Carlos L¨®pez: ¡°Me siento en el mejor momento de mi carrera"

A Carlos L¨®pez (Alicante, 1990) se le ve a diario por el Mart¨ªnez Valero. Lo hace como el visitante que pisa la parcela del vecino cuando sale a tomar un caf¨¦ o a dar un paseo cerca de su casa. Su portal est¨¢ a apenas cien metros del estadio del Elche, epicentro del f¨²tbol de primer nivel a 200 kil¨®metros a la redonda. El presente de Carlitos, y no se sabe si su futuro, pasa por el Panathinaikos, donde le queda un a?o de contrato. La semana que viene cumplir¨¢ 32 a?os y lo hace dejando atr¨¢s, en la ¨²ltima temporada, una ficha de 35 partidos, 12 goles y cinco asistencias. Varios clubes espa?oles le lanzaron la red en el mercado de invierno, pero en Atenas no aceptaron negociar. Ahora las ofertas vuelven a la carga. Entre ellas no est¨¢ la del Elche, pero qui¨¦n sabe. Su trayectoria ya le ha hecho pasar por Torrellano, Onteniente, Petrotrest San Petersburgo, Fuenlabrada, Novelda, Aris Limassol, Eldense, Villarreal ¡®B¡¯, Wisla Cracovia, Legia de Varsovia, Al-Wahda y Panathinaikos. De momento, sus colores siguen siendo el verde y el blanco, pero los del PAO y no los del EDT.

?Qu¨¦ hace Carlos L¨®pez por el Mart¨ªnez Valero?

Vivo a dos calles. Desde mi balc¨®n veo el estadio. Estoy de vacaciones una vez que termin¨® la Superliga griega, y aprovecho este tiempo para disfrutar de la familia: llevo a mis hijas todos los d¨ªas a la guarder¨ªa y estoy con mi mujer, que es de Elche. Lo normal en estas fechas para un futbolista profesional.

?C¨®mo ha sido su temporada en Panathinaikos?

Muy buena, la verdad. Termin¨¦ con 35 partidos oficiales, 12 goles marcados y cinco asistencias. Me siento en el mejor momento de mi carrera, tanto por lo deportivo como por la capacidad de entender y dar sentido al juego.

?Mejor que en Wisla?

Dir¨ªa que s¨ª. A nivel de premios y valoraci¨®n all¨ª, en Cracovia lo logr¨¦ todo. Con 24 goles fui el m¨¢ximo realizador de la Primera. Me nombraron mejor delantero y mejor jugador de la competici¨®n, en una votaci¨®n en la que participaron jugadores y entrenadores. En dos temporadas hice 45 goles en una liga que, para m¨ª, es de unas las mejores por el nivel competitivo y el ambiente que se vive en los estadios.

En Polonia jug¨® en Europa y la pr¨®xima temporada tambi¨¦n lo har¨¢ con el Panathinaikos¡­

S¨ª, es algo incre¨ªble. Es lo que m¨¢s me llama a seguir compitiendo en el extranjero, esos viajes y partidos en algunos de los mejores estadios del mundo. Me apetece volver alg¨²n d¨ªa a Espa?a, porque es duro estar tantos a?os lejos de casa y de la familia, pero la verdad es que lo que he vivido y lo que me queda por vivir es algo para no olvidar.

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En Espa?a nunca lleg¨® a disputar ni en Primera ni en Segunda Divisi¨®n. ?No le queda esa espina clavada?

Por supuesto que s¨ª. A¨²n me queda mucho para retirarme, pero antes de hacerlo s¨ª me gustar¨ªa disfrutar del f¨²tbol espa?ol al m¨¢ximo nivel. De un filial (Villarreal ¡®B¡¯) pas¨¦ directamente a la elite en el extranjero (en el Wisla de Polonia). En el pasado mercado de invierno hubo un equipo de Primera y tres fuertes de Segunda que estaban dispuestos a pagar por mi fichaje, pero el Panathinaikos no quiso negociar. Siempre es una alegr¨ªa y una satisfacci¨®n que me llamen de LaLiga. Ahora me queda un a?o de contrato y el verano dir¨¢ qu¨¦ pasa. Estoy tranquilo.

El Elche le pilla muy cerca de casa, podr¨ªa lanzar un ¨®rdago¡­

(Risas) Es verdad. Ser¨ªa bonito, pero uno ni puede ofrecerse ni tampoco puede forzar las situaciones, no ser¨ªa apropiado. Una vez lo hice con el H¨¦rcules y me arrepent¨ª. Si no se ha dado a lo largo de estos a?os, ser¨¢ porque nunca se ha dado el momento.

?C¨®mo fue aquello del H¨¦rcules?

Yo trabajaba por las ma?anas en el bar de mi padre, en el pol¨ªgono Las Atalayas, y por la tarde iba a entrenarme. Ven¨ªa de hacerlo muy bien con el Eldense, en Segunda B, y tuvimos varios duelos interesantes ante el H¨¦rcules. Cuando termin¨® la temporada mostr¨¦ mi voluntad para ir gratis all¨ª, porque mi familia es de Alicante y mi abuelo (Amando Huesca Herrero ¡®El Comandante¡¯) era un fan¨¢tico del equipo; no me hicieron ni caso. Esa temporada ten¨ªa alg¨²n club de Segunda, como el Real Mallorca, el Mestalla¡­ y me march¨¦ al Villarreal B. De ah¨ª ya al Wisla. Desde entonces han pagado dos traspasos de siete cifras por m¨ª y no he parado de marcar goles.

?Qu¨¦ opina de la situaci¨®n del H¨¦rcules actual?

Me da pena. Es un club hist¨®rico que no se merece estar as¨ª. Creo que todo el mundo debe hacer un an¨¢lisis de por qu¨¦ el H¨¦rcules est¨¢ en la cuarta categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol. Hay personas que han puesto mucho dinero y casi ning¨²n jugador ha rendido. A los futbolistas que firman por un club as¨ª les dir¨ªa que no s¨®lo hay que abrocharse el polo hasta el ¨²ltimo bot¨®n del cuello, ponerse las gafas de sol y salir a pasear por San Juan. Para jugar en un club con la historia del H¨¦rcules hay que estar preparado si no quieres que te tiemblen las piernas. Yo, cuando no me ha salido un partido bien en Grecia o en Polonia, he tenido a aficionados en la puerta de mi garaje escupiendo a mi coche e insult¨¢ndome. Jugar en un equipo de m¨¢ximo nivel requiere estar a la altura.

?Y qu¨¦ ve del Elche desde su balc¨®n en su casa?

Que las cosas se est¨¢n haciendo bien. Hay tranquilidad y un camino iniciado para conseguir algo grande. Me alegro de que est¨¦n viviendo un momento dulce. Ocurre lo contrario que en Alicante. Los futbolistas que vienen se hacen mejores y rinden bien. ?Por qu¨¦? Porque el entorno y el contexto tambi¨¦n ayuda. Christian (Bragarnik) ha puesto mucho dinero y le han salido las cosas bien; en el H¨¦rcules no creo que Ortiz o Ram¨ªrez se hayan gastado tantos millones de euros con la ilusi¨®n de seguir en 2? RFEF. A Francisco no le conozco como entrenador, pero s¨ª tengo referencias de compa?eros que me hablan muy bien de ¨¦l como profesional y como persona.

Suma doce equipos en poco m¨¢s de una d¨¦cada, casi un equipo por a?o. ?Por qu¨¦ va siempre con la maleta a cuestas?

Nunca he tenido problemas en mis clubes, al rev¨¦s. Creo que me fui de todos siendo querido. No me dan miedo los retos. He jugado en seis pa¨ªses: Espa?a, Rusia, Chipre, Polonia, Emiratos ?rabes y Grecia. En el ¨²nico lugar que no estuve c¨®modo fue en Arabia.

?Y por qu¨¦?

Fue muy curioso. Despu¨¦s de hacerlo bien en Polonia (Wisla y Legia), me sedujo la oferta econ¨®mica del Al-Wahba. Pero no dur¨¦ ni seis meses. Ven¨ªa de disputar la fase previa de la Europa League, en un ambiente infernal, y pas¨¦ de eso a llegar a un lugar donde los estadios estaban vac¨ªos. Ganaba mucho, pero es como si siendo futbolista me estuviese dedicando a otra cosa. El dinero nunca ha sido una prioridad para m¨ª. Fue curioso porque ese a?o fue el que m¨¢s equipos y de m¨¢s pa¨ªses me llamaron para fichar. Todos los directores deportivos me dec¨ªan lo mismo: sabemos que un futbolista joven como t¨², cuando viene de competir en la elite, no dura m¨¢s de seis meses en esta liga. Por eso todos me llamaron, sab¨ªan que de ah¨ª me ir¨ªa r¨¢pido. Fue entonces cuando firm¨¦ por el Panathinaikos por tres a?os y medio.

?C¨®mo se vive la Liga desde fuera?

Se cuida el producto y la imagen. Quiz¨¢ demasiado. Mateu Lahoz pit¨® la final de la Copa griega y tuvo que parar cuatro veces el partido. ?l mismo me dijo que eso en Espa?a es impensable, ni en el partido de m¨¢s rivalidad del siglo. Es bueno porque hay mucha seguridad, pero no es menos cierto que en Espa?a vas al f¨²tbol y parece que est¨¢s en un teatro viendo un espect¨¢culo.