esquina bien hasta que ¨¦l lleg¨®¡±, suele decir a menudo. Aquel d¨ªa el Atl¨¦tico jug¨® contra el Athletic y marc¨® cuatro goles y Margarita tir¨® al campo en cada uno de ellos. Con Kiko, Pantic, Penev y Biagini. Aquel d¨ªa Margarita se hizo una promesa: seguir¨ªa llevando flores en cada partido en su estadio. Pronto las cuatro ya eran un ramo, doce claves blancos y doce rojos. ¡°Hasta el d¨ªa en que me muera¡±, eso tambi¨¦n suele decirlo Margarita en cada entrevista. Al principio, de hecho, Pantic las cog¨ªa y las repart¨ªa entre el p¨²blico hasta que un d¨ªa en el ramo encontr¨® una notita. ¡°No se las des al p¨²blico que estas flores son para ti¡±. La firmaba Margarita.

Hay jugadores, como Roberto Carlos, que tambi¨¦n, como Frimpong, no respetaron el ramo y le dieron una patada al lanzar un c¨®rner, mientras toda la furia del Metropolitano, envuelta en silbidos, cay¨® sobre ¨¦l. Otros, como Nolito, todo lo contrario: en un partido lo cogi¨® y lo bes¨®, como merece. Porque el ramo de Margarita es como el escudo a la salida de los vestuarios: si aquel no se pisa, ¨¦ste no se toca. Una tradici¨®n que, lo escrito, continu¨® cuando el Atl¨¦tico se mud¨®. De la M-30 a la M-40, del Manzanares a San Blas. Del Calder¨®n al Metropolitano. Mientras todos se iban haciendo al nuevo estadio hab¨ªa algo que segu¨ªa siendo como siempre. El ramo de Margarita. Para sentirse como en casa.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando. Si est¨¢s interesado en licenciar este contenido, pincha aqu¨ª.