"?ramos ?¨²s y ten¨ªamos a los cocodrilos esperando"
En El Larguero de la Cadena SER, Manu Carre?o entrevist¨® a dos aficionados del Real Madrid que acudieron a la final y tuvieron problemas en Saint-Denis.
La final de Par¨ªs de este 2022 se recordar¨¢ por el gol de Vinicius que coron¨® al Real Madrid frente al Liverpool y le dio la Decimocuarta. Tambi¨¦n por las paradas de Courtois o los lamentos de Salah ante las ocasiones que se le escapaban por segunda vez ante los blancos, pero nunca faltar¨¢ el recuerdo de lo vivido en los exteriores del estadio que condicion¨® el partido.
Miles de aficionados del Liverpool vivieron un momento complicado en su acceso al estadio, donde sufrieron intentos de robo, adem¨¢s de un amago de avalancha por problemas con las entradas, de las que algunos dec¨ªan que eran falsas. La situaci¨®n fue realmente complicada y, por suerte, acab¨® sin graves incidentes.
Los que ocurrieron est¨¢n bajo la investigaci¨®n de la UEFA y tambi¨¦n del gobierno franc¨¦s, que se?al¨® a la organizaci¨®n de la UEFA (Uni¨®n de Federaciones Europeas de F¨²tbol), por el problema con las entradas falsas.
En El Larguero, de la Cadena SER, dos aficionados del Real Madrid denunciaron que el acceso fue complicado, pero a¨²n m¨¢s lo fue la salida y el regreso a los hoteles o veh¨ªculos. Una situaci¨®n, se?alan, en el que pocos est¨¢n incidiendo y que fue incluso peor, afirman Javier Real y Pedro Alca¨ªna.
"Yo viaj¨¦ con un grupo de amigos y entramos al campo una hora y media antes porque hab¨ªa bastante jaleo con las entradas. Se ve¨ªa desde fuera. Fuimos con tiempo para que se despejara. Cuando quisimos acceder al primer anillo, vimos que la polic¨ªa estaba dentro del estadio, algo que no he visto en ning¨²n lado. Entre las 500 personas que est¨¢bamos agolpadas para entrar hab¨ªa un grupo de magreb¨ªes que estaba directamente meti¨¦ndonos mano a las carteras y los m¨®viles. El tema de las entradas digitales, muy bonito, pero te obliga a tener el m¨®vil en la mano. Delante m¨ªo me encuentro que hay un se?or con el m¨®vil en la mano y aparecen dos se?ores magreb¨ªes que le quitan el tel¨¦fono. El se?or intenta recuperarlo y uno de ellos cae y le saca un cuchillo. A partir de ah¨ª empezamos a ver gente organizada, grupos, robando. Pasamos gracias a que muchos aficionados del Madrid nos dejaron entrar a los que ¨ªbamos con ni?os. En el estadio, la cosa se normaliz¨®. No disfrutamos como ten¨ªamos que haber disfrutado porque nos quedaba la vuelta", contaba Javier Real sobre el acceso al estadio.
Para ¨¦l, la vuelta fue a¨²n peor teniendo la suerte de no encontrar su coche destrozado y poder volver. "Nosotros viajamos en coche y buscamos las rese?as. Por suerte, vimos que hace ya dos o tres a?os hab¨ªa comentarios sobre el p¨¢rking de gente que hab¨ªa encontrado su coche destrozado. Dejamos el coche en el parking de la Bas¨ªlica, que est¨¢ a dos kil¨®metros. Al salir, fue el total descontrol. Era una calle muy larga y sal¨ªan de todas las calles. Vi a un se?or con una pistola y dos se?ores con cuchillos forzando a una mujer para quit¨¢rsela. Gracias a un amigo polic¨ªa hicimos un anillo pegados a una pared para caminar r¨¢pido y sin mirar atr¨¢s y dejando que nadie se pudiera acercar. Fuimos pegando manotazos. Yo tuve que darle un manotazo a uno que me intent¨® quitar el m¨®vil. En el parking, hab¨ªa coches destrozados. Entre ellos, el de uno de mis amigos. No voy a volver a Saint-Denis y menos con el ni?o". Real tambi¨¦n quiso tener un gesto con los aficionados del Liverpool. "Quiero mandarle un abrazo a los aficionados del Liverpool, porque ellos son v¨ªctimas. Estuvimos juntos en la zona de la Torre Eiffel y muy bien todo"<.
Pedro Alca¨ªna, otro aficionado que acudi¨® a la final, narra una experiencia muy similar y se?ala que lo sucedido en la marcha del estadio fue casi peor que en la entrada. "Iba con mi hija. Nosotros entramos a primera hora, pero nos dimos cuenta. En las entradas digitales, para quien no lo conozca, el c¨®digo QR esta deshabilitado hasta que un steward te pasa un dispositivo en el primer anillo. Hab¨ªa gente tratando de hacer fotos. A la entrada no pas¨® mucho m¨¢s que la cola, pero se est¨¢ pasando muy de puntillas sobre lo que pas¨® a la salida", afirm¨®.?
"A la salida est¨¢bamos en la zona norte y mucha gente del Liverpool empez¨® a despejar desde su sector y en la zona neutral. Cuando salimos nosotros hab¨ªa una riada de gente saliendo por una pasarela, que obligaban a pasar por ah¨ª, y acababa en el ¨²ltimo anillo de seguridad que estaba debajo de una autopista. A partir de ah¨ª era la sensaci¨®n de ser ?¨²s cruzando el r¨ªo con los cocodrilos esperando. Era un embudo. Toda la gente que ven¨ªa atr¨¢s te empujaba, pero delante hab¨ªa grupos de delincuentes para ver quien era la v¨ªctima propiciatoria. Seg¨²n salimos vi a un delincuente quit¨¢ndole el bolso a una chica. La chica gritaba y la polic¨ªa estaba impasible con una sensaci¨®n de que si hac¨ªan algo iba a ser peor porque estaban en inferioridad. Yo iba con una adolescente de 13 a?os, los ojos con los que la miraban... Salimos corriendo del gas pimienta, sin poder ver... Hab¨ªa gente tirada por el suelo", sentenci¨® sobre una noche de celebraci¨®n y para la historia, que qued¨® empa?ada.
Un aficionado cuenta como se col¨® a la final
En RMC Sport, un joven aficionado franc¨¦s cont¨® c¨®mo se col¨® en la final y pudo ver gratis el encuentro entre el Liverpool y el Real Madrid. Con solo 17 a?os, el parisino asegur¨® que esta semana es "la estrella de su instituto".
"De repente, hab¨ªa una multitud. Algunos intentaron entrar a la fuerza y yo me puse detr¨¢s de un torno. Como cuando te suelas en el metro. Me retuvo un steward, pero era tanta la gente que entraba que me solt¨® la mano y pude entrar en el estadio con los aficionados del Liverpool que iban corriendo. Conseguimos entrar a la zona cercana al estadio. Nadie nos hizo caso ni nos resistr¨® las bolsas. Cada vez que nos acerc¨¢bamos, la polic¨ªa gaseaba a la multitud", asegur¨®.
Este afirm¨® que no era el ¨²nico que lo hizo. "Hab¨ªa otros j¨®venes como yo y esto da una mala imagen de nosotros, pero tienen que ponerse en nuestro lugar. Se jugaba una final de la Champions al lado de nuestra casa y eso hace so?ar a cualquiera. Desgraciadamente, no tenemos medios econ¨®micos para comprar entradas a 3.000 euros", afirmaba.