Dos supernovas en el Madrid
Camavinga y Rodrygo han explotado en este tramo final de temporada, haciendo que Ancelotti vuelva a confiar en su banquillo. Fueron h¨¦roes ante el City.
El Madrid, hasta hace bien poco, era un equipo de 13 jugadores. Durante muchos meses se ha se?alado -y preguntado- a Ancelotti de no rotar, de estar anclado en un once tipo que amenazaba con quedarse sin ox¨ªgeno de manera prematura. La falta de confianza del italiano en sus suplentes era latente, que no p¨²blica. Y eso... Ha cambiado. Lo han cambiado quienes han dado un golpe sobre la mesa con fuerza. Dos nombres propios, Camavinga y Rodrygo, estudiantes que se asoman a la licenciatura tras dos actuaciones de matr¨ªculas de honor ante el Manchester City.
Esa noche no s¨®lo ser¨¢ recordada durante muchos a?os como una hist¨®rica en la hemeroteca blanca, sino tambi¨¦n como la de la explosi¨®n de dos supernovas. Con todo perdido, Ancelotti decidi¨® retirar a su Sant¨ªsima Trinidad para dar entrada a Camavinga y el franc¨¦s, en vez de dejarse llevar por la ola de pesimismo, asumi¨® galones, insufl¨® energ¨ªa y revitaliz¨® al equipo. La faena fue completada por Rodrygo, abonado a las grandes noches, un jugador que despu¨¦s de muchos meses, parece estar encontrando al fin el ingrediente secreto para su f¨®rmula de la regularidad.
Su adelantamiento a Asensio ha sido mete¨®rico. Ejemplo de ello es que en enero y febrero no fue titular en ning¨²n partido de Liga (salvo la derrota en Getafe, el 2 del nuevo a?o), pero lleg¨® marzo y desde entonces, siete titularidades en nueve partidos. De la nada al casi y todo. Y, precisamente, una de sus suplencias fue tambi¨¦n en una de sus noches m¨¢s gloriosas: ante el Chelsea. Cuando el Madrid perd¨ªa 0-3... Vio volar un pase con el exterior de Modric y forz¨® la pr¨®rroga al primer toque. Fue su tercer gol esta temporada; ahora ya lleva ocho, siendo el cuarto m¨¢ximo anotador del equipo. Porque despu¨¦s rugi¨® en el Pizju¨¢n, ante el Espanyol el s¨¢bado del alir¨®n y, c¨®mo no, contra el City.
Aquel 4 de mayo tambi¨¦n le cambi¨® la vida a Camavinga. Sali¨® al campo cuando s¨®lo quedaban 15 minutos y la carta de la remontada parec¨ªa, esta vez, al fondo de la baraja. Ut¨®pica. Pero ¨¦l en ning¨²n momento perdi¨® la fe. Con un 81% de acierto en pases le devolvi¨® el pulso al equipo y lo empuj¨® al ring. Sus n¨²meros no quedaron ah¨ª, gan¨® siete duelos m¨¢s que Modric y cinco m¨¢s que Kroos; y, adem¨¢s, recuper¨® tres balones, el que m¨¢s de todos los suplentes. Su buen hacer le dio la titularidad en el derbi del Metropolitano. Y ahora lo ha situado como un alternante de garant¨ªas para la sala de m¨¢quinas.
Futuro
Como dos supernovas, sus explosiones han renovado muchas ilusiones. Rodrygo parec¨ªa, hace unos meses, atrapado en su propio atolladero, ese de jugador notable pero no sobresaliente y Camavinga, un diamante sin oportunidades para pulirse. A¨²n demasiado verde, hablando en plata. Pero ambos, cuya relaci¨®n personal es, adem¨¢s, muy buena, lo cual qued¨® patente cuando celebraron bailando uno de los goles del alir¨®n, se han reivindicado. El brasile?o est¨¢ en estos momentos por delante de Asensio y a Carletto ya no le tiembla el pulso al darle titularidades. Se ha ganado su confianza. Tambi¨¦n Camavinga, que en medio de los rumores en torno a Tchouam¨¦ni (por el que el M¨®naco est¨¢ pidiendo 70 millones, tal y como inform¨® este peri¨®dico), ha dado un golpe sobre la mesa y demostrado que tambi¨¦n puede ser pivote. Ya no son s¨®lo jugadores de futuro, tambi¨¦n de presente.