El tap¨®n de Griezmann

"Necesita ese gol que le arranque el tap¨®n¡±, deslizan quienes trabajan con Griezmann (31 a?os) d¨ªa a d¨ªa en el Cerro. Hac¨ªa diez a?os que el franc¨¦s no viv¨ªa una sequ¨ªa tal, doce partidos en Liga sin marcar, 18 si se cuenta la Champions. La ¨²ltima vez que celebr¨® uno fue en la Copa y era enero (d¨ªa 6). En Liga hay que irse a noviembre, 28. Seis meses hace. Antoine siempre fue jugador de rachas. Toda su carrera entre picos y valles, pero no tan acentuados, no con simas tan profundas y des¨¦rticas.

Griezmann

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El domingo, en el derbi, el franc¨¦s llegaba con un nuevo look. Su pelo cort¨ªsimo, rapado. A lo largo de su vida ha lucido muchos distintos. Cresta, largo, de color. Le viene de se madre, Isabelle, que tambi¨¦n cambia su pelo a menudo. Pero en este caso es algo m¨¢s. Un querer cambiar algo. Como cuando lleg¨® al Atl¨¦tico de nuevo y lo primero que hizo fue cortarse el pelo que hab¨ªa empezado a dejarse crecer tres a?os antes, en su ¨²ltima temporada como rojiblanco antes de irse al Bar?a, para ser como Beckham, su ¨ªdolo cuando era un ni?o que crec¨ªa en Ma?on so?ando con f¨²tbol.

"Tocada la autoestima, el autocontrol y la autoconfianza"

¡°Es un cambio para resetear modelos¡±, analiza para AS Andr¨¦s Paris, pedagogo deportivo. ¡°Y vienen muy bien, para anclarlos¡±. Un cambio que grita: ¡°Busco ser Griezmann¡±. Durante el partido volvi¨® a verse a un Antoine impecable en el sacrificio y el derroche, le va de serie, es innegociable, pero de nuevo estrellado en el gol. Lo roz¨® por dos veces. Entr¨® por Correa al descanso y envi¨® primero (en el 73¡¯) una rosca que casi acaricia la escuadra y un disparo (75¡¯) que se fue fuera por mil¨ªmetros.

¡°Yo estuve en el Metropolitano y me llam¨® la atenci¨®n su lenguaje gestual¡±, explica Andr¨¦s Paris. ¡°Hombros hacia abajo, peque?ito, sus compa?eros le buscaban para chocarle la mano¡±. Gestos que a Andr¨¦s, experto en la parte formativa de las emociones, le gritaron tambi¨¦n, como el del pelo: ¡°Que tiene tocada la autoestima, el autocontrol y la autoconfianza¡±. ¡°Griezmann vive del gol. Parece una perogrullada. Pero su trabajo es hacerlos y, cuando viene una din¨¢mica negativa y no llegan, las tres se da?an. Sin querer, puedes pensar que eres peor futbolista, te atreves menos¡±. La confianza del Cholo, eso s¨ª, sigue intacta. ¡°Volver¨¢ al gol, no tengo duda¡±, declar¨® antes del derbi. Ese maldito gol que arranque el tap¨®n.