Lo que el Valencia debe esperar de Gattuso
El italiano es un experto en trabajar bajo presi¨®n y buscar¨¢ un juego intenso y ofensivo. Sus ¨²ltimos a?os lo demuestran.
Rino Gattuso est¨¢ a un paso de convertirse en el entrenador del Valencia. M¨¢s all¨¢ de lo que ocurra en el mercado de fichajes y de su relaci¨®n con Jorge Mendes, vuelve a ser noticia la imagen que dej¨® como jugador. Le apodaban 'Ringhio', gru?ido, y de ¨¦l se recuerda sobre todo la fuerza, la dureza de su fase defensiva, la falta de t¨¦cnica que ¨¦l mismo subray¨® a menudo. Sin embargo, si el Milan de Ancelotti fue tan grande es porque supo juntar la clase de los Kak¨¢, Shevchenko, Seedorf, Pirlo con la enorme inteligencia t¨¢ctica de Gattuso. La misma que ahora utiliza en los banquillos.
Sus caracter¨ªsticas como futbolista no tienen nada que ver con el estilo de juego que busca como t¨¦cnico. El italiano no es un amarrategui: quiere equipos ofensivos, que presionen fuerte arriba, que tengan la pelota, que marquen muchos goles. El 4-3-3 es su dibujo favorito, pero demostr¨® que sabe adaptarse a lo que tiene, tambi¨¦n en contextos complicados.
A pesar de su palmar¨¦s, quiso comenzar en equipos modestos. El Sion, el Palermo de Zamparini, Creta y Pisa, donde acab¨® pagando a los jugadores por las dificultades econ¨®micas de la entidad. Regres¨® a su Milan como t¨¦cnico de la Primavera, y el club le pidi¨® sustituir a Montella, algo imprevisto. Ah¨ª se qued¨® durante dos cursos: en el primero logr¨® una final de Copa (perdida ante la Juve en 2018), en el segundo lleg¨® a un punto de la Champions. Despu¨¦s, decidi¨® marcharse porque el proyecto no le convenc¨ªa, y renunci¨® a su finiquito para que se pagara todo a su cuerpo t¨¦cnico, del que siempre forma parte Gigi Riccio, su fiel segundo desde hace una d¨¦cada.
La aventura en el N¨¢poles fue muy dif¨ªcil, dentro y fuera del campo. Gattuso lleg¨® para sustituir a Ancelotti, su padre futbol¨ªstico, ante una crisis de resultados que culmin¨® con el famoso mot¨ªn de los jugadores en contra del club. 'Ringhio' lleg¨® en diciembre de 2019, y se encontr¨® plantilla y directiva enfrentadas. El covid complic¨® todav¨ªa m¨¢s su trabajo, pero el italiano cerr¨® la segunda vuelta del Calcio con 38 puntos (menos solo que Atalanta y Milan) y levant¨® una Copa italiana, conquistada batiendo a Lazio, Inter y Juventus en la final. Fue un ¨¦xito hist¨®rico para el club (la ciudad lo celebr¨® con una enorme noche de fiesta), que el t¨¦cnico no pudo disfrutar del todo. En las semanas anteriores, hab¨ªa perdido a su hermana Francesca, que falleci¨® con 37 a?os por una grave enfermedad.
En su segundo curso napolitano tambi¨¦n tuvo que lidiar con la miastenia ocular, que ya le afect¨® cuando era futbolista y le oblig¨® a aparecer con un parche en el ojo derecho durante semanas. La enfermedad regresa c¨ªclicamente, y empeora con estr¨¦s y cansancio, algo que no le falt¨® antes del adi¨®s a los azzurri.
Las lesiones (sobre todo las de Osimhen y Mertens) perjudicaron mucho los resultados de una temporada que termin¨® con 77 puntos, 43 de los cuales sumados en una gran segunda vuelta. La mancha de su gesti¨®n fue el partido con el Verona de la ¨²ltima jornada. Con una victoria en el Maradona habr¨ªa conquistado el pase a la Champions dejando fuera a la Juve, pero los azzurri no pasaron del 1-1. Los napolitanos nunca se lo perdonaron.
Despu¨¦s de este triste final, hubo la aventura rel¨¢mpago con la Fiorentina, y la negociaci¨®n con el Tottenham, que se ech¨® atr¨¢s por el mal recibimiento que habr¨ªa tenido el italiano ante la hinchada local. Ahora, salvo sorpresas, le toca el Valencia. Llega con ganas enormes tras un a?o de espera, y con unos resultados a sus espaldas bastante mejores de los que se suele contar.
Sus ruedas de prensa no ser¨¢n banales. Hablar¨¢, como siempre, de veneno, de oler el peligro, de intensidad, de lucha, pero tambi¨¦n de jugar bien. Tendr¨¢ que conquistar la confianza del ambiente Ch¨¦, que no le est¨¢ recibiendo precisamente con ilusi¨®n, pero no ser¨¢ un problema. ¡®Ringhio¡¯ ya est¨¢ muy acostumbrado a trabajar bajo presi¨®n. Lo lleva haciendo toda la vida.