Un velatorio y un bautizo
Un RCDE Stadium mudo despide esta temporada a un Espanyol donde impresion¨® Rub¨¦n S¨¢nchez. La gente ovacion¨® a David L¨®pez y Melendo con sabor a despedidas del club.
Monasterio tibetano. No hay escenario peor que un partido de f¨²tbol entre dos equipos que ya no tienen objetivos clasificatorios. Los jugadores se pasan la pelota sin demasiada intenci¨®n, especulan, no se aprietan y los minutos van pasando como los a?os en un monasterio tibetano, lentos y aburridos, momentos para que el aficionado se reencuentre consigo mismo y se pregunte qu¨¦ hago yo aqu¨ª, otra vez, en un RCDE Stadium poco poblado, con una animaci¨®n en huelga y que vivi¨® especialmente la primera parte en silencio. Un velatorio propio de una semana de despedidas en el campo y despidos en la direcci¨®n del club. Chen reinicia de nuevo la partida.
Inicio sintom¨¢tico. A los 5 minutos de juego ya se pod¨ªa intuir por d¨®nde iba a desarrollarse el encuentro. Al minuto, Rub¨¦n S¨¢nchez, que debutaba de titular, ya hab¨ªa lanzando a puerta y hab¨ªa puesto un centro. Estaba claro quien ten¨ªa m¨¢s ganas de jugar este partido, prueba de ello la asistencia para el tanto de RdT ya en el a?adido o su alto ritmo de juego por la derecha, que le llev¨® incluso a desfondarse en una acci¨®n: acab¨® en una pose t¨ªpica del que finaliza un 400. RdT, mientras tanto, ya hab¨ªa cometido una falta a destiempo. Con cuatro amarillas no se cotizaba que quer¨ªa ver la quinta para acabar aqu¨ª la temporada y no ir a Granada. La vio por protestar despu¨¦s de tres intentos de contacto que el colegiado no castig¨® con una cartulina.
Blanco en la oscuridad. Desde el banquillo, activo, gesticulando en todo momento, Luis Blanco lo ve¨ªa con los nervios del debut aunque seguramente su pensamiento era contradictorio por la poca emoci¨®n del encuentro y la poca predisposici¨®n del equipo, cuya presi¨®n en campo rival dur¨® un suspiro. El Valencia control¨® el juego, domin¨® y lleg¨® con peligro al ¨¢rea. Maxi G¨®mez abri¨®m la lata. Ese 0-1 pudo llegar mucho antes. La defensa de cinco no trajo seguridad, mientras que solamente Rub¨¦n daba profundidad y Puado caz¨® un tanto que fue anulado por fuera de juego.
'L'hora dels ad¨¦us'. M¨¢s que en el campo, donde no pasaba nada, el partido estaba en la grada, donde tampoco hab¨ªa grandes noticias. La gente despierta siempre contra las decisiones arbitrales, ese actor que siempre genera controversia all¨¢ por donde pisa. Anomal¨ªas culturales del f¨²tbol. Tambi¨¦n despert¨® en el minuto 21 y en la sustituci¨®n de Melendo, quien no ha llegado a un acuerdo para renovar su contrato. O mucho cambian las cosas o pondr¨¢ fin a sus 19 a?os en el Espanyol. Si eso se produce, su despedida no fue sin duda la so?ada, como la de David L¨®pez, una de las novedades del equipo y que tambi¨¦n fue sustituido entre aplausos y emoci¨®n.
Un electroshock. Los Diego L¨®pez, Fran M¨¦rida (quien ya lo ha hecho expl¨ªcito) o Tony Vilhena (?con qui¨¦n habl¨® para expresar a su llegada que el Espanyol pod¨ªa acabar entre los cinco primeros?) tambi¨¦n a priori se despidieron sobre el c¨¦sped, a la espera de que el nuevo director deportivo empiece a ordenar el puzle de la nueva plantilla. Y entre tanto adi¨®s una bienvenida, la de Dani Villahermosa, que consigui¨® estrenarse en el mediocampo perico. Una cara nueva, un nuevo nacimiento de un Espanyol que necesita para la pr¨®xima temporada un aut¨¦ntico electroshock. Otro m¨¢s.